Capítulo 26

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Kevin estaba acostando en su habitación, mirando hacia el techo con el corazón acelerado, sintiendo su cara ardiendo y sudando. Esperando por que su vecino llegara a su casa para admirar la sorpresa que le había hecho. Le había dejado una caja de marca textos, plumones, notas, lapiceros, lápices y gomas en su cuarto, junto a una orquídea celeste, con una nota que tenía grabada las palabras: "Sé que aprobarás ese examen".

El pelinaranja se acercó a la ventana, para poder mirar bien la reacción que tuviera con su presente, incluso preparando el video para que pudiera quedar en la historia. Faltaba poco para su llegada, había salido con Ed y Eddy a la feria, sabían que debía de descansar de los estudios un día antes del examen de admisión, eso era de ley que todas las personas aspirantes sabían, incluida la de dormir temprano para que al día siguiente no faltar.

"Espero le guste"

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-¿Preparado para una tarde de diversión?- le decía divertido Eddy, codeando a su amigo- Como en los viejos tiempos, tu, Ed y yo- cada que mencionaba a uno, les señalaba -Al menos por el tiempo que te quedarás aquí- se deprimió un poco- Tú te irás a la Universidad- se vió interrumpido por doble d.

-Aún no e hecho el examen- le sonrió mientras jugaba con la cuerda del bolso, llevaba uno pequeño donde guardaba su cartera y algunas cosas de limpieza, si bien tuvo que lidiar mucho tiempo con su TOC, ahora lo está tratando lo mejor que puede, aunque a veces no logra evitar el limpiar los lugares públicos- Así que no sé si estoy o no adentro de la carrera- 

-Los tres sabemos que te van a aceptar doble d- Ed comía un algodón de azúcar en forma de Jigglipuff- Eres bastante inteligente y seguro lo aprobarás sin problemas- de un bocado se devoró todo el algodón de azúcar de aquel adorable Pokémon.

-Creo que por el momento no quiero hablar más del examen- doble d sonrió nerviosamente.

-Claro- habló rapidamente Eddy- Hoy venimos a divertirnos, y a que tú- señaló a doble d- Puedas dejar que esa cabezota salga de los libros un rato- 

-¡Vamos a ese juego!- Ed gritó a ambos, y sin que pudieran decir palabra alguna, de una los levantó a ambos y los llevó cargando hacia el juego mecánico conocido como "el hacha".

Ambos solamente se rieron, recordando como de niños Ed siempre que quería ir a algún lado, y no quería ir solo, los cargaba a ambos hacia el lugar. Incluso una vez que hicieron una pijamada, Ed los cargó porque no quería ir solo al baño, ya que se encontraba al final de un pasillo bastante largo y le daba bastante miedo. Doble d y Eddy tuvieron que esperarlo afuera, temblando del miedo porque algún ente, fantasma o el mismo coco, saliera de la oscuridad para robárselos. 

Durante toda la tarde se divirtieron en aquellos juegos mecánicos. Doble d terminó vomitando en un cesto de basura después de subirse a la montaña más alta de ahí, demasiadas vueltas y unas banderillas no hacen una buena combinación. Ed terminó encajándole un dardo en el pie a alguien, por fortuna de los tres, traspasó el zapato en la parte donde no legaba el pie de la persona. 

-Deberíamos irnos- Ed miró el reloj, que marcaba las seis en punto de la tarde- No queremos que doble d se quede dormidote- entre los tes empezaron a ordenar las cosas, viendo quién se quedaba con qué, ya que el más grande de los tres había ganado varios premios.

En el camino, iban platicando y riendo.

-¿Ya tienes todo para el baile de graduación?- preguntó Ed.

-Por mi parte sí- habló Eddy, quien miró a doble d un poco decaído- ¿Qué tienes?-se preocupaba por él.

-No es nada- sonrió falsamente, los tres se conocían lo suficiente para poder distinguir sus mentiras, sobre todo las del chico del gorro negro, no solía mentir demasiado- Simplemente me siento bastante nervioso por mi examen- volteo hacia ambos, deteniendo su paso, provocando que los otros dos también detengan su paso- Gracias por el día de hoy caballeros- sonrió más ampliamente- Es lindo por fin que salieramos los tres, como cuando  eramos unos infantes- y los abrazó a ambos.

Se quedaron un rato así, abrazados. Doble d se sentía feliz de poder salir un rato a divertirse.

-¿Quieres quedarte a dormir en mi casa?- habló Ed, Doble d le miró algo confundido- Sé que te sientes un poco triste en tu casa sola, así que si quieres te puedo hacer compañía en la noche- le sonrió con amabilidad.

A doble d se le derritió el corazón por el gesto de su amigo, le parecía bastante increíble la habilidad de Ed de comprender los sentimientos y emociones de los demás, así que solamente asintió con la cabeza de arriba a abajo. 

-Entonces yo también me quedaré- le sonrió- Estos días haz estado con una nube gris encima tuyo- habló Eddy- así que te la quitaremos Doble d- Y con eso se fueron a la casa del de dientes separados, para así quedarse a dormir como le habían mencionado. No sabían que le pasaba a su amigo, sin embargo, querían estar con él lo más que pudieran.

Los tres se encontraban en la sala, discutiendo sobre qué debían de cenar y a que horas irse a la cama, aunque doble d, como siempre, lo tenía planeado. Los tres acordaron dormirse en el suelo, aunque terminaron por convencer a doble d que se quedara en su cama.

.....

-¡Doble d mira!- Ed gritaba emocionado por lo que había encontrado en la habitación de su amigo. Parecía un niño pequeño.

Al llegar a su habitación y toparse con todos aquellos materiales se sorprendió bastante, creyendo por un instante de que fuera un regalo de ambos, y que el "hacer una pijamada" solo fuera parte de la estrategia, sin embargo cuando vio aquella orquídea sabía exactamente de quién se trataba, sonriendo inconscientemente.


Mi querido Doble tontoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora