El día más esperado llegó. Pero no era el más esperado por la emoción de que llegara sino porque era como la llegada del día de juicio, o de la ejecución de una sentencia. María José tenía un millón de emociones en su cuerpo y una era peor que la otra. Por un lado sentía que habían construido una conexión fuerte en estos días que pasaron juntas con Daniela, pero por otro lado no dejaba de pensar que había sido un escenario controlado, una burbuja donde se habían encerrado sin tener mucho contacto con el mundo exterior.
Su yo interior inseguro la hacía imaginar escenarios apocalípticos donde Daniela regresaba enamorada de alguien más. O se daba cuenta de que María José no era tan interesante como ella pensaba y sentía un susto en la boca del estimado que no eran esas mariposas emocionadas que sentía cuando está con Daniela. Era como que esas mariposas tenían un ataque de pánico y no la dejaban moverse ni hacer nada. En esos momentos se decía a sí misma que mejor se hubiese quedado tranquila sin salir con nadie, que era más seguro de esa forma. Su cabeza era una montaña rusa que la iba a enloquecer y no quería que Daniela notara eso, a riesgo de que se fuera y no volviera más nunca.
Pero algo que tenía claro María José era que su inseguridad no tenía nada que ver con la actitud de Daniela. Ella no había hecho nada que la hiciera dudar. El problema eran sus propios miedos que no tenían nada que ver con lo que estaba viviendo en ese momento sino con su yo interior y esos miedos que habían nacido en ella cuando era niña porque si analizamos bien, muchos de nuestros miedos vienen de situaciones que vivimos en nuestro infancia y que nunca resolvimos.
Daniela por su parte se sentía nerviosa por el viaje, por montarse en el avión, que era uno de esos miedos que aún le quedaban, si bien con el tiempo se le hacía más fácil, seguía sintiendo ese vacío en la boca del estómago que la molestaba a la hora de viajar. No quiso que Maria José la llevará al aeropuerto porque de todas maneras iba a ser una despedida muy rápida. Aún no se permitía la entrada de personas al aeropuerto si no iban a viajar y prefería darse el abrazo más apretado del mundo con Maria José de forma calmada y sin apuros. Darle cien besos mientras se despedían y llevarse en su nariz el olor de MJ para recordarla en su viaje. Sabía que iba a extrañar ese cuerpito caliente a su lado pero también sabía que volvería a él en cuatro semanas.
—Te voy a extrañar muchísimo—le dijo María José a Daniela al oído mientras se fundían en ese abrazo de despedida.
—Yo ya te extraño...No me olvides...
—Jamás...Los días fueron pasando, y ellas se comunicaban varias veces al día, dentro de lo que sus actividades le permitían. Siempre estaba allí el mensaje de buenos días, un mensajito a mitad de mañana para que la otra supiera que la estaba pensando, una llamada en la noche antes de irse a dormir. Se compartían fotos, se contaban historias de cómo iban transcurriendo sus días, todo lo que fuera necesario para sentirse más cerca la una de la otra.
De algo estaban ambas seguras y era de dar el siguiente paso en la relación, de hacerla más seria y exclusiva, no que ya no lo hubiesen hecho desde el principio, pero el estar separadas les dio a ambas la confirmación de que querían estar juntas y poder expresar sus sentimientos por la otra, sin restricciones.
Ya casi acababa la filmación de la serie, y aunque Daniela se sentía un poco triste porque ya quedaba poco tiempo, estaba feliz porque iba a volver con su diseñadora favorita e iba a despertar con ese cuerpecito caliente a su lado.
Sus compañeros de filmación la molestaban con lo enamorada que la veían porque en el mínimo momento que tenían libre ella buscaba su celular para ponerse en contacto con María José.—Oye tía, que estás que flipas por tu enamorado— le comentó su amiga Aida, mientras estaban desayunando antes de comenzar a grabar—Te ha calado. Estamos aquí, préstanos atención que tú volverás a él y no nos verás por quién sabe cuánto tiempo.
—No te pongas celosa que sabes que eres mi actriz favorita.
—Jolines, menos mal que soy tu favorita. Que ni me prestas atención por ese tío—le comentaba la actriz con cara de drama.
—Y no es un tío, es una tía con quien estoy hablando.
—Pues mejor que mejor, amor es amor y no importa con quien estés mientras te haga feliz y te respete maja. Pero préstame atención jolines que pronto me voy.
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Tan fuerte como la piedra
FanfictionUna cantante de Broadway y una diseñadora de interiores se encuentran en un conjunción de sus caminos, cuando ya pensaban que el amor no iba a ser para ellas