Capítulo 34

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-Y el caballo va en forma de ele- decía doble d, moviendo la pieza de marfil en forma de caballo, por el tablero- Y aquí son las posibles casillas donde puede caer, como sus movimientos son algo limitados debes de tomar bien en cuenta cómo colocar tu caballo al momento de la partida- Regresó la pieza a su lugar.

-Creo que ya empiezo a entender-decía Kevin, algo agotado mentalmente con tanta información que había recibido ese día.

Hace un par de días escuchó a doble d quejarse de no tener con quién jugar ajedrez más que con Nath, aunque este fuera bueno y lograra derrotarlo, le gustaría que más personas jugarán con él, así como los Crueles, quienes a pesar de no saber, se la pasaba genial con ellas incluso una vez Marie le llegó a ganar. Con eso, Kevin decidió pedirle que le enseñara a jugar, intentando que se viera como que casualmente el interés le surgió después de ver la serie "Gambito de dama", justo cuando doble d se había quejado ese mismo día.

-Ahora, los movimientos de la torre y el alfil son bastantes simples- le explicaba, sin embargo se perdía en aquel brillo de su cara, podía ver que era todo un nerd, y amaba eso de él.

-Bien, creo que ya me logré aprender los movimientos- decía, y ahora explicaba los movimientos mientras señalaba las piezas correspondientes, solo para hacer hincapié en que en verdad si había retenido aquella información en su memoria.

-Bien, ahora es momento de explicarte la manera en la que puedes capturar a tus oponentes- Empezó de nuevo la explicación de cada una de las piezas, pero esta vez intentando mezclarlo con algo relacionado con el futbol americano, así de esta forma podría captarlo mejor. -No sé si tengas alguna duda- Al ver la expresión de Kevin se sentía un poco avergonzado, tenía una cara incrédula sobre las distintas maneras y reglas que podría llegar a tener, no podía con la información de los movimientos, su captura y algunos tips sobre proteger al rey al mismo tiempo -Una disculpa si hablo mucho, me emociona que alguien más quiera jugar conmigo- jugaba con sus manos nervioso, recordó aquel momento en el que intentó enseñarle a Eddy, pero este habló tanto que termino agobiando a su pobre amigo de apenas 8 años de edad.

-No- respondió casi gritando, al instante que se disculpó- Oh, vamos doble d, no tienes porque pedir disculpas si un tema te apasiona, entiendo que por la emoción llegues a hablar demasiado y des bastante información al mismo tiempo, y si, quizás sea demasiado por el momento y me cueste entenderlo, pero no quiero que pidas disculpas- con ambas manos, una en cada cachete, le tomó con delicadeza para que le viera, ya que su vista estaba perdida en la nada- Amo ver como se te ilumina el rostro cuando hablas de estos temas, y si fuera por mi, me pasaría días enteros sin dormir solo para ver como me platicas del ajedrez, los hongos o la limpieza, así no entienda los términos empleados- se inclinó hacia él y le besó en los labios. -Espero que a la proxima que pidas disculpas sea por no haberme mandado un mensaje de buenas noches- bromeó con aquella situación, sabiendo perfectamente que doble d le manda mensaje cada noche a la misma hora, a las nueve en punto, ni un minuto más, ni un minuto menos.

Doble d asintió lento, colocando sus manos sobre las manos de su novio, sintiendo con detenimiento el calor que le brindaba, y cómo le hacía sentir bien.

-Bien, entonces tengamos una pequeña partida amistosa para ver si realmente puedo superar al maestro- le sonrió.

-Claro que sí-

                                                                                     MEDIA HORA DESPUÉS...........

-¡Esto es por Juanito!- con un peón comió al alfil de doble d.

-Bien, ahora puedes cambiar al peón- lo decía entre risas, le costaba tomar seriamente la partida si Kevin bromeaba cada que tenía oportunidad.

-Bien, escojo a Juanito- con tranquilidad y alegría tomaba el peón, colocandolo a un lado del tablero, para regresar al caballo en la casilla en donde estaba la otra pieza.

-Ni modo- Doble d se comió a Juanito con la Dama, quien se encontraba en el otro extremo del tablero, sin embargo estaba en una de las casillas que tenía en el alcance.

-¡Juanito!- exclamó derrotado, con ambas manos sosteniendo su cabeza y recargándose en el respaldo de la silla, ese era el último peón. 

-Y con esto logro un Mate- Kevin observó el tablero, dándose cuenta que efectivamente, por querer recuperar a Juan, termino perdiendo la partida, por octava vez consecutiva.

-No es justo- empezó a hacer un puchero- Nunca puedo recuperar a Juan- se cruzó de brazos. En ese momento su celular empezó a sonar, mientras que doble d se limpiaba las lagrimas Kevin contestó el celular.

Viendo la hora, empezó a recojer el tablero y las piezas, ya era algo de noche y seguramente sería mejor si fueran a ver alguna película o hicieran algo más que intentar proteger/recuperar a Juan, sin embargo al momento de guardarlas, se detuvo en el caballo, viendo sus facciones y sonriendo, con cuidado que no lo viera Kevin, se lo llevó a su bolsillo de su sudadera.

-Tengo que irme- dijo sonriendo- Prometí que iría con Nath y Nazz, y creo que ya voy algo tarde- sonrió con vergüenza, viendo que se había quedado demasiado tiempo en la casa de su novio que ni tiempo de cambiarse podía ahora- Ojalá juguemos otro día, enserio me gustó-

Ambos se fueron a la puerta principal, para poder despedirse bien, acordando volver a jugar en un par de días, e incluso proponer la regla de no matar a Juan, pero fue denegada por doble d, quien le dijo que quizás podría enseñarle otras formas de jugar ajedrez, para que viera lo divertido que podía llegar a ser sin Juan.

-Pero más te vale que Juan esté a salvo- Salió de la casa, solo un paso y dio media vuelta para estar cara a cara nuevamente- Y espero que ese día no tengas nada programado- le sonrió- Porque ese día tendremos que estar toda la noche despiertos, tendremos un maratón de las películas de Barbie, sobretodo la de Barbie y las doce bailarinas-

-Va, le entro-

Kevin caminaba lentamente de espaldas, mientras sonreía bobamente, y se dio media vuelta, sin embargo unos pasos adelante se giro, salió corriendo hacia doble d y le plantó un beso -Buenas noches, mi vida, nunca te lo dije, pero tengo envidias de las sábanas porque ellas si pueden abrazarte cada noche- y con otro beso, salió corriendo.



............

Una disculpa por la tardanza, me dio un bloqueo creativo, pero aquí andamos regresando.

Mi querido Doble tontoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora