Park Jimin abogado de Min Yoongi, ambos son buenos amigos desde la adolescencia.
Un día de borrachera cuando ellos apenas tenían veinte años deciden hacer un contrato, que decía que Park Jimin pediría matrimonio a Min Yoongi al cumplir los treinta y...
- Tú quisiste venir, así que ahora te aguantas _ demandó el rubio.
- Es que no entiendo porque nuestros padres se vinieron a vivir al bosque _ recorrió su vista por los alrededores, viendo cómo estaban rodeados por árboles grandes y fornidos, como también no se podía escuchar ruidos de autos, en su lugar solo se escuchaba los cantos de las aves, en simples palabras sonidos de pura naturaleza.
- A ellos les gusta, además ¿Quienes somos nosotros para decirles que no vivan en este lugar? _ se encogió de hombros.
- ¡Jimin cariño! _ se escuchó un grito emocionado, era la madre del rubio _ ¡Te extrañe mucho hijo! _ corrió hacia él.
- ¡Yoongiiiii! _ la madre del pálido apareció.
- ¡Aquí viene la gritona! _ dijo entré dientes solo para oídos del rubio.
- ¡Te oí muchacho malcriado! _ gritó la madre del pálido tras escuchar perfectamente ese comentario ofensivo _ ¡seré gritona, pero eso no quiere decir que sea sorda!
- ¡Hola mamá, yo también te extrañe! _ dijo el pálido cambiando de tema y abrazando a su madre _ ¿y papá?
- Ni siquiera me saludas correctamente y ya preguntas por tu padre _ reprochó con un puchero _ ya regresa, fue a comprar algunas cosas con el padre Jimin.
- Señora Min, gusto en verla, se ve muy bien _ saludó a la madre del pálido, después de saludar a su amada madre.
- Jimin tu siempre tan lindo _ dijo abrazando al rubio _ lástima que me tocó un hijo tan sínico _ comentó sarcástica.
- Si como no _ contestó desinteresado _ señora Park, un gusto verla, al parecer el lugar le cayó muy bien, porque se ve de maravilla _ dijo amablemente.
- Gracias cariño, igual me da gusto verte _ dijo correspondiendo al abrazo _ bien, hay que entrara a la casa.
Ambos chicos junto a sus progenitoras entraron a la casa, el cual no se veía tan mal.
- Vayan acomodar sus cosas, mientras nosotras preparamos la cena _ dijo la madre del rubio.
Siguiendo la orden ambos fueron a instalarse y a descansar un poco ya que él viaje había sido algo largo.
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TRES HORAS DESPUÉS
- ¡Nuestros muchachos! _ dijeron ambos hombres viendo a sus hijos.
- Yoongi hijo, te veo más grande ¿Acaso creciste? _ dijo burlón.
- Hay padre, tu siempre tan gracioso, pero veo que tú también creciste, pero a los lados _ contestó siguiendo el juego de su padre.
- Está bien me callo, mejor comamos que ya está la cena _ dijo sentándose en el comedor.
- Jimin hijo, ¿Y tú qué me cuentas? _ preguntó abrazando al rubio por los hombros.
- Pues ya te iré contando padre _ dijo con una pequeña sonrisa.
- Bien.
Una vez todo servido, todos se dispusieron a comer y a recordar viejas anécdotas que hicieron reír a todos, avergonzando al pálido como al rubio, recordaron como ellos se odiaban de niños, pero en la adolescencia se volvieron los mejores amigos.
- ¿Hijo, y tú esposa? ¿Por qué no trajiste a Suran? _ preguntó el padre del pálido.
- Me... me divorcie.
- ¡Genial! no nos agradaba esa mujer _ dijo rápidamente la madre del pálido _ estoy segura que ella se estaría quejando de todo y de nada justo ahora, era una mujer muy quisquillosa.
- Ves Jimin, te lo dije _ dijo el pálido acercándose al oído del rubio.
- ¿Y tú hijo? Tienes algo interesante que contarnos _ preguntó el padre del rubio.
- Bueno yo... _ es ahora o nunca se dijo _ yo... yo me voy a casar.
- ¡Genial cariño! _ gritó emocionada su madre.
- ¿Quien es la afortunada? _ preguntó ilusionado su padre _ ¿Yoongi porque no nos dijiste que Jimin tenía novia?
- Bueno pues... _ el rubio estaba nervioso al referirse a esa parte, no sabía como iban a reaccionar sus padres y los del pálido.
- En realidad no la tiene _ contestó el pálido.
- ¿Entonces...? _ preguntó dudosa la señora Park.
- Señores Park... Papá, mamá _ dijo llamando la atención de sus mayores _ nosotros... _ volteó a ver al rubio, para luego extenderle la mano y entrelazar los _ Nosotros nos vamos a casar _ dijo al fin.
Los cuatro mayores los vieron muy sorprendidos, ¿Acaso habían escuchado mal? ¿Sus hijos iban a casarse?