Inconsciencia

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El teléfono celular repicaba insistentemente pero Valentina no lograba despertar. Sonaba y sonaba hasta que finalmente logró salir de ese profundo sueño y vio la pantalla. "Poche llamando". Y veía la cara graciosa de su hermana haciendo una mueca, así la había registrado porque le parecía que esa foto refleja la esencia de su hermana mayor.

"Que pedo" pensó Valentina antes de contestar. Poche había salido con sus compañeros de trabajo después de haber terminado el seminario y exposición que tenía de la compañía, para celebrar que había sido un éxito total. Daniela y Valentina se habían quedado viendo películas en casa sabiendo que Poche llegaría más tarde.

—Aló—contestó Valentina entre preocupada y curiosa—Poche, ¿dónde estás?

—Pulga—habló Poché con la lengua enredada—dile a Daniela que me venga a buscar.

—¿Qué te pasa? ¿Dónde estás?—pregunto Valentina mientras se levantaba de la cama.

—Mi amor no me quiere contestar el teléfono—decía María José arrastrando las palabras—y yo no sé donde estoy.

El corazón se le cayó a Valentina desde el pecho hasta el estómago, y levantándose de la cama se fue hacia el cuarto de Daniela y su hermana, mientras aún seguía con la llamada activa.

—Dani—llamó suavemente Valentina a la puerta—tengo a Poche en el teléfono. Dani...

—Dile a mi amor que voy a vomitar, que necesito que me busque—seguía diciendo María José.

Finalmente Daniela se despertó y abrió la puerta del cuarto. Con los ojos encandilados por la luz se enfrentó a Valentina

—¿Qué pasa Vale?

—Tengo a Poche en la línea y dice que necesita que la busques, que no sabe dónde está y que tiene ganas de vomitar.

Daniela abrió los ojos horrorizada y tomó el teléfono.

—María José, ¿que pasó?, ¿Dónde estás?—pregunta Daniela nerviosa—¿Estás bien?, ¿Te pasó algo?

—Mi amor, te he estado llamando desde hace rato. ¿Estás muy bravísima conmigo que no me contestas?

—Tenía el teléfono en silencio, ¿Dónde estás?

—No se mi amor. No se donde estoy, pero estoy muy borracha, y no puedo ni caminar. Tienes que buscarme—decía Poche arrastrando las palabras.

—Ya vamos a buscarte. Necesito que me pases tu ubicación, mientras me visto y salimos.

Daniela se puso un buzo, unos zapatos deportivos y salió con Valentina, que con el apuro no atinó a cambiarse, en el carro de Poche a buscarla en la ciudad, donde su novia se había ido, sin saber donde exactamente la iba a encontrar.

—¿Ya María José pasó su ubicación?—le preguntó Daniela a Valen mientras prendía el carro para salir.

—No me ha pasado nada—contestó Valentina después de revisar su celular, mostrándole a Daniela la pantalla del mismo, donde no había ningún mensaje.

—Carajo con María José.

Daniela le marcó a su novia y la puso en altavoz para poder ir conversando con ella mientras manejaba.

—Aló—contestó María José con la voz más borracha que había escuchado en su vida.

—Mi amor, pásame tu ubicación—le decía Daniela ansiosa.

—¿Cómo te la paso?—arrastraba las palabras María José.

—Por whatsapp—le gritó Valentina, que se estaba desesperando.

Tan fuerte como la piedra Donde viven las historias. Descúbrelo ahora