Mi querido Doble tonto

Capítulo 45

-No puedo creer que te haya pasado todo eso doble d- decía sorprendido Kevin.

-Si, fue un poco agotador eso, aunque estoy feliz de por fin salir a una cita, hace mucho que no vamos a una- decía sonriente mirando el celular la hora, aunque aun faltaban cinco horas con treinta minutos para su reserva en algún lugar.

-Es cierto, ha pasado mucho tiempo- puso ambas manos al volante- ¿El copiloto está preparado para partir?- le preguntó con gracia Kevin.

-Claro- guardó el celular y abrazó a Kevin de la cintura- Aunque han sido varias veces aún no me logro acostumbrar a la motocicleta, es muy peligroso estar en ella y..-

-Tener un accidente es más probable que conducir un carro blah blah, me sé el monologo de memoria pero no te preocupes, estás en manos expertas- y con eso arrancó en dirección a la casa de Nath, deseaba que este día fuera perfecto, tal y como lo había planeado.

"Espero te agrade doble d lo que planee...

...Creo que estar mucho tiempo a su lado me a afectado, estoy empezando a tener la maña de planear mucho las cosas..."

-Por fin tierra firme- dijo mientras se bajaba de la motocicleta quitándose el casco.

-Vamos a cambiarnos, que nos espera la reserva y espero que no te demores- buscó en su celular unos minutos y acto seguido, le enseño a doble d un horario de colores, con lo que tenía planeado, todo un día planeado de inicio a fin- ¿Ves lo de color azul? tenemos treinta minutos para ducharnos y asearnos bien, y lo de morado es para cambiarnos de ropa, otros treinta minutos para que te prepares bien, y treinta minutos extras por si no me gusta y necesitas un cambio- veía su horario planeado un poco preocupado por los tiempos

Doble d solo lo veía un poco sorprendido, y a la vez enternecido, las citas de kevin siempre tenían que salir perfectas y de acuerdo a lo planeado en el horario. Desde que doble d entró a la facultad de medicina sus tiempos eran muy limitados, así que Kevin empezó a planear más las cosas cada que salían, y aunque no fueran pareja, quería que fuera un momento de relajación para el de ojos celestes.

Tal como se había planeado, se ducharon y se asearon, rasurándose la barba, bigotes, la cara y otras partes del cuerpo.

-¿A dónde vamos?- preguntó doble d mientras se cepillaba los dientes.

-Lo sabrás cuando lleguemos, no seas impaciente- le contestó Kevin limpiándose el resto de la espuma para afeitar con una toalla pequeña de gatos, que le había regalado Nath.

-Me refiero- escupió la pasta- Qué a qué tipo de lugar, si uno elegante, a un restaurante más o menos, o al puesto de tacos de la esquina- se enjuagó en el lavamanos mientras kevin, detrás suyo revisaba si le faltaba alguna parte de rasurar en el espejo.

-Ah eso- dejó la toalla colgada- Es un lugar muy elegante- espero a que doble d se terminara de secar con la toalla, para guiarlo entre los pasillos, conocía esa casa como si fuera propia. Llegando a un cuarto, en donde al entrar se encontraron con dos hileras de ropa colgada y envuelta en plásticos- Nath me dio permiso de prestarme algunos trajes que tiene, espero te queden, Nath y yo compartimos complexión por lo que es sencillo prestarnos ropa, pero tu eres más flaco, espero no tengas muchos problemas en encontrar algo de tu talla, sino de todas formas le podemos hablar al Sastre de la familia de Nath, hace arreglos en menos de veinte minutos- habló casi sin respirar.