I'm so sorry - Imagine Dragons
Ocho
Una vez que me he asegurado de que mis hermanos se las han arreglado bien sin mi, me levanto para acercarme a ellos. Instintivamente Helena se para enfrente de los dos para protegerlos, Adad carga a Mara, quien ya está inconsciente.
Ninguno dice nada.
La jabalina vuelve a formarse en mi mano y Helena pone un pie atrás y uno adelante, lista para luchar. Trató de asomarse para mirar detrás de ella, las manos del pelinegro tiemblan, a pesar de eso se aferra con fuerza a su hermana e igual me mira, decidido a luchar.
Mara. Al mirarla a ella todo me invade, la culpa, el miedo, el rencor, tristeza. Todo lo que quería reprimir regresa para evitar matarlos.
Tienes que hacerlo.
Ellos te robaron todo.
No tienes que hacerlo.
Ella jamás te lo perdonaría.
Ella te aceptó y te hizo sentir lo que era de nuevo tener un hogar, te hizo sentir amada de nuevo.
No puedo hacerlo.
Giro la jabalina para ponerla en mi cinturón. Doy un paso, pero ellos retroceden, así que levanto ambas manos con las palmas bien abiertas para que se den cuenta que realmente no planeo nada malo.
Sin embargo, al acercarme Helena toma mi mano y la retuerce hacia mi espalda, para acorralarme en un estante.
―Tienen que llevarla a un hospital― señaló con el dedo índice a la castaña.
―Ya lo sé estúpida― refunfuña entre dientes― En cuanto tu y tus hermanitos esten distraídos nos largaremos de aquí.
―Déjame ayudarte― le pido torpemente debido a que la mitad de mi rostro se encuentra presionado contra el estante.
―¿Crees que soy estúpida?― pregunta intentando ocultar su sorpresa.
Me impulso con la mano libre hacía atrás y aviento la cabeza para golpear el rostro de Helena, le doy en el puente de la nariz y aprovecho su conmoción para intercambiar posiciones, ahora yo soy quien la tiene acorralada.
―Sé que es difícil de creer, pero solo quiero que lleguen al hospital a tiempo. Si los mato en este instante nadie podrá ayudarla y morirá.
―Bien, aceptamos― Adad se mete a la conversación.
Helena lo fulmina con la mirada, a pesar de eso Adad no cambia de opinión. Luego de un par de miradas de regaño la pelirroja deja de poner resistencia, lo que me deja en claro que ha aceptado.
―¿Y luego qué?¿Nos ayudarás a salir de la ciudad o nos entregaras a la policía?
―Ese ya no es asunto mío, yo me encargaré de sacarlos lo más lejos posible de aquí para que la lleven al hospital o a cualquier lugar clandestino donde puedan curarla. A partir de ahí es problema de ustedes.
Vuelvo a tomar la jabalina y nuevamente ninguno de los dos dice nada.
Bajamos las escaleras cuidadosamente. Mis hermanos aún no logran atrapar al hombre de la pañoleta, por lo que nos da tiempo de salir.
Nos encaminamos al túnel por donde anteriormente iban a salir los civiles, el cual estaba abierto, ya que mis suposiciones eran ciertas, al igual que todo lo anterior, Adad había usado su habilidad mental para que creyéramos que el sistema no servía.
Le echo un último vistazo a mis hermanos, antes de adentrarnos en el túnel.
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-Farsa-
FanfictionCinco ¿Alguna vez han dudado de algo bueno que les ha pasado o que jamás creerían que les pasaría, que creen que no lo merecen y que en cualquier instante se irá? ¿Por más que se aferran a ello no es suficiente porque en el momento menos esperado t...