Frustracion y planes

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María José no estaba frustrada sino lo siguiente. Estaba enfrentando la parte de su trabajo que no le gustaba, tener que lidiar con proveedores. Si su trabajo fuese solo crear y diseñar colecciones sería el trabajo perfecto. Pero había la parte de tener que tratar con los proveedores que fabrican sus colecciones, y no era tan fácil como se podría pensar.

Era la misma situación que cuando un arquitecto diseñaba una casa o un edificio, y después había que ver cómo se llevaba eso a la vida real. Ella creaba los diseños junto con Nancy y su equipo, y después tenían que preguntarle a sus proveedores si estaban en capacidad de hacerlos. Muchas veces correos iban y venían, envíos de muestras, hasta que se lograba un resultado satisfactorio para todos los involucrados. Pero este caso en particular estaba siendo frustrante, irritante, muy cansado tanto para María José como para toda la compañía.

Con este proveedor se había desarrollado una línea de baldosas en vidrio para las paredes, con unos diseños únicos, que tenían excelente aceptación, pero en los últimos tiempos no habían cumplido con las entregas acordadas. María José había tenido que intervenir después que el departamento de Compras se hubiese declarado imposibilitado de poder hacer seguimiento. Tenían que recurrir a la alta gerencia para que pudieran lograr algún resultado. Stephanie, la gerente de logística, no se quería involucrar porque alegaba que desde el inicio recomendó no trabajar con esa compañía y nadie le hizo caso en ese momento.

—MJ, necesitamos que te involucres en esto—le dijo Zach cuando llegó a su oficina junto a Stephanie.
—Al parecer esa compañía solo mejorará si habla con alguien de la Alta Gerencia—dijo Stephanie, con fastidio en su voz
—Tu eres Alta Gerencia—le dijo Zach mirándola con recriminación.
—No empieces... Yo recomendé buscar otra empresa para que fabricara esa colección, pero tú te dejaste seducir por las palabras bonitas de Justin...
—Que...

MJ veía a sus pares discutir cómo si estuviesen discutiendo porque habían escogido una mala película en la función del domingo. Obviamente respetaba a Zach, era su amigo y también conocía lo inteligente y acertado que era como gerente. Por otro lado  tenía muchísimo respeto por Stephanie, con 15 años de experiencia en la compañía, además de la que tenía previa a comenzar en Artistic Stone, además de saber balancear su vida profesional con la privada, MJ siempre encontró que tener hijos, esposo y además ser excelente en tu trabajo era digno de admiración, pero hoy se comportan como adolescentes los dos y necesitaba intervenir, por el bien de la empresa y de estos dos.

—Se calman los dos. Vamos a reunirnos todos con ellos vía Zoom y pongamos las cosas claras. Que queremos nosotros y que quieren ellos—les dijo María Jose, tratando de traer un poco de tranquilidad a la mesa.

—Eso debería estar claro, nosotros queremos nuestros productos para vender y ellos quieren su pago, pero eso no se cumplirá si no entregan lo encargado. Quieren recibir pago sin entregar producto y así no funciona, ya hicimos una negociación y acuerdos que  no podemos cambiar solo porque ellos no analizaron bien su capacidad de producción—manifestó Stephanie tratando de contener su ira.

—Está bien, tú tienes razón. Pero cómo dicen en mi país natal, ya estamos montados en el burro y lo tenemos que arriar—les dijo MJ, tratando de hacerlos reír aligerando la conversación.

Ellos la miraron con confusión en sus miradas, sin entender a qué se refería ese dicho, y ella solo volteo los ojos pensando que el humor Latinoaméricano no era gracioso en ningún otro idioma.

—Está bien. Yo voy a reunirme con ese proveedor. Por favor agenden la reunión y me avisan para conectarme en Zoom. ¿Puedes decirle a uno de tus especialistas que me mande por correo todo lo que tengan de ellos?— le dijo a Stephanie que la miró con alivio.

Tan fuerte como la piedra Donde viven las historias. Descúbrelo ahora