Solamente se escuchaba como nuestras pisadas hacían ruido en la oscuridad, para nuestra fortuna los focos que alumbraban la calle se encendían. Hace unos minutos estábamos viendo si irnos en taxi o camión, pero no teníamos dinero y doble tonto no quería subirse a un transporte público por su miedo a los gérmenes. Por mi parte, Nath y Nazz me abandonaron, fuimos al lugar donde estaba estacionado el carro se Nath, para ver si podíamos irnos juntos, pero para mí sorpresa ya no estaba.
Así que caminamos al vecindario, en silencio, uno que no es incómodo en ningún sentido.
-Hoy está bastante despejado el cielo- oi a doble d, así que me gire y estaba parado, a dos o tres pasos de tras de mi.
-Es mejor así, es agradable- mencione viendo hacia el cielo- Ayuda bastante que no haya carros ni motos- sonreí.
-Si, es pacífico- sonrió y continúo caminando, pasando a mi lado con una sonrisa linda.
-¿Sabes que día es hoy?- mencionó.
-Humm, ¿Martes?- dije algo perdido.
Se empezó a reír por lo bajo- ¿Qué? ¿Dije algo malo o gracioso?- En verdad están totalmente confundido, no sabía lo que le ocurría.
-Ven- Me extendió la mano y me dirigió así por un largo tiempo.
Realmente no me molestaba, me agradaba sentir sus manos tibias con las mias, uniéndose, me imaginaba lo lindas que se verían con anillos de compromiso y/o de matrimonio. Estuvimos caminando bastante tiempo, sentía que era una eternidad, pues no reconocía algunas de las calles, a veces cuando lograba reconocerlas y ubicarme, doble d giraba en otra dirección, haciendo que me volviera a perder en el mapa mental que hacía. Sin embargo, me rendí, así que solo me dedique a ver las casas, plantas, algunos animales que paseaban como perros y gatos, incluso algunos adornos que tenían las casas.
Entramos en algunos arbustos, y por fin paramos.
En frente de nosotros, estaba la camioneta del basurero, aunque la veo más limpia de lo normal.
-¿Que hacemos aquí?-
-Vamos adentro- me jalo y antes de entrar me tapo los ojos- No te apures, tu abre-
Le hice caso, no estaba en posición de negarme, en cierta parte me agradan las sorpresas, asi que como pude abri las puertas traseras de la camioneta, después de varios intentos fallidos pues al no tener la vista, no sabía ni como abrir esa cosa, incluso doble d me daba indicaciones algunas veces para poder abrir, aunque lo desesperaba a los pocos minutos.
Cuando logré abrir aquella camioneta escuché a edd decir "sorpresa" riendo, ví que en el automóvil, se encontraban dos cojines, encima de unas colchas y tapetes, en medio una caja verde con un moño naranja, a los costados unas pequeñas repisas con libros, discos tanto de música como de películas, comics y mangas, incluso había algunas fotos pegadas de bandas que teníamos en común.
-Sé que es tu cumpleaños, y espero te guste- se puso a un lado de mí sonriendo- tuve ayuda de Nath y Nazz, así que es un regalo de tres- se sentó en el borde de la camioneta viéndome alegre- ¿Te gusta?-
No pude contener las lágrimas y llore ahí mismo.
Obviamente doble d se preocupo por mi, fue por pañuelos y me los dió -¡Si no te gusta lo puedo quitar!- me decía espantado -¡¿Es el color?! ¡¿O los cómics no son los indicados?!- me decía desesperado tratando de encontrar el motivo -¡Es el orden! ¡¿Es demasiado orden?! ¡Claro! ¡Lo hice a mi estilo, olvidando el tuyo- lo último lo dijo para si mismo, sin embargo logré escucharlo perfectamente, trato de meterse en la camioneta, sin embargo le detuve.
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Mi querido Doble tonto
FanficCada día te llevo una flor de orquidea y de ortencia. Me recuerdan mucho a ti mi querido Doble tonto