Capítulo 4

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Iba caminando por los pasillos de la escuela, me sentía realmente furioso y con demasiado dolor. Hoy habíamos jugado contra otra escuela, era un grandioso partido, especialmente a que Ed se unió a nosotros, a pesar de ser una cabeza hueca es una buena estrategia usarlo para bloqueo. Hasta que pudieron pasarlo, y fue ahí donde sufrimos las consecuencias. Nos aplastaron totalmente. Me hice más heridas que los otros, ya que al momento en que pudieron pasar nuestra defensa tenía el balón en mis manos.

Por suerte estaba Doble D, solo asistió para poder apoyar a su amigo, lo sé por que nunca lo había visto en uno de mis partidos, de seguro iba a estudiar o algo así, aunque no debería burlarme ahora que tengo asesorías con el tonto.

Me ayudaba Nathan al caminar, ya que me había doblado el tobillo y me costaba apoyarme en mi pie derecho. 

Nathan es un chico de intercambio, al menos así lo fue por unos meses, según me contó, sus padres se decidieron mudarse aquí ya que el costo de la casa y su mantenimiento era realmente bajo, para ser bastante ricos eran bastante codos. Pero al menos así pudo quedarse, me hice amigo de él. Al principio costó bastante, pues al ser millonario tenía el miedo que le usara solo por su dinero, claro que nunca me enteré hasta tiempo después, una vez que había agarrado confianza. Irónicamente nuestros padres se conocían, ya que sus padres eran inversores de la empresa de los míos.

-Valla que nos dieron una paliza- Sonrió ladino- Pero al menos pudimos aventajarles, eso ya es una ganancia-. 

-Sé que intentas animarme Nath-me sentó en la banca al lado de la enfermería- Pero no creo que funcione, ahora mismo estoy enojado con el equipo, necesito que se esfuercen aún más- Me saqué los tenis, me empezaban a calar demasiado.

-Debemos de buscar la manera de mejorar su resistencia y fuerza- Se sentó al lado mío- Puedo decirle a mi padre que contrate a un especialista, podría ser de mucha ayuda, el entrenador actual es un asco- 

Empezamos a hacerle burla al entrenador, realmente apestaba, nadie sabía como había llegado al puesto, pues sólo nos ponía a correr y se iba. Todos sabíamos que mantenía una relación con la enfermera, siempre se iban a hacer cosas indebidas por ahí. Por lo que, al ser el capitán, tomaba el liderazgo poniendo a todos a mejorar sus capacidades, al haber sido también el capitán en la primaria, sabía algunos ejercicios para hacerlo. Pero al ser de secundario no servía de mucho, pues nuestros cuerpos están en el crecimiento hormonal, lo que provoca aun más cambios físicos.

-¿Ya les dijiste al equipo que se vinieran a la enfermería?- miré a Nath.

-No te preocupes Kevin- se sacó la camisa- La enfermera fue a los vestidores, dijo que los demás no tenían heridas tan graves, aunque creo que Rolf se va a negar a ser atendido- se puso en puño la mano en la boca superficialmente.

-Tienes razón- me troné el cuello- ese granjero debe atenderse-.

-Ya tendremos una charla con él- 

En eso vimos como la puerta de la enfermería se abría. -Pueden pasar- era doble D. No me sorprendí para nada, me contó que había logrado ser nuevamente el asistente de la enfermera, además que esta le ayudaba para su estudio para el examen de admisión a la universidad. Incluso lo ayudaba para sus prácticas. Claro que no sabía quienes son sus padres, pues Edd no es el tipo de persona que se cuelga del nombre de ellos. Tal vez aún falta mucho, pero es sabido por muchos que el examen de admisión en áreas de salud es un verdadero campo de batalla, menos del 30% logra pasarlo a la primera, muchos tienden a repetir una y otra vez, incluso hay quienes cambian de carrera al cuarto o quinto intento.

Nos puso en camillas diferentes, pero uno al lado de otro, mientras que se ponía guantes y su bata blanca. Realmente le sienta bien el blanco.

Se dió la vuelta hacia nosotros -Bien empecemos con esto-.

Mi querido Doble tontoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora