Tan fuerte como la piedra

Planes

La semana comenzó sin inconvenientes, y ya María José había comprado los pasajes de Valentina para dentro de dos semanas,  y estaba revisando en internet qué cosas podían hacer los fines de semana que ella estuviese de visita. No quería hacer las típicas cosas que hacen los turistas que vienen a la ciudad, no era la primera vez que su hermana venía de visita. Quería hacer otras cosas divertidas pero no tan comunes.

Tanto sus padres como Valen estaban muy emocionados por el viaje que se aproximaba, ya que sería una oportunidad para que las hermanas se reunieran, y reconectaran, y Daniela y ella también lo estaban porque se había formado un vínculo bien lindo entre las cunadas.

Maria Jose seguía buscando en internet, y en ese momento vio a Zach asomarse a la puerta y saludarla. Ella levantó la vista de la computadora, y se sorprendió de verlo acompañado de una joven.

—Buenos días MJ, mira ella es Lee Radwill, ella comenzó a trabajar con nosotros hace unos días, está trabajando directamente con Mary, ¿recuerdas que hace tiempo nos estaba pidiendo a alguien que la ayudara?, decidimos dejar de torturarla y explotarla, y le conseguimos ayuda—decía Zach riéndose de sus bromas.

—Sí claro. ¿Cómo estás? Mucho gusto—le dijo María José con un apretón de manos a la nueva chica—Yo soy María José Garzon.

—Encantada de conocerte. Gracias a ambos por la oportunidad.

—Bienvenida—le dijo María José mientras ellos seguían con el paseo por todas las áreas de la compañía presentando a la nueva asistente de Mary.

Mary Bligh era la directora de diseño de la división de ventas al por menor,  y en estos tiempos en que habían abierto dos nuevas tiendas en el país, se le estaba haciendo difícil encargarse de todo ella sola, por lo que pidió una persona que la ayudara a encargarse de las cosas más simples y rutinarias, mientras ella se encargaba de la parte de diseño.

Más tarde ese día tuvieron una reunión del departamento de Diseño, donde estaban discutiendo varios aspectos de las campañas, entre ellos la llegada de los exhibidores, que habían tardado más de un año en estar listos.

—Necesitamos terminar de instalar los exhibidores para tener los showrooms listos. No me agrado la idea de tener que inaugurar y que no estuviéramos al 100 por ciento. Bien saben que no me gusta tener que detener las operaciones para remodelar—decía Nancy, que ese día apareció en la empresa para dar sus instrucciones.

—Estamos esperando que Tony haga el envío de todo el mobiliario y equipos. Ya tienen todo listo y estoy coordinando con el equipo de logística el despacho desde China para acá—intervino Jim.

—Bien, estamos todos en la misma página—exclamó Zach para terminar la reunión—Shirley, envíanos la minuta de lo que hablamos y nos reuniremos dentro de un mes para revisar cómo va avanzando el plan.

—Por supuesto si algo surge, no duden en contactar a quien sea necesario para resolver—agregó Nancy—los veo en un mes.

Todos empezaron a salir de la sala, Zach se acercó a María José, como siempre hacía cuando terminaban este tipo de reuniones, y Shirley se les aproximó.

—Está tarde después de salir de acá estamos pensando ir a un bar, un grupo de nosotros, para retomar la hora feliz los viernes. ¿Les gustaría acompañarnos?

—Me encantaría Shirley, pero ya hice planes con Alison y los niños. Ya sabes, cuando tienes hijos es difícil ser espontáneo—respondió Zach, queriendo sonar como víctima.

—¿A quién quieres engañar Zach? Amas salir con tus hijos—le dijo Shirley volteando los ojos—¿Qué te parece MJ? Trae a Daniela.

—Me encantaría pero Dani se cayó hace unos días bajándose del tren y está de reposo.