- ¡Al fin en casaaa~! _ canturrio un rubio terriblemente cansado, caminó hacia su habitación se puso ropa cómoda y volvió a la sala para ir hacia la cocina y preparase algo para comer _ ¡Dios, que estrés!
- ¿Muchos clientes hoy? _ preguntó alguien tras el rubio, ya que este se encontraba buscando algo para comer en su nevera.
- Si, y lo peor es que son muy molestos y... _ paró en seco su actuar ¿Con quien carajos esta hablando, si vivía sólo? Lentamente se dió la vuelta, y ahí estaba viéndolo con una sonrisa _ ¡Mierda Yoon! ¿¡Que haces aquí!? _ exclamó viendolo extrañando _ ¿¡Cómo entraste!?
- Se la contraseña ¿Lo olvidaste? _ dijo apoyándose en la isla de la cocina _ además, te llamé muchas veces y no me respondiste.
- Lo siento, es que uno de mis clientes estaba molestando mucho, así que tuve que poner mi teléfono en silencio.
- Eso lo explica _ dijo resignado, el contrario continuo buscando algo de comer hasta que.
- Olvidaste hacer las compras otra vez Jimin, no hay nada de comer, hasta un ratón moriría de hambre aquí.
- Y yo también me voy a morir de hambre... ¿Y si pedimos pizza?
- Si, y luego te digo porque estoy aquí.
TRES HORAS DESPUÉS- Estuvo buena la pizza y la peli ¿No?
- Si... ¿Jimin? _ el pálido llamó la atención de contrario.
- ¿mmm...? _ contestó sin prestar mucha atención al pálido ya que se encontraba viendo algo en su teléfono _ mira Yoongi, esta chica está como quiere, mira esas piern....
- ¿Cuando me propondrás matrimonio? _ soltó rápidamente interrumpiendo al rubio.
Jimin lentamente de giró a verlo, con la cara claramente de confusión.
- ¿Cómo?
- Que cuándo vas a proponerme matrimonio _ repitió con una sonrisa agitando las pestañas.
- ¿De que mierda hablas Yoongi? _ preguntó tratando de contener su risa.
- De ésto _ dijo antes de sacar una hoja de su portafolio, para luego entregarla al rubio.
- ¿Que es esto? _ dijo más confundido de lo que ya estaba, agarró la hoja y empezó a leerla, mientras más lo leía su ceño más se fruncia y su sonrisa desaparecía _ ¡aaaaah yaaa! _ exclamó antes de mirar al contrario retomando nuevamente una sonrisa.
- ¿¡Recuerdas!? _ dijo algo ilusionado el pálido.
- ¿Hoy es día de los inocentes? ¿No? _ preguntó.
Carajo, Yoongi se había noqueado mentalmente.
- ¡No! ¡Mirá, tu mismo lo hiciste! ¿¡Acaso no recuerdas!?
- ¡No, no recuerdo un carajo Yoongi!
- ¡Fue hace quince años, después de esa fiesta en dónde nos emborrachamos, porque no pudiste conquistar a nadie, y mi novia me dejó en mi cumpleaños! ¡Yo estaba más triste, por la bruja ésa, por eso hiciste ese contrato, para que ninguno de los dos se quedará sólo! _ toda esa información le cayó como balde de agua fría al rubio, Yoongi tenía razón, todo lo que dijo era verdad.
- Bien, si ya recordé _ dijo aceptándolo al fin _ pero dime una cosa Yoongi, ¿Es necesario que lo cumplamos? Es decir, estábamos borrachos no tiene validez _ dijo encogiéndose de hombros.
- La tiene, hoy fui a la notaría _ bromeó cruzándose de brazos _ lo que tienes ahí es una copia que tome antes de hacer notaríar el contrato _ el rubio lo vio con la boca abierta.
- ¡Cómo mierda pudiste! ¡Min Yoongi! _ gritó siguiendo el juego de yoongi.
- No te enojes _ sonrió apenado _ pero ya presentía que te ibas a negar, por eso lo hice.
- ¡Ahora sí estás muerto Min! _ empezó acercarse al pálido.
- Espera Jimin, no hagas nada de lo que te vayas arrepentir _ empezó a retroceder.
- Empieza a correr Min Yoongi, porque ahora sí te mató _ tras escuchar eso rápidamente el pálido empezó a correr por todo el departamento con un rubio tras él.
Larga noche para éste par de amigos y talvez futuros esposos.
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Caprichos del destino
FanfictionPark Jimin abogado de Min Yoongi, ambos son buenos amigos desde la adolescencia. Un día de borrachera cuando ellos apenas tenían veinte años deciden hacer un contrato, que decía que Park Jimin pediría matrimonio a Min Yoongi al cumplir los treinta y...