Caprichos del destino

CAPÍTULO 17

POV YOONGI

Ya había terminado de hacer los planos de la parte del estacionamiento del edificio que estaba diseñando. Hace algunos días obtuve un contrato bastante bueno, me pidieron diseñar un edificio de una empresa de entretenimiento de idols, días después entregué el diseño que había creado, y pues ¿que les puedo decir? Les había facinado, y ahora estaba en la parte de los planos para luego pasar a la parte de la construcción y hacer de ese edificio una realidad. Algo agotado decidí ir a buscar a mi secretaria Jenni, ya que por un buen rato no se apareció por mi oficina, ya que es raro porque debía traerme unos documentos los cuáles debía firmar. Pensando en eso salí de mi oficina y ahí estaba la vaguetona, hablando y riendo animadamente, con nada más y nada menos que con ¡Jimin! Cómo lo escucharon, Jimin y ella estaban riendo como si no hubiera un mañana.

- Espero no interrumpir _ dije acercándome. Ambos voltearon a verme tratando de calmar su risa.

- ¡Yoongi! _ Jimin me saludo animadamente.

- Lo siento señor Min _ se abanicó la cara con la mano _ es que Jimin es muy gracioso _ dijo sonrojada viendo de reojo a Jimin.

- Ajá si claro _ hablé irónico _ dígame ¿No que tenía que traerme unos documentos que firmar? _ dije serio.

- Lo siento señor Min, lo olvidé _ hizo una mueca, y yo me preguntó ¿Gracias a quien lo olvidó? _ pero ahora mismo se lo traigo _ se levantó y rodeo su escritorio pasando por mi dado y el de Jimin sonriéndole a él en forma de coqueteó ¡Mierda! Había olvidado que Jimin es su crush o algo así.

- Sígueme _ hablé serio y me encaminé a mi oficina adentrándome en el _ ¿Hace cuánto llegaste? _ pregunté apoyándome en mi escritorio.

- Hace como una hora _ contestó cerrando la puerta tras él.

- ¿¡Qué!? ¿Y como porque no entraste a mi oficina? _ pregunté frunciendo el ceño _ ya se, seguro fue para coquetear con Jenni ¿No es asi? _ dije algo molesto. Me molestaba tan solo recordar cómo se reían entre ellos.

- ¿Que? Claro que no _ trato de defenderse _ cuando llegue y quise entrar, tu secretaria me dijo que no, porque estabas muy ocupado realizando cosas muy importantes. Entonces me dijo que te esperara, y luego ella solo me empezó hablar y ya _ claro, Jenni aprovechó eso y sutilmente le coqueteó. Y creo que talvez, solo talvez me siento celoso ¡furioso! Por su atrevimiento.

- Bien, pero en otra solo pasa, no tienes que pedir permiso a ella ni a nadie _ aclaré.

- De acuerdo _ sonrió y empezó acercarse a mí _ ¿Estás molesto? _ hizo cara de cachorrito.

- No _ dije serio.

- ¿Seguro? _ abultó los labios, y mi vista se detuvo ahí. Todos estos días traté de no hacer eso y Jimin actuando de está manera no ayuda.

- S...si _ contesté apenas, mi vista seguía en sus labios _ ¿Jimin?

- ¿Si?

- ¿Puedo besarte? _ pregunté, ya no podía con ésto que siento. Él pensó meditarlo un momento, desvió un poco la mirada y mordió su labio inferior ¡Carajo!

- Claro, puedes hacerlo _ su respuesta me sorprendió un poco, pero no iba a desaprovechar esta grandiosa oportunidad, así que acuné su rostro con mis manos y lo atraje hacia mi uniendo nuestros labios en un beso delicado, lo besé lentamente saboreando sus exquisitos labios, él me seguía el beso de la misma manera, hasta que lo atraje más a mi rodeando su cintura mientras el llevo sus manos a mi cuello enredando sus dedos en mi cabello. Poco a poco empece a succionar su labio superior, todo esto me encantaba, mi corazón estaba acelerado al mil.

- Aquí tiene señor Min _ entró la inoportuna de mi secretaria, haciendo que nos separemos rápidamente. Ella al vernos en esta comprometedora situación trato de salir _ lo... lo siento, yo lo siento, vuelvo después.

- ¡No! _ la detuve _ primero deme esos documentos _ me los alcanzo _ ahora sí puede irse, nos vemos, hasta mañana _ ella salió, no esperé respuesta y sin más cerré la puerta con seguro, no quería a otro inoportuno. Me di la vuelta y mire a Jimin, él tenía una sonrisa.

- Creó que la asustamos _ se apoyó en mi escritorio.

- Me vale _ dije acercándome a él, lance los documentos a mi escritorio y lo volví a besar. Talvez se convertirían en mi nueva adicción.