Capítulo 10

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Estaba corriendo lo más rápido que podía, era algo tarde, gracias a que no había sonado la campana me quedé dormido, si llego a tiempo podré entrar a mi primer clase del día: laboratorio. Estoy agradecido con el universo, pues mi compañero es doble d, sé que a él no le agradan las faltas, y sé que se enojará si falto, así que me esfuerzo para poder llegar temprano para pasar tiempo de calidad. 

Vi mi reloj para checar la hora. 

7:55 am

Perfecto, 5 minutos para el timbre, solo falta sacar las cosas de mi casillero.

-Hey, la abeja ya está en el panal- dijo Nath estando a mi lado.

-Gracias- le respondí con el aliento que tenía, había corrido bastante para llegar a tiempo. 

Habíamos puesto esa clave para cuando llegase tarde, Nath y Nazz me apoyarían dejando las cosas en el casillero de doble d, las flores para ser exactos, las cartas todas las tenía yo. Saque las cosas lo más rápido despidiéndome de Nath, tenía que llegar a tiempo, pues la maestra de laboratorio es bastante estricta con la puntualidad, incluso con el material y la bata.

-Buenos días Kevin- me dijo doble tonto- Espero hallas dormido bien-.

Me senté al lado- Si, algo así- dejé mi libreta y un lápiz en la mesa- Mi maldita alarma no sonó y tuve que venirme corriendo- me recargué en mis brazos que estaban extendidos sobre la mesa, volteo a verle su cara- Al parecer a ti nunca te falla- 

-No- dijo riendo- La verifico varias veces por las noches, así me aseguro de que funcione bien al día siguiente- acomodó sus lápices en orden.

-Valla, tal vez debería de hacer eso- me rasqué la cabeza, vi que tenía la rosa en su lapicera, así que me hice el tonto para poder preguntarle- Oye doble tonto- me volteó a ver- ¿Y esa flor?- le apunté a donde estaba aquel regalo.

-Al parecer una persona me deja flores en mi casillero- se le tiñeron las mejillas de rojo- y algunas veces, me deja cartas, aunque como están a computadora no puedo saber de quién son- dijo viendo aquella flor- pero se me hace un lindo gesto- miró sonriéndome.

Antes de poder hablar, la maestra entró regañándonos a todas las personas presentes, menos a doble d y a mí, porque el trabajo fue realmente bueno, pero las demás personas no pudieron salvarse. Intentaba comunicarme por medio de papelitos, incluso por señas pero doble d no sedía, seguía con la insistencia de que debemos ponerle atención a la clase, así que después de unos minutos me rendí, viendo como a lo lejos Nath se reía de mí por, según él, "ser un mandilón y dócil", solo tengo decencia básica.

Dejé de hacerle caso para prestarle atención a las clases, llevo un buen promedio gracias a la ayuda de doble d, sin embargo su estudio para el examen de admisión es lo más importante, así que mis asesorías se han vuelto solo el fin de semana. Claro que Nazz le acompaña, ambos piensan ser los mejores doctores.

Llegó la hora de la comida, y fui con Nazz para acompañarle hasta la cafetería, debo asegurarme que siga sus comidas, aunque ella asegure hacerlo, aún no le quitamos el ojo de encima.

Una vez allí vi que doble d se sentaba junto a los otros idiotas, y por alguna razón me volteó a ver, sentí como si estuviéramos solamente él y yo, sin nadie más con nosotros, hasta que Nath me tocó el hombro diciendo que nos sentáramos con los edd's y las crueles, nos habían invitado a su mesa. Los tres nos dirigimos ahí.

-Hey, tonto- jalé el gorro negro, que obviamente agarró para que no se fuera de su cabeza- ¿Aún con la paranoia?- solté su gorro y me senté a su lado, sin dejar de perder de vista a Nazz.

Mi querido Doble tontoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora