12. ¿Celos?

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Cinco

Reginald nos dio a Luther y a mi un largo, muy largo discurso sobre la situación de Crowe. Que a pesar de que hubieramos recuperado a Ocho no significaba que ya todo estuviera bien, que ahora más que nunca debíamos estar atentos y que bla bla bla.

Para ser honesto le dio muchas vueltas al asunto, repitiendo lo mismo por tres horas. ¡Tres malditas horas desperdiciadas!

Solo ese viejo es capas de decir un discurso de lo mismo durante tres horas.

Camine de regreso a la biblioteca tratando de disipar el estrés que Reginald me había causado. Me detuve en la puerta para tratar de relajarme un poco, cuando escuho la voz de Ocho algo molesta.

―...No haras nada al respecto ¿Verdad Ben?― esto último lo dijo con algo de malicia.

Me acerque un poco más para ver por la rendija en la puerta para saber lo que hacían. T/n tanía la cara de Ben entre sus manos, estaba parada frente a él, dandome la espalda. En cambio mi hermano esta sentado, si no fuera por que lo conozco bien diría incluso que esta drogado por la expresión tan vacia de su rostro.

En cuanto Ocho retira las manos de sus mejillas, mi hermano sale del trance en el que estaba.

Me asomo un poco más, pero choco con la puerta abriendola y haciendo que los dos se espanten, trato de improvisar lo mejor que puedo.

―Ya volví.

Ben se levanta y pasa a mi lado― Nos vemos, tengo que ver a Klaus― lo dice de manera tan inexpresiva que me pregunto si de verdad es Ben.

T/n no quizo contarme sobre lo que habían estado hablando, solo me dijo que era algo sin importancia de lo cual no debía preocuparme. Le dije que entendía a la perfección, pero claramente no era cierto. Muchas emociones me recorrieron en tan poco tiempo.

¿Me sentía molesto porque no quizo contarme?¿A caso no confiaba en mi?¿O era que me sentía...celoso?

Esa noche no fui a su habitación, no quería que las cosas se malinterpretaran, además de que quería aclarar todo el remolino dentro de mí.

Para mi desgracia a la mañana siguiente me sentía igual y creo que peor que el día anterior.

 Reginald nos estaba exigiendo más en el entrenamiento y aumento dos horas a este.

Estaba cansado tanto mental como físicamente y lo peor de todo es que no había podido hablar con T/n.

―Cinco ¿De casualidad sabes donde esta Allison?― me pregunta Vanya mientras caminaba en dirección a la cocina.

―Si, yo... eh―trato de recordar donde la había visto, no habían pasado ni diez minutos que hable con ella, pero la conversación era borrosa en mi mente― Me pregunto por Luther hace un rato y luego se dirigio hacia el invernadero, creo.

Vanya me agradeció y se fue a donde le había indicado.

Una pequeña punzada invadió mi cabeza, nada grave, pero si lo suficiente para desconcertarme.

Trate de dejarlo de lado puesto que el enojo que tenía acumulado desde ayer había desaparecido y mejor me concentre en mis siguientes clases.

El día por fin terminó, había sido terriblemente pesado lo único que pude llegar a hacer fue acostarme para dormir, ni siquiera me dieron ganas de quitarme el uniforme.

.....

La luz del sol ya entraba por mi ventana, pero no quería levantarme ya que era día de descanso y necesitaba aprovecharlo al máximo. Mi gire en la cama para tratar de dormir un poco más cuando sentí un bulto a lado de mi.

No dude en abrazarlo en cuanto el olor de su shampoo llego a mi.

―Buenos días― me saludo mientras correspondía mi abrazo.

―¿Por qué estas despierta tan temprano?― respondí sin abrir los ojos― Vamos, duerme otro poco.

Se alzó para darme un beso en la nariz― me encantaría, pero tengo que ir a una misión.

Mis ojos se abrieron tan rápido que me ardieron―¿A una misión?

―Es una misión corta, no te preocupes―continuo diciendo como si fuera lo más normal del mundo― Iré con Ben y Allison. Solo quería venir a verte para saber si ya no estabas enojado.

Negue con la cabeza―No lo estoy.

Me dio un corto beso en los labios y se levantó para salir, pero la detuve tomandola del brazo.

―Por favor, ten cuidado.

―Lo tendré.

-Farsa-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora