-Farsa-

37. Falta uno

Below the surface - Griffinilla

Ocho

No creí que mi postura ante esta situación fuera a flaquear tan rápido.

¿Por qué carajos quiere al presidente?

Tomó una bocanada de aire y la retengo por unos segundos tratando de no perder la cordura.

Juego con la máscara negra en mis manos y caminó en círculos intentando pensar en algo mejor que en lo que estoy a punto de hacer, hasta que me tropiezo con el pie de la hija de Daren y la tranquilidad que ya empezaba a surgir dentro de mí comienza a convertirse en pura ira y rabia que sube aceleradamente por mi sistema.

Daren, su esposa y sus gemelas se encuentran atados de pies y manos, todos dormidos en el suelo, los engañe asegurándoles que los llevaría a un lugar seguro. He regresado a la habitación donde me he encontrado con Crowe, luego de ir por la familia Jenkins.

—Aquí están, justo lo que querías― le digo a Crowe en cuanto entra a la habitación acompañado de sus hijos y otros hombres.

Él examina a la familia con la mirada― Falta uno.

Volteo decidida a contarlos.

―Son cuatro, Daren, su esposa y sus dos hijas.

Crowe toma mi mandíbula con fuerza y me obliga a mirarlo― Ese maldito viejo tiene otro hijo, falta ese mocoso mal nacido.

―No es cierto, revise la lista de invitados, en la familia Jenkins solo están registrados ellos cuatro.

Crowe aumenta su fuerza y hago una mueca― ¡Deja de decirles familia!―me aleja de él con un empujón y yo me esfuerzo en no sobarme las mejillas.

―¿Dónde está el presidente? ¡No lo veo hija mía!

Lo fulmino con la mirada y resisto las ganas que tengo de golpear su maldita cara de perro por llamarme así

―Te dije que no podía hacerlo― le respondo casi en un tono desafiante y alzando los hombros

Crowe me mira con ojos entornados.

En este instante, papá junto con mis hermanos deberían estar sacando a las personas y si tenemos suerte también al presidente, solo necesito ganar tiempo.

El pelinegro comienza a asentir con la cabeza y se ríe como un loco― Lo entiendo, tal vez pueda ayudarte.

Lo miro confundida con miedo de sus palabras.

Un estrépito resuena arriba de nosotros, el piso, las paredes y prácticamente toda la mansión comienzan a temblar.

Bombas

―¡Espera! No es necesario, puedo hacerlo― le suplico sabiendo que tal vez ya es demasiado tarde.

―El avión de escape del presidente accidentalmente se descompuso y los pasadizos han sido bloqueados, así que él sigue aquí. Tienes aproximadamente 25 minutos para traerlo Ocho, ni un minuto más― me amenaza y continua― Y tienes otros 5 minutos hasta que se den cuenta de lo que realmente le pasó a Daren y comiencen a buscarlo. No pierdas el tiempo.

Una oleada de temor me recorre y salgo de ahí casi corriendo, sin decirle palabra alguna.

Oigo como me grita "Suerte" y como si sus palabras tuvieran vida me recorren la espalda en un escalofrio.

Hombres armados pasan por mi lado una vez que he salido del sótano, me ignoran en cuanto ven el escudo de la academia en mi pecho de el lado izquierdo.