Tan fuerte como la piedra

Travesia

El último día de grabación los actores y el resto del personal se llevaron la sorpresa de tener una fiesta organizada por los productores ejecutivos de la serie, quienes asistieron ese día para agasajar a todo el equipo de trabajo.

La filmación fue una grata experiencia, se sintió como esos campamentos a los que Daniela asistía en su adolescencia, y tenía la misma sensación de nostalgia porque se terminaba ese proyecto pero también de felicidad porque volvía a su casa y a su pequeñita que la esperaba con brazos abiertos.

Cuando estaba en la fiesta de despedida estuvo conversando amablemente con sus compañeros, principalmente con Aida y comentaban de cuándo sería el estreno, que seguramente se haría un evento en Miami, por ser una serie latina y con quien irían a dicho evento.

—Yo le voy a decir a María José que me acompañe—manifestó Daniela.
—Y tía, sabes que tendrás a la prensa encima de ti y a los chismosos hablando.
—No creó Aida, yo no soy tan conocida fuera de Broadway, y dudo que a alguien le interese con quien yo esté saliendo.
—Jolines, nunca sabes a quien le llega tu trabajo tía, y muchas veces la gente agradece lo que uno hace por cómo les llega y los mueve e inspira, pero también hay gente loca en el mundo que se arma unos peliculones que ni te imaginas. Alba y yo sufrimos acoso en redes porque alguien se obsesionó con nosotras y decía cualquier cantidad de mentiras, tanto, que ya ni quería entrar a redes sociales.
—Que miedo...
—Si un día yo salía en una foto sola, por la razón que fuera, decía que habíamos terminado, o si yo salía con un amigo o una amiga, decía que le estaba poniendo los cuernos a Alba, o viceversa. Se inventaba unas películas que ni la Rosa de Guadalupe.
—¿Y cómo resolvieron esa situación? Debe haber sido muy difícil para la relación de ustedes.
—Pues lo que hicimos fue ignorar a esa persona. Tiene que ser demasiado perturbada para que lo que hagamos nosotras la afecte tanto que solo se dedique a eso todo el día. Da lástima pero también da mucho coraje que alguien de la nada se meta en tu vida y opine. Pero no solo eso, sino que también los fanáticos se hagan eco de esas cosas y se enganchen con esa persona. Les hemos pedido que por favor la ignoren. Algún día se cansará.
—Con eso se me quitan las ganas de mostrar a María José—dijo Daniela con preocupación.
—No tía, tú muestra a quien te hace feliz. La gente hablará por cualquier cosa. Y la vida les enseñará que las relaciones no son cuentos de hadas, son cosas reales, con problemas, con alegrías. No todos los días estamos del mismo humor, a veces queremos estar solos y desaparecer. Pero el amor que tenemos por nuestra pareja hace posible que escojamos lo bueno y sigamos trabajando en la relación.
—Bueno, tengo que empezar la relación primero—río Daniela.
—Tía, tu flipas por ella y ella por ti, así que no tienes que preocuparte de nada. Y mi consejo es que hablen todo, que se comuniquen las cosas. No supongas nada. Y si quieres algo, dile que lo quieres. No jueguen a las adivinanzas. Te lo dice alguien que tiene una relación desde hace más de 5 años. Es un tema pero los buenos momentos le ganan a todo.
–¿Te arrepientes de haber hecho pública tu relación?.
–No, porque no tenía porque ocultarla, pero se hace canson a veces tener que estar dando tantas explicaciones a gente que no tiene derecho a exigirlas.
–Lo pensaré con Maria Jose. Ella no pertenece al medio y no quiero crearle un estrés adicional a su vida.

En ese momento vieron llegar al actor Edgar Ramírez, que era uno de los productores ejecutivos y ambas se volvieron unas fans enamoradas al verlo acercarse a ellas. Él las saludó de forma amable, les preguntó cómo se habían sentido en la filmación y les agradeció por su trabajo, deseándoles mucho éxito en su carrera. Ambas estaban extasiadas pero tampoco querían parecer adolescentes con él. Aunque le pidieron tomarse fotos para tenerlas de recuerdo, así como con el resto de actores y miembros del equipo de producción.

Finalizada la fiesta Daniela le envió un mensaje de texto a Maria Jose. Ya mañana nos vemos. No puedo esperar. Maria Jose ya estaba dormida, pero fue lo primero que vio al levantarse en la mañana, estaba muy ansiosa por finalmente ver a su chica y pedirle que fuera su novia. Había planeado hacer un picnic con Daniela, ya que el clima iba a estar agradable, después de haber pasado unos días muy fríos, como si el invierno no quisiese irse.