41. Decepción

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Cinco

―¡NO!― Ocho corre hacia ella para intentar detener el sangrado y yo la sigo.

Crowe mira a su hija con decepción y antes de que podamos llegar a él, este se levanta para hacer una señal y sale de la biblioteca, sus hombres vuelven a abrir fuego sin importar que los hijos de Crowe siguen aquí.

Una burbuja azul nos cubre para protegernos de las balas y veo que mis hermanos igual están protegidos.

Miró a Mara y Ocho por última vez para teletransportarme fuera de la biblioteca e ir a buscar algún rastro de adonde se fue Crowe, pero antes de poder mirar, siquiera, por todo el pasillo, me toma por los hombros y me azota a la pared.

―Ya no sirve de nada luchar, yo he ganado. Hagas lo que hagas no podrás revertir el daño que he hecho y las consecuencias que se aproximan― me dice entre una combinación de risas y sollozos.

―¿Realmente querías esto?― le pregunto haciendo una mueca debido al dolor que recorre mi columna―Perdiste a tus hijos ¿Para qué? ¿Una estúpida venganza?― escupo sin piedad. Crowe me observa con ojos entrecerrados.

El dolor sigue palpitante en mi espalda aun así me preparo para teletransportarme, pero Crowe me detiene sacando un arma de detrás de su espalda y apunta a mi entrecejo.

―Jamás lo entenderías―recarga el arma y da un paso adelante― He trabajado durante años para lograr esto. Perdí a mi hermano injustamente hace mucho tiempo y haría cualquier cosa para recuperarlo, sin importar el precio.

―Eso lo entiendo, yo también daría todo por ellos.

―Entonces será mejor que regresa con ellos, porque te prometo que si llego a tenerlos en mis manos los sacrificare a todos y cada uno de ello― ladea la cabeza y una ligera sonrisa se asoma de su rostro― no sin antes utilizarlos como lo hice con Ocho.

Golpeo su entrepierna para desestabilizarlo y así poderme teletransportar detrás de él.

―Pagaras por todas y cada una de las cosas que le has hecho― Lo tomó por el cuello haciendo presión para dejarlo sin aire y de igual forma trato de alejarlo del arma que ha caído al suelo por mi golpe― estoy harto de las personas como tú que solo nos utilizan para sus estúpidos proyectos, para su conveniencia, tan malditamente egoístas...

―¿Cómo tu padre?― Suelta entrecortadamente.

Lo golpeo en las costillas y se retuerce hasta caer de rodillas donde comienza a toser por la falta de oxígeno.

―Ambos sabemos que tu padre no es un santo.

―En eso tienes razón, pero jamás haría lo que tu hiciste, lo que le hiciste a Ocho, lo que le hiciste a tus hijos.

Crowe suelta una carcajada nasal― ¡Por favor! Debes estar bromeando. Reginald les dio una vida con la que muchos sueñan, nunca se preocuparon por el dinero o por su educación, no lo voy a negar. Sin embargo sé que él también los sacrificaría si fuera necesario.

»Además, puedo asegurarte que fui mejor padre para Ocho que Reginald.

―Cierra la maldita boca― Pateó su estómago.

―Si no fuera por ti, ella seguiría de mi lado. Hacía todo lo que le pedía sin dudarlo. ¡Éramos una familia perfecta, yo la trataba como mi propia hija!

―No tienes idea de nada de lo que dices, no nos conoces a nosotros, ni a papá, mucho menos a Ocho, así que más vale que cierres el puto osico.

En un rápido movimiento entierra una daga en mi muslo e intenta arrebatarme el arma, pero retrocedo. Con la furia y el dolor palpitante en mi pierna no puedo evitar soltar un gruñido y antes de que pueda hacer otro movimiento, le quitó el seguro a la pistola y aprieto el gatillo.

Crowe cae, primero de rodillas y luego boca abajo, sus ojos quedan abiertos y la sangre comienza a escurrir por su frente. El estruendo del disparo recorrió todo el pasillo, para ser seguido del silencio y curiosamente el ruido dentro de la biblioteca también paró.

Era como si todo se hubiera detenido.

.....

Ocho

Mara sostiene mi brazo con fuerza mientras intentó cubrir su herida con brea, se que eso no ayudará a curarla, sin embargo evitará que se desangre.

Se que hace unos instantes quería verla muerta, quería matarla con mis propias manos, pero al verla así...

No sé qué hacer, ni mucho menos qué pensar.

En un intento desesperado la levantó para sacarla de aquí, no sé a dónde llevarla.

Diego y Ben desarman y golpean a los soldados de Crowe, Vanya procura protegernos. Mientras que Luher y Allison tienen agarrados a Helena y Adad.

Salgo de la burbuja de protección y corro hacia las escaleras para ir con Allison y Luther que están más cerca.

―Tienes que detenerlos, si no lo haces nos mataran a todos― Allison sacude a Helena por los hombros.

―¿Acaso no entiendes? Esos bastardos solo siguen órdenes de mi padre.

Allison la mira con mala cara y estoy segura de que está a punto de golpearla, pero la detengo.

―Alli, eso no nos ayudará en nada.

Me acerco junto a Adad y Helena para entregarles a Mara. Ellos la toman con cuidado y Helena me aleja de un manotazo una vez que la he soltado.

Los hermanos parecen preocupados, sin embargo lucen conformes con toda la situación, como si estuvieran de acuerdo que su propio padre los hubiera entregado a la muerte.

―Creo que tú puedes detenerlos― le digo a Allison y ella levanta una ceja con incredulidad. Nos ponemos de cuclillas para acercarnos al balcón cuidadosamente― ¿Ves a ese hombre de allá? al que trae un pañuelo morado en la cabeza.

Mi hermana asiente― Él es el segundo al mando del ejército, si logras acercarte a él y hacerle el rumor, puedes hacer que pida que los demás deserten y así cuando estén con la guardia baja podremos desarmarlos y detenerlos.

―¿Qué hay de ellos?― pregunta señalando a los hijos de Crowe― ¿Qué hay de Crowe?

Suspiro con pesadez. Realmente no se veían muy amenazadores en este momento, Mara estaba al borde de la muerte, Adad parecía demasiado cansado siquiera para caminar, reconocía ese cansancio. Mientras que Helena, bueno, ella ya no tenía a su padre.

―Tengo la confianza de que Cinco atrapara a Crowe. Y yo me encargare de ellos, lo prometo― Allison duda―tan solo miralos, han quedado indefensos sin Crowe.

―De acuerdo, solo hazlo rápido ¿okey? No podemos dejar cabos sueltos― me dice con preocupación, para luego alejarse y decirle a Luther que la siga.

¿Cabos sueltos?

Helena me mira furiosa una vez que mis hermanos se han ido y estoy segura que ha escuchado nuestra conversación.

Allison pretende que los mate.

Me quedo en el balcón tratando de observar a mis hermanos y a los hijos de Crowe al mismo tiempo. Intento pensar, en busca de una solución.

No puedo matarlos y mucho menos dejarlos vivos, si Crowe llega a escapar se que regresara por ellos, además de que todo lo que ha pasado no es culpa suya, no del todo. Ellos fueron utilizados por Crowe de la misma forma que yo lo fui.

Pero tampoco puedo volver a decepcionar a mis hermanos.

-Farsa-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora