Cap. 31

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Al final vinimos al hotel un poco pronto, pero no pasa nada, también eso nos haría empezar antes con la diversión para adultos.

Admito que costó al principio que Daku se relajara sacándome de mis casillas al ver que era incapaz de tratarme como a su igual, pero al final se dejó llevar aceptando hasta unos preciosos pendientes que desde hoy llevaría cada noche.

Era precioso, disfrutaba cada segundo de esta noche solo de estar con él así de cerca.

–Pediremos la cena para que la traigan, será lo más cómodo –Comenté una vez entramos en la habitación quitándome la chaqueta y dejándola en un perchero al lado de la puerta–. Dame tu chaqueta.

Daku obedeció sin rechistar cogiendo la pequeña bolsita cerrada que había traído para después de cenar.

Ya nos íbamos a quedar aquí a dormir, así que debía traer la bolsa o me quedaría sin ver a Daku precioso y vulnerable.

–Que es esto? –Dudó con menos desconfianza que si se la hubiera dado al inicio de la noche.

–Algo para que te pongas después de cenar –Explique con ambigüedad dándole con el dedo índice en la punta de la nariz al pasar frente a él.

Creo que con solo eso se pudo medio imaginar que podía ser dejando la bolsa sobre la mesilla de noche con desconfianza negándose a ver su interior.

Al menos por ahora.

–Que te apetece cenar? –Pregunté cogiendo la carta de la mesa de café incapaz de no sonreír por su gesto.

No quería pensarlo, Daku se había dado cuenta hace mucho que cuanto más se dejara llevar sería mejor para él, no tendría que cuestionarse nada ni tendría preguntas sin respuestas, solo vivía en paz y ya.

Pedimos platos diferentes solo para poder probar los dos y esperamos pacientes que llegaran mientras nos poníamos cómodos.

Al menos la inquietud que levantó esa bruja de repente consiguió calmarse de camino a aquí.

Todos esos chicos que iban con ella parecían conocer a Daku, pero nadie siquiera lo saludó con la mano en la lejanía.

Cuando descubrí lo solitario que era desde luego no iba en broma.

–Daku, por qué no te llevas con nadie de tu antigua clase? –Pregunté con cuidado de ver su expresión para asegurarme de no cagarla.

Al escucharme se quedó callado mirando la techo intentando pensar bien la respuesta como si pudiera ser algo de vida o muere ahora mismo.

–Desde muy pequeño me he preocupado mucho por mis notas y mis estudios –Comenzó a explicar apoyando la espalda en el respaldo de la busca subiendo los pies para pegarlos al cuerpo estando ya descalzo–. Desde siempre creo que eso no ha ayudado en nada para tener amigos, mientras todos jugaban en el recreo yo estaba en una esquina asegurándome de saber bien todo lo que nos habían dicho en clase, pero también se que cuando he tratado de acercarme dejando de lado estudiar siempre me he sentido rechazado, algunas veces más directamente y otras  indirectamente, pero rechazado al final, así que por no sentirme incómodo volvía a estar solo estudiando.

Sentirse rechazado y acabar alejándose para seguir estudiando.

–Tus ex como se acercaron a ti entonces? –Pregunté movido por la curiosidad sabiendo que la forma en que interactuamos nosotros no tenía nada que ver con los que fue en el pasado.

–Se acercaban, literalmente, fueron las únicas que se plantaron a mi lado mientras estudiaba y me distraían consiguiendo mi atención, y con el tiempo mi confianza –Suspiró notándose que ahí ya le dolía hablarlo–. Claramente salía mal, ellas se cansaban de estar solas conmigo o de que siempre pensara en estudiar y bueno, la vida.

Sirviente (Yaoi/BL) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora