Tan fuerte como la piedra

Sorpresa

El ánimo de Daniela estaba bajito, muy bajito. Ya no sabia que pensar, volvía a ver la historia de Alison, y no entendía la actitud de Maria Jose de mentirle y luego desaparecer de la faz de la tierra. Pero no queria que Marina se sintiera mal por verla asi triste, asi que decidio por un lado cambiarse de ropa, ya no sentia que vestirse de negro era la mejor opcion, porque ya suficientemente negro sentia el corzaon, y disfrutar de la fiesta. Ya mañana se enfrentaria a todo, fuese lo que fuese que pasara.

Se cambió de ropa, se pintó los labios de rojo, se soltó el cabello y dando una última mirada al espejo se dijo a sí misma "Nunca nadie ha merecido tus lágrimas, hoy no será la primera vez". Claro, ella solo se repetía eso teniendo el corazón en la boca y las lágrimas a punto de caer, porque de verdad amaba a su chiquita de ojos bonitos, y no entendía que podría haber causado todo aquello. Pero no quiso preocuparse más, y recordó lo que esa chiquita le decía: "Cruzaremos ese puente cuando lleguemos ahí".

Se tomaron del brazo las tres mujeres y se dirigieron a la fiesta con ganas de disfrutar, bailar y olvidar todo el mundo alrededor. Tenían motivos para estar felices, acababan de terminar este proyecto, que las iba a poner en la palestra pública, y les podía generar mucho trabajo y nuevos proyectos a futuro.

El salón de baile estaba decorado de manera hermosa, había suficiente comida y bebidas para todo el equipo que había participado en la producción. Estas fiestas eran la ocasión para que todo el mundo se codeara con todo el mundo y las barreras que existían entre actores y personal técnico desaparecieran y todos pudieran compartir. Pero por supuesto siempre se veían los grupos que usualmente se formaron durante el rodaje seguir compartiendo.

El DJ contratado se enfocaba más que todo en canciones de Maria Becerra, Bizarrap, y otros artistas argentinos, así como básicamente lo que más sonaba en la música urbana en el momento, y los chicos que habían participado en la producción se encontraban bailando, Marina se unió a su grupo de amigos en la pista de baile mientras Daniela y Macarena se sentaban en uno de los sillones, donde mesoneros contratados por el equipo de producción les ofrecieron unas bebidas, ambas se decantaron por unos cócteles que parecían tener poco alcohol. Daniela estaba triste y sabía que ingerir alcohol en cantidades exageradas no era la mejor idea para su estado de ánimo.

Poco a poco la música y el ambiente la hicieron sentirse mejor, ya no estaba tan bajita de ánimo, conversaba con las chicas que habían trabajado como maquilladoras, riendo de anécdotas de la filmación, de lo bien que lo había pasado, de lo bonito de haberse conocido, de los romances que creian se habian formado y muchas cosas más. Daniela escuchó una voz infantil que la llamó por su nombre y cuando levantó la vista vio llegar a Maria Fernanda, la niña de diez años que había hecho el papel de su hija en una parte de la serie. Se levantó a abrazarla porque hacía algunas semanas que no la veía, su participación había sido muy pequeña, pero era una niña muy alegre, con quien Dani había tenido una conexión especial. Era bastante resaltante que a pesar de que Daniela no tenía hermanos menores, siempre tenía conexiones especiales con jóvenes o niños pequeños, lo que le desarrollaba  su instinto maternal, y últimamente se imaginaba tener una bebita parecida a Maria Jose.

–Hola Daniela, te he extrañado mucho–le decía Maria Fernanda con mucha emoción, abrazándola muy fuerte–pensé que no te iba a volver a ver antes de que te fueras de regreso a tu casa.

–Yo también te he extrañado Mafer, y no pensaba volver a casa sin verte antes–le dijo Daniela dando una vuelta a la pequeña mientras la abrazaba y la levantaba en peso, sintiendo un poco de culpa por haberse querido ir antes de la fiesta.

–Yo le dije a mi mami que teníamos que venir a esta fiesta para despedirnos de ti y para que me prometas que volveras–decía la niña con mucha emoción. Adoraba a Daniela con devoción, y quería seguirla viendo siempre.