Marina y Don Martin

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Buenos Aires era una ciudad fascinante. Era como un rincón de Europa en Latinoamérica. Tenía muchos edificios históricos y paisajes hermosos. Daniela solo había visitado la ciudad dos veces y ambas habían sido por cuestiones de trabajo, y solo podía pensar que quería viajar de turismo junto a su novia. Estaba segura que María José disfrutaría mucho de conocer la ciudad. Estaba preparando mentalmente cuando sería la mejor época para venir las dos y que la experiencia fuera aprovechada al máximo.

Ya habían pasado dos de las tres semanas que tenía agendadas para grabar, y a pesar de estar disfrutando de su trabajo ya no lo sentía tan divertido. Estaba constantemente pensando en su novia, extrañando que ella llegara al final de la tarde, sus conversaciones, sus risas, pero sobre todo extrañaba dormir con ella. Despertar en las mañana con ella abrazada a su cintura y su respiración en la espalda. Extrañaba su olor corporal, su perfume. De verdad esa mujer la había embrujado completamente, y a pesar de que ella nunca había sido una persona que le tuviera miedo al compromiso o a relacionarse con nadie, con María José sentía que había encontrado su lugar, su hogar, su persona.

La experiencia de grabar una serie juvenil le había parecido algo completamente nuevo para ella desde el punto se vista de lidiar con los fanáticos. Siempre que grababa una serie para Netflix, o bueno, las dos veces que lo había hecho, siempre estaban en ambientes protegidos de alguna manera. Casi nadie del público conocía que ellos estaban ahí. En cambio, en este caso de alguna manera los fans sabía que estaban grabando, por lo que se aparecían en las afueras de los estudios de grabación o se quedaban acampando en los hoteles, con la esperanza de ver a su artista favorito. Para Daniela esto era algo nuevo, al ser principalmente una actriz de teatro, tenía cierto anonimato, con el que no contaban los actores de televisión, por ser un medio más masivo.

Cómo en todo, siempre había actores que eran más conocidos que otros, y era hasta cierto punto gracioso ver cómo algunos actores eran casi perseguidos por sus fanáticos mientras otros eran completamente ignorados. En dos ocasiones Daniela tuvo que hacer de fotógrafa cuando algunos fans se acercaban a actores famosos y le pedían a ella que tomara la foto, sin saber que ella también participaba en la película, cosa que agradecía. Nada amaba más de su estilo de trabajo que el anonimato que le confería.

Una de las actrices que conoció era una chica que participaba en una producción de esta magnitud por primera vez. Era una actriz de 19 años, que vivía en Buenos Aires y había sido descubierta por el productor de la serie en un centro comercial. Nunca había pensado en convertirse en actriz y su padre, un hombre que venía del campo, había estado un poco en contra de que ella participara en la filmación. Su esposa lo había convencido y habían establecido ciertas condiciones para permitir que su hija participara porque les parecía que ese ambiente era muy tóxico para su niña.

Marina, cómo se llamaba la chica, tenía un talento innato, y se había hecho cercana a Daniela debido a que les tocaba hacer varias escenas juntas. A ella le recordaba a sí misma cuando tenía su edad y soñaba con ir a Broadway y actuar en teatro. Daniela había hecho buenas migas con su mamá y un fin de semana poco antes de que terminara la filmación, la invitó a una parrillada en su casa, para que conociera a toda la familia. Ellos vivían en una población turística cercana a Buenos Aires llamada Tigre, la cual estaba ubicada a unos 25 kilómetros de la capital, pero parecía sacada de otra época.
Daniela pensaba que le gustaría venir con Maria Jose y conocer más esta linda población y todas las atracciones que tenía para ofrecer, museos, arquitectura colonia, paseos por el río.

—¿Cómo está mi actriz juvenil favorita?—le espetó Daniela a Marina tan pronto la recibió en la puerta de su casa, dándole un abrazo apretado.

—Estoy muy nerviosa Dani—dijo la joven con voz quebrada.

Daniela la separó de ella y la miró a los ojos con curiosidad

Tan fuerte como la piedra Donde viven las historias. Descúbrelo ahora