Inspiracion

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María José estaba de pie frente al horno microondas esperando terminar de calentar su almuerzo, con sus pensamientos perdidos muy lejos de allí.

De repente sintió la presencia de alguien a su lado, y volteo para ver quien era. Encontró a Lee parada a su lado. La chica medio esbozó una sonrisa pero al notar que María José no quitó su cara de seriedad, solo atinó a bajar la mirada al piso.

El microondas comenzó a soñar porque había terminado de calentar y María José lo abrió y comenzó a sacar su comida.

—Por favor permiso—le dijo a Lee sin mirarla.

—Ah...MJ...—dijo con inseguridad en la voz.

María José la miró sin decir nada mientras ponía su contenedor de comida en la mesa para comer, pero lo pensó mejor y se devolvió a su oficina a almorzar.

Lee trató de hablarle antes de que se fuera, pero Shirley llegó y se acercó a ella.

—Déjala tranquila. Ella no está de buen humor, con toda razón, y atosigandola no harás que te escuche—le dijo a Lee mientras Maria Jose caminaba a su oficina seria.

—Yo solo me quiero disculpar—le dijo Lee con voz compungida.

—Pues si eso quieres, déjala tranquila. Ella necesita espacio para procesar las cosas.

Maria Jose siguió caminando hacia su oficina tratando de olvidarse de todo, esa chica ya le había causado suficientes incomodidades para el poco tiempo que llevaban de conocerse. Decidió que después de almorzar se iba a dedicar a ver los diseños preliminares de todo lo que quería el Sr. Ardsley.

Para María José no había nada que la hiciera desconectarse más del mundo que observar los mármoles y demás piedras naturales, y nunca dejaba de maravillarse de todas las texturas y colores que se obtenían mezclando todas esas piezas en una cantidad indefinida.

En la galería que había diseñado para el Sr. Ardsley, María José había aplicado varías mezclas de colores que había sido lo que al cliente le había encantado de su diseño, por lo que entró a la página web de la compañía a revisar las colecciones vigentes, así como las ya descontinuadas, pero a las que podía hacerle órdenes especiales con los proveedores, para encontrar el diseño Perfecto para la casa que tenía Ardsley en las montañas de California.

Decidió llamar a Kyle, su mano derecha, y así entre los dos hacer una tormenta de ideas de lo que le mostrarían al cliente en la reunión que tendrían en las próximas semanas.

—Kyle, necesito que me muestres lo que tienes para Ardsley—le indicó María José apenas Kyle se asomó a la puerta.

—Tengo varias cosas que he juntado, pero quiero que me des tu opinión, sabes que tienes el ojo artístico más exacto de esta compañía y tus comentarios son siempre muy pertinentes.

—Por Dios Kyle, pareciera que estamos haciendo una entrevista para darte el trabajo—le dijo María José sonriendo.

Los dos compañeros pasaron horas revisando los bosquejos que había preparado Kyle a los que María José solo tuvo que darle algunos toques y sugerencias, pues el chico había adquirido una gran experiencia y su ojo artístico se había desarrollado más. María José lo había entrevistado para este trabajo cuando el chico recién había salido de la universidad y le gustaba porque le parecía una versión más joven de ella.

—Mira MJ, estaba pensando que para la cocina podemos usar la nueva colección Estate con el bianco Carrara y con el Bardiglio, Que combina Perfecto con los gabinetes verdes que tienen. Así no tendrían que hacer tantos cambios.

Tan fuerte como la piedra Donde viven las historias. Descúbrelo ahora