Capitulo 15

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Estaba escribiendo en el libro las respuestas correspondientes, la profesora de Matemáticas había encargado bastante tarea, y es la materia que más odio, lo más seguro es que a doble d no le esté llendo tan mal, pero Nath y yo nos juntamos para realizarla, incluso se ofreció para pagar un profesor privado el padre de mi amigo.

La maestra no es buena en su clase, las calificaciones las da como les agradan los alumnos, no importa si le haz entregado todos y cada uno de los trabajado encargados, o si haz hecho los proyectos como lo ha solicitado, siempre corres el riesgo de que te ponga un 3 por el hecho de que no le agradas, lo peor es cuando le pides explicación y la señora se hacela que no sabe o te dice "después te lo explico", "hay es que deje mi lista en otro lado" "tú debes de saber porqué".

Cómo es obvio, doble d es uno de los favoritos de la maestra, pero no por los trabajos o su inteligencia, como con otros maestros, sino porque le parece realmente tierno. Si, tierno.

Pero conmigo no, dice que soy el típico busca problemas de las escuelas, que lo único por lo que tendría futuro es porque juego futbol americano, lo cual me garantiza una beca en la universidad si sigo practicando, estando en equipos y ganando varios partidos. Sin embargo me odia con toda su alma, y me lo hace saber cada que puede, normalmente es hacerme preguntas durante toda la clase, pues a principios me quedaba dormido en mi lugar, otra veces me pasaba al pizarrón a resolver los problemas, y aún si mi respuesta era la correcta, siempre me corregía algo.

Doble d solo se quedaba mirando, algunas veces me pasaba la respuesta de las que veía que no podía resolver, le agradezco demasiado esos gestos.

-¡Pásame la 6!- decía Nath con ambas manos en la cabeza- ¡Vamos Nazz!- rogaba con desesperación.

-Callate y déjame terminar- le dijo sin despegar la mirada del libro.

-¡Nazz!- alargó la "a", diciendolo en forma de berrinche.

Estaban en la casa de Nazz, ya que ella les iba a ayudar con la tarea, aunque su método (para ellos) no era uno muy bueno.

-Tengo que irme- Kevin cerró su libro y lo metió en la mochila.

-¿Te vas sin mi cariño?- le abrazo por la cintura.

Nazz le abrazó también de la cintura, solo que del otro lado- ¡Seguro te vas a ver a otro!- se unió al juego de Nath.

-¡Lastimas nuestros sentimientos!-

-¡No tienes suficiente con nosotros! ¡Seguro satisfaces tus deseos mundanos con esa otra persona!- coloco su mano en su frente, agarrando un pañuelo.

-¡Cálmense!- les metió un sape a ambos- ¡Por dios! ¿De qué hablan? ¿De nuevo tengo que hablarle al psicólogo?-

Logró safarse de ambos, ya que estaban ocupados sobándose la zona en dónde habían recibido el golpe, inmediatamente Kevin se puso de pie, con su mochila en mano.

-Hoy voy a salir con doble d- se colocó la mochila en su hombro derecho- Debo llegar temprano, ya saben, es edd-.

Ambos enseguida se alegraron, ya que el chico de gorra llevaba meses queriendo invitarlo a salir, pero cuando se armaba de valor e iba en dirección al chico, inmediatamente su valentía se iba por un caño, terminando hablando de su entrenamiento o de otra cosa completamente diferente, nada que ver.

-¿A dónde van a ir?- decía Nazz feliz.

-¿Quieres que te ayude? Trabajo en el observatorio, podría...- sin embargo le interrumpió su amiga.

-¡Tenemos que ayudar a Kevin!- sacudía a Nath- ¡¿Cómo piensas ir vestido con esas fachas?!- se cruzaba de brazos.

-Nazz tiene razón, ¡¿Cómo piensas ir vestido así?!-

Mi querido Doble tontoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora