Capítulo 33

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Kevin estaba esperando algo nervioso en la mesa de una cafetería, localizada un poco lejos del vecindario, sin embargo era nuevo y le llamaba la atención, quería saber que tan bueno sería. Miraba nuevamente su reloj, que marcaba la hora de las ocho y media de la mañana, si bien su cita con, su ahora novio, era a las nueve, el pelinaranja estaba bastante nervioso por lo cual decidió llegar media hora antes.

Miraba por la ventana viendo pasar a la gente, algunas con paso firme y otras con un paso ligero, muchas de ellas llevaban abrigos y paraguas, ese día había amanecido nublado y con altas probabilidades de una lluvia, sin embargo la cita seguía en pie. Abrió su celular entrando en el chat con sus amigos.

"¿Debería pedir un café en lo que viene Edd?"

En la parte superior, debajo del nombre del grupo apareció el "escribiendo" de parte de Nath, a quien lo tenía guardado como "mi bro".

-¿Ya estás en el lugar?

pffffffff

y yo que creí que el ansioso era doble d.

Seguido de ese mensaje mandó un sticker en movimiento de acqua riendo. Kevin separó la mirada del celular para mirar hacia la puerta y las ventanas, para ver si venía o no Edd, para su mala o buena suerte, todavía no llegaba, así que volvió a la conversación del whatsapp.

"Me pone un poco nervioso por el hecho de que es mi primer cita con un chico, solo había salido con un par de chicas

realmente no sé que debería hacer ¿Qué dicen?"

Vió como en la conversación apareció un perrito bailando, seguido de un "solo sé tu mismo bro". Kevin miraba ingenuo el mensaje de Nath, esperaba que pudiera sacar algo más alentador como hacia varias veces atrás, pero no esperaba una frase tan trillada como esa. Cerró su celular, sin antes poner en el chat personal de Nazz, un breve mensaje para motivarla a ir con el terapeuta que Nath pudo conseguirle. Sonriendo recordando cómo el tipo apareció peor que saco de boxeo después de años de uso, colgado con cinta en medio de la cancha y sin ropa alguna, pasando toda una fría noche ahí, si bien todas las personas pensaron que fue obra de los del equipo que lideraba Kevin, en realidad fue obra pura de las porristas, no subestimaba su fuerza, pero tampoco pensaba que tenían tanta para dejar al pobre tipo en el hospital en cuidados intensivos. Juraron no decir nada, para que no les pasara algo, y eso incluía ocultarle a Nazz que fueron sus amigas la que hicieron eso, además que Nath ayudaría más tarde con un severo castigo hacia el chico, no tendrían ningún tipo de piedad hacia él.

-¿Listo para ordenar?- una chica se acercó algo tímida, colocando su libreta y lapicero para escribir la orden de su cliente.

-¿Me podría esperar unos minutos más?- mencionaba Kevin algo apenado por la situación- Estoy esperando a alguien, ordenaré cuando llegué- sonrió.

-Claro- miró su libreta y luego a Kevin- ¿Al menos puedo traerle agua?-

-Si, no hay problema- recibió aquel gesto amablemente. "Este es un buen lugar" pensaba para sí mismo viendo como la chica se iba hacia, lo que pensaba, era la cocina.

Se escuchó la campana de la entrada sonar, haciendo que Kevin inmediatamente se girara para poder verlo, sin embargo no era doble d, sino una persona desconocida, bastante mayor con un abrigo gris, y lo que parecía un traje formal, cerrando su paraguas. Miró nuevamente su celular para ver que tenía un mensaje de doble d, lo abrió inmediatamente.

-"Llegaré un poco tarde, Ed y Eddy quedaron en cuidar a nuestro hijo, pero todavía no llegan" debajo del mensaje una foto del gato acostado en el sillón, mientras jugaba con una bola de estambre de color blanca.

Mi querido Doble tontoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora