Sirviente (Yaoi/BL)

Cap. 34

A la noche siguiente me puse guapo y al poco de desayunar me fui con Cody.

–Hoy vienes un poco pijo? –Comentó al verme entrar en su piso con un chaleco de punto flojo con cuello en V verde pistacho y unos pantalones negros ajustados.

–No te gusta? –Pregunté antes de darle un beso con ilusión.

–Con las vistas que dejas? Como para no gustarme –Respondió agarrando con un dedo el cuello del chaleco mirando que definitivamente no llevaba nada debajo.

Y al ver eso me sonrió con picardía volviendo a besarme.

Desgraciadamente no pudimos ir a la cama todavía, Cody tenía cita para hacerse un piercing que no me quería decir donde se lo iba a hacer.

Creo que estaba yo más nervioso que él.

Para mi sorpresa hoy se puso mucho más sencillo, solo una camiseta blanca de manga corta con finas líneas horizontales negras y unos pantalones básicos rotos en la rodilla junto a unos tenis de tela. Se puso también unas gafas redondas falsas y un gorro de calcetín para terminar se darle el toque.

–Hoy tengo que ir cómodo, los piercing te pueden dejar incómodo –Comentó agarrando mi mano para salir de su piso.

–Si solo tienes los de las orejas –Me quejé saliendo con él.

Le quedaba bien igual, él era guapo y las gafas le favorecían un montón, el gorro negro a demás con los mechones por fuera dejaban ver solo algunos pendientes pero le quedaba bien que apartara el pelo de su cara.

Vale, si, estaba guapísimo y me estaba quejando solo porque quería verlo en crop top y poder manosear su pecho.

–Venga, que hoy robe tu belleza todas las miradas no tiene nada de malo –Respondió en el ascensor antes de besarme.

Y no nos separamos hasta que él ascensor llegó al bajo y tuvimos que salir.

–Después podemos ir a por un bubble tea? –Pregunté encantado de caminar de la mano con él.

–Claro, de tapioca? O esta vez te apetece melocotón? –Aceptó incapaz de no sonreír al verme.

Lo que me hacía sonreír a mi.

–Tapioca, creo que lo voy a pedir con base de leche y melocotón, y así tengo los dos –Respondí pudiendo escuchar su risa.

–Que listo eres cuando se trata de comer –Bromeó dándome un beso en la mejilla.

–Hombre! Con el estómago vacío no voy a ninguna parte –Me reí pegándome más a él.

Estar con Cody era vivir en una nube, como si estuviéramos saliendo, siempre podía hablar con él y nos entendíamos a la perfección.

–Cody –Comenté llegando ya a la tienda de piercings.

–Dime –Respondió esperando a que nos atendieran al haber un chico delante.

–Sabes que puedes contar conmigo para lo que necesites, verdad? –Dudé un poco inseguro apretando su mano.

Yo sabía que podía contar con él, pero Cody nunca me había mostrado una situación en la que me necesitara a mi.

–Claro que lo se –Respondió sonriéndome con cariño antes de darme un beso–, estamos el uno para el otro en lo bueno y en lo malo.

Exacto, me hacía tan feliz escucharlo de él.

Y llegó el momento en el que nos atendieron aceptando enterándome al fin que se iba a hacer.

Piercing en el pezón, en los dos!