05. ¡Mi héroe!

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Cinco

Estamos a tan solo unos metros de la salida, Diego va adelante lanzando sus cuchillos a los hombres armados que corren hacía nosotros amenazandonos con dispararnos.

Solo unos cuantos pasos para salir del enorme submarino.

Pero la entrada es bloqueada por un monton de tubos de metal que son atraídos hacia ella como si fuera un iman gigante.

Diego de puñetazos a los tubos con desesperación.

Me acerco a él para tomarlo por el brazo y así teletransportarnos fuera, pero el sonido de pasos que se acercan detrás de nosotros me detiene.

Nos volteamos lentamente con la esperanza de ver a la persona que secuestro a T/n.

Pero la decepción y el asombro nos invade justo cuando vemos a la persona que esta frente a nosotros.

Helena esta con los brazos alzados, como si estuviera recargada en un muro invisible.

―¿Qué mierda hace ella aquí?― susurra mi hermano a mi lado.

Su mano izquierda baja y hace un movimiento extraño haciendo que Diego se estrelle contra el barandal a nuestro lado.

¡Tiene poderes!

Vuelve a mover su mano para esta vez lanzarnos a T/n y a mi al muro de tubos que ha hecho anteriormente.

Camina hacia nosotros con una sonrisa sádica y mueve su mano en señal de amenaza, demostrando que es más fuerte de lo que creíamos.

Si ella esta aquí atacandonos, significa que esta del lado de Crowe y no solo eso sino que también su hermano, además de que probablemente él tenga poderes de igual forma, pero ¿Cómo es posible?

Y por las acciones que ha demostrado hasta ahora puedo deducir que su poder es la telequinesis.

Tomo un tubo que esta a lado de mi y me teletransporto detrás de ella para intentar golpearla, pero sus reflejos son muy bueno y me lo arrebata con facilidad.

Trató de derribarla y lo consigo golpeando sus corvas.

Para evitar que se levante pongo mi pie en su cuello, pero ella me levanta con sus poderes haciendome levitar.

―Se nota que me odias cariño― dice con fingida tristeza haciendo un puchero con la boca― ¿No te gusto el beso o quieres más?

Vuelvo a teletransportarme detrás de ella y en cuanto se voltea le doy una patada en la cara haciendola caer.

―Creeme preferiría estar muerto antes que besarte.

Su expresión de arrogancia pasa a una de completa irritación.

―No puedes salvarla, ya es demasiado tarde― replica en un tono hostil.

Mi postura y mi expresión titubean, lo dijo tan súbitamente que me desconcierta.

Volteo enseguida para ver que Ocho este bien, se encuentra en el piso moribunda, pero aun con vida, tengo que sacarla de aquí lo más rápido posible.

Diego esta a tan solo un metro de ella, si lleguo a los dos puedo teletransportarnos del otro lado del muro incluso fuera de este lugar.

Le doy una mirada fugaz a Helena y hecho a correr, ella comienza a lanzarme cosas que hay alrededor pero trato de esquivarlas.

En eso mi cuerpo se detiene por completo, soy incapaz de mover un solo musculo, Helena me levanta tan rápido que no tengo tiempo de reaccionar y me arroja al techo para despues dejarme caer. Siento como mis huesos crujen cuando caígo al suelo y suelto un gemido de dolor.

Creo que se rompieron todas mis costillas.

Diego se levanta con dificultad y comienza a atacar a Helena dandome tiempo para reponerme.

Es la segunda vez que me salva hoy.

¡Mi héroe! Por favor, nótese el tono sarcástico.

Vuelvo a cargar a T/n ahora con más esfuerzo que antes, pero aun así lo logró.

Diego sigue peleando con Helena con el mismo éxito que yo tuve. Trato de ubicarlo con exactitud para poder teletransportarnos de manera rápida.

Saltó, primero hacía Diego, y en seguida al pasillo de arriba fuera del alcance de Helena. Aterrizamos en el piso adoloridos.

―¡Quiero vomitar!― Diego se tapa la boca con la mano e infla los cachetes.

―No hay tiempo, debemos salir de aquí.

Mientras corremos Diego trata de comunicarse con el walkie-talkie, pero nadíe contesta.

―¡Carajo! ¿Para qué quieren el walkie-talkie sino van a responder?

El walkie-talkie comienza a sonar, alguien intenta hablar a traves de él, pero no se entiende nada puesto que hay mucha interferencia.

―Encontramos a Ocho, vamos por ustedes― Diego murmura cerca del aparato, esperamos respuesta, pero nada― ¿Siguen con vida?

―Si― responde Luther por fin―...Solo que tuvimos unas pequeñas fallas en el plan.

―¡Maldita sea, agachate luther!― podemos oir como Ben le grita a nuestro hermano y poco después se oyen unos cuantos balazos.

―Bueno, creo que a nosotros no nos fue tan mal, ¡eh!―dice Diego dandome un codazo.

―Más vale que lleguen a tiempo imbéciles, sino juro que los abandonó― les grito a través del walkie-talkie.

―No es momento para tus amenazas Cinco―Allison me grita de igual forma.

Seguimos corriendo hasta llegar a la puerta del laboratorio donde nos habíamos separado anteriormente.

No había pasado ni un minúto de que llegamos cuando vemos como nuestros hermanos corren en dirección a nosotros junto con otros niños, pero al mismo tiempo comenzamos a sentir como el suelo bajo nosotros temblaba.

Para ser honesto fue muy gracioso de presenciar, como la escena de una mala pelicula de acción. Solo imaginen, por un lado del pasillo nuestros hermanos eran perseguidos por una manada de hombres armados, mientras que por el otro una chica loca nos perseguía a Diego, Ocho y a mi, amenazandonos con derrumbar la estructura. Y justo en el momento en que ellos llegaron a nosotros, nos pude teletransportar a todos fuera.

―¿Lo logramos?―pregunta Klaus limpiandose la tierra de la ropa.

―¡Así es!― le responde Allison con emoción y chocan los cinco.

―¿Qué mierda hicieron?― les pregunto en un tono arisco.

―¡Uy! ¿Qué no hicimos?― Allison pone su mano en el menton como si eso fuera a ayudarla a recordar mejor― Al principio fue muy fácil llegar a ellos, el problema fue al momento de sacarlos, todos estaban en jaulas como animales, luego llegaron docenas de sus soldados y comenzaron a dispararnos, pero por suerte ninguno salio lastimado. Ben y Vanya los vencieron y ahora estamos aquí, eso es todo― termino diciento con una maldita sonrisa de superiorida que decía "te dije que si podíamos, ahora disculpate", no sé como una sonrisa puede decir tanto sin una sola palabra, pero así es.

Me gire para poder mirar a los chicos que habían rescatado, eran como unos 18 chicos, la mayoría de nuestra edad incluso más pequeños. Todos tenían la misma apariencia que Ocho, la única diferencia es que ellos no se veían drogados. Algunos lloraban y se abrazan entre sí, otros nos agradecian por haberlos sacado.

La debilidad me venció y caí al suelo sobre mis rodillas.

―¿Estas bien?― Luther me pregunto preocupado.

―Si, solo estoy cansado

―Debe ser porque nos teletransportaste a todos a la vez, nunca habías hecho algo así.

―Es probable, necesito sentarme un poco― número Uno me ayudó a sentarme bajo un árbol a lado de Ocho. Allison la estaba revisando y la estaba cubriendo con su saco.

Luther se dio cuenta que la estaba mirando― Yo la llevare, en lo que recuperas fuerzas ¿De acuerdo?

Asentí con la cabeza un poco mareado.

-Farsa-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora