Capítulo 25

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"No tengo ganas de nada" 

Esos eran los pensamientos de Kevin, quien no sabía ni quería hacer algo, así que simplemente agarró su celular y se metió a ver vídeos en you tube. Era fin de semana, y por suerte el entrenador les dio libre a los de último año, aunque era para que pudieran estudiar más para su examen de admisión, Kevin lo aprovecharía para poder descansar bien.

Después de ver bastantes videos, checó la hora en su celular.

-Doce cuarenta- lo decía con desgane- Debería de ir a comer- se dio vuelta en su cama y siguió viendo videos.

Un rato más tarde, se paró de la cama, solamente en bóxer, ya que hacía demasiado calor y le daba flojera ponerse una pijama, queriendo ir hacia su baño, pero observó por la ventana, mirando a su vecino haciendo jardinería. "¿No debería estudiar?" y acto seguido sonrió "Mira quien o dice". Se acercó más a la ventana, quedando en el marco de esta, viendo mejor como arrancaba y movía unas flores: orquídeas azules. Aquellas que le había dado hace unos días en anonimato, inconscientemente sonrió "Le gustaron", realmente se sintió orgulloso.

Doble d volteó hacia la casa del pelinaranja, topándose con los ojos de su vecino en él, y la sorpresa de que no tenía una camisa puesta, suerte que solo se le veía de la cadera hacia arriba, sonrojándose un poco.

-¿Quieres que te ayude?- habló primero Kevin, sonriendo más ampliamente.

Doble d miró las orquídeas y luego a su vecino, analizando las cosas, para después asentir con timidez- Claro, me ayudaría una mano extra- y con eso Kevin gritó "En cinco estoy ahí", cerró sus cortinas y se empezó a preparar lo más rápido que pudo.

Agarrando un oberol de mezclilla que tenía arrinconado, y que siempre usaba para pintar las paredes de la casa, con una camisa blanca, unos tenis sucios, que no eran los que usaba en las prácticas de su equipo, pero recordó cuando en una ocasión Nath por poco se desmaya al estar cerca. Salió corriendo de la casa, diciéndoles o mejor dicho, gritándoles a sus padres que iría con su vecino de enfrente para ayudarlo, y cuando estaba en la puerta se tuvo que regresar, para agarrar los guantes de su madre que usaba en la jardinería.

-Estoy aquí- dijo detrás de doble d, con ambas manos en la cadera -¿Qué necesitas?-

Doble d se paró del pasto, sacudiendo la poca que tenía en su ropa- Espero no te moleste hoy- se disculpó- Sé que de seguro querías descansar más tiempo- 

-No te preocupes por eso doble d- le interrumpió- Soy feliz siendo de ayuda- le sonrió amable.

Durante las siguientes horas Kevin le ayudaba a cargar cosas pesadas, aunque obviamente no siempre podía con ello, doble d le ayudaba de una parte o le guiaba hacia donde debía de ir.

-Mueve la maseta más a la derecha-doble d analizaba donde se veía mejor, una palma a la entrada de su casa se veía realmente bien.

-¿Así?- preguntaba Kevin, una vez que la maseta tocó suelo, descansando sus brazos unos momentos, aunque no escuchó respuesta alguna, supo que lo estaba analizando, cuando escuchó un "perfecto", se paró, tronándose la espalda en el acto y sintiéndose más aliviado. -Voy por agua- dijo para entrar a la casa de doble d.

-¿Qué haces cabeza de calcetín?- escuchó a su espalda, volteándose viendo a Eddy y Ed.

-Un poco de jardinería, mis padres me dejaron una nota diciendo que quería tener unas masetas fuera de la casa- se quitó los guantes que tenía puestos, de color amarillo pollo- ¿Qué hacen aquí? Usualmente tienden a quedarse en casa jugando videojuegos en línea- camino hacia ellos quedando a tan solo unos centímetros.

-Venimos porque a Ed- Eddy apuntó al más grande del grupo- Vio que sacarían una secuela de un videojuego sobre aliens, y me pidió que lo acompañara- Ed sacó su celular, mostrando la portada del dichoso juego.-Pensamos que querrías venir, ya que cerca de ahí hay una librería y podrías sumergirte en cosas de nerds- movía la mano- Te marcamos un par de veces a tu celular, e incluso a tu casa, pero no respondías y Ed pensó que te había pasado algo- Ed puso ojos de cachorrito, disculpándose por haber pensado en lo peor- Así que venimos personalmente para ver si estabas bien- Antes de poder seguir, se vio interrumpido.

-Toma- era Kevin quien le ofrecía un vaso de limonada- Debes de tomar algo- Doble d agarró el vaso agradeciendo el gesto.

-Pero veo que estás bastante ocupado- Eddy miraba a ambos- Vámonos Ed- empujó al más alto un poco- No queremos interrumpir a los recién casados- lo decía en forma de burla mientras doble d se sonrojaba de las mejillas y parte de las orejas.

-¡Tráiganme un regalito de su luna de miel!- gritó Ed siendo empujado por Eddy, con una sonrisa- ¡Pero no unos chones!- 

Eddy y Ed tuvieron que correr para alcanzar el camión, quien pasó por un lado de ellos. Si querían llegar a tiempo debían de tomarlo ya. Quedándose ambos chicos de gorra solos, uno sonrojado y otro confundido.

-¿Por qué le regalaría unos chones?- dijo rompiendo el silencio que se había formado.

Siguieron con lo suyo, acomodando las pocas plantas que les quedaban, podando unos pedazos de césped, que a opinión de doble d, aun faltaba de cortar para que pudiera quedar a la par. Cuando por fin acabaron, Kevin puso unas sillas desplegables en el jardín y una mesita blanca en medio de las dos, colocando una jarra de vidrio con limonada y los dos vasos, donde anteriormente había bebido.

-¿No vienes?- se acostó soltando un suspiro de alivio, no se había sentado hacia bastante rato.

Doble d imitó su acción, tomando su vaso y bebiendo el líquido. Mirando su trabajo, sintiéndose aliviado de que la jardinería le pudiera despejar un rato la mente después de estar tanto tiempo sumergido en sus libros, estudiando día y noche, casi sin descanso alguno.

-Quedó bastante bien- dijo doble d- Gracias- volteó a verle.

-No hay de qué- sonrió Kevin- Es más que obvio que quedó bien, me tienes a mi- se señaló a sí mismo sonriendo- Eso es garantía para que las cosas salgan bastante bien-

Doble d empezó a reír- Hoy fue un buen día de descanso-

-¿Descanso?- le miró con una ceja levantada- Pero si hemos hecho jardinería, no es descanso- le tomó a su limonada- No cuenta como ocio- dejó el vaso en la mesa, sentándose en la silla en dirección al de gorra negra.

-Pues es mi descanso- también dejó su vaso en la mesa, sonriendo- Y la verdad fui bastante rebelde- sonrió más.

-¿Te revelaste?- Kevin se asombró al recibir un asentimiento de cabeza por parte de doble d, su mente empezó a trabajar, imaginándose a doble d con un tatuaje, a un doble d con algún piercing, pero al instante se corrigió pensando "Es doble d, es obvio que no haría eso". Agarró nuevamente su vaso, con un poco de limonada que se había servido- Y... ¿Qué hizo el señor rebelde?- tomó un poco- Si se puede saber-

-No tengo nada planeado para mañana- sonrió como un niño pequeño- No tengo planes-

Kevin se asombró por lo que le decía, usualmente doble d era de planificar su día a día lo más preciso que podía, a veces pensando en la idea que sus momentos donde se jalaba el ganzo también estaban planeadas para hacerse cada cierto tiempo, "Si planifica sus duchas, dudo mucho que no tenga planificado el jugar a las canicas". 

-Valla- sonrió de lado- El niño se a convertido en adulto- alzó el brazo con la limonada en dirección a doble d- Brindemos por la rebeldía de este chico-

Ambos brindaron por el gran paso que había logrado doble d, dejando de planificar su día, al menos uno. Quedándose en el jardín relajados, no había ruido en el vecindario y el sol era perfecto para tomar un poco de Vitamina C, incluso haciendo aire de vez en cuando, haciendo que ambos chicos se relajaran en las sillas, quedándose dormidos en ellas.

Ya verían como lidiarían con las quemaduras.

Mi querido Doble tontoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora