Cap. 14

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–Buenas noches señorito –Me despertó la voz de Daku encendiendo la luz de mi habitación.

Girarme algo quejicoso y verlo con el uniforme nuevo de invierno me hizo incorporarme de golpe.

Eso si que le quedaba bien, el vestido se ceñía a su torso y marcaba su cintura, aun con el delantal se distinguía bien su cuerpo.

–Que bien te queda –Comenté siguiéndolo con la mirada.

–Su hermano dijo lo mismo –Comentó aun algo inseguro abriendo las cortinas para después abrir mis persianas.

–Levántate la falda –Pedí cruzando las piernas sin salir de la cama.

–Debe ir a desayunar señorito –Trató de evitar mi petición pasando por delante de mí cama.

Pero con unas vistas así y con un olor tan sabroso en el aire no quería salir de esta habitación.

–Sacha ya está despierto? –Pregunté fijándome muy bien en su espalda.

El lazo estaba muy bien hecho, aunque al ser una falda con vuelo se tapaba igualmente su trasero.

Da igual, con una falda así daban ganas de levantarla y manosear con indecencia su trasero.

–Si, bajará a desayunar en breves –Afirmó aliviado al ver que cambiaba de tema.

Y se volvió a girar hacia mi para caminar hasta mi cama.

–Avisa de que otro le sirva el desayuno y vuelve a mi habitación –Ordené antes de que me volviera a pedir levantarme–. Hoy ninguno de los dos tiene nada que hacer y quiero verte bien con el nuevo uniforme.

Su expresión dejó ver claramente que quería decirme que no y que bajara a desayunar, pero no lo pronunció, en lugar de eso se mordió la lengua y aceptó mis palabras saliendo para pedir que alguien sirviera el desayuno de mi hermano por mi orden.

Que bien me lo iba a pasar esta noche.

Aunque tardó varios minutos en volver al final lo hizo cerrando la puerta y plantándose al lado de mi cama sin rechistar.

–Si quiere puedo traerle el desayuno –Murmuró inseguro jugando con sus dedos sin saber dónde llevar la mirada.

–No gracias, hoy no lo voy a necesitar –Negué incapaz de no sonreír al verlo–. Ponte frente a la cama y muestrame como te queda.

Y eso hizo dudoso de que hacer a parte de girar sobre su propio eje.

Tenía tanto vuelo el vestido que al girar se levantaba un poco, seguramente si se ponía a girar varias veces podría verlo todo.

–Apoya una pie aquí –Pedí señalando el pequeño banco frente a mi cama acercándome también a los pies de la cama.

Claramente apoyo el pie sin levantar la falda, pero no se pudo resistir a que yo lo hiciera subiendo su falda hasta que se vieron los ligueros.

Los primero que había mandado eran de muslos, negros y ajustables con un corazón en el medio. Me gustaban más los que iban a la cadera, pero estos trabajadores me valían, a demás de que era a Sacha al que le volvían loco, yo era más de lencería.

–Te queda como un guante, no crees? –Pregunté acariciando su pierna desde el tobillo hasta su rodilla.

Él tenía los brazos encogidos sobre su pecho notablemente tenso y atento a mis movimientos.

–Si señorito –Afirmó con vergüenza dejando ver sus mejillas algo rojas.

Definitivamente esta noche iba a ser divertida, tal vez incluso consiguiera hoy estrenar sus labios y probar su sabor.

Sirviente (Yaoi/BL) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora