Epílogo

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Si que era menudito Daku, sus uniformes me iban, pero no me cerraban las cremalleras.

–Si, eso también ya está hecho, ya te lo dije –Suspiró Cody hablando por teléfono cosas del trabajo.

Había venido a dormir a su casa aprovechando que había terminado los finales del primer cuatri y tenía todo aprobado, pero el trabajo siempre parecía querer interrumpir.

Y yo que había traído uno de los uniformes de Daku y me había puesto hasta lencería mientras él hablaba por teléfono peri ahora ni se giraba por qué no se callaban al otro lado se la línea.

Al final él tuvo razón, disfrutaba de la carrera y cada noche aprendía algo nuevo para mejorar mis capacidades, todo salió bien, hice nuevos amigos y sobreviví sin mi hermano todo un cuatrimestre, Cody estuvo ahí en todo momento para animarme si lo necesitaba y hasta madrugaba para hablar conmigo por teléfono mientras iba a de camino a la universidad.

–Cariño –Lo llamé ya sin paciencia ayudándome de mi pie para que la silla girara hacia mi.

En cuanto me vio dejó de responder a lo que el otro pesado le decía por el móvil.

–Sabes que, lo tienes todo en el informe, aprende a leer –Cortó la llamada consiguiendo reaccionar y apagando el teléfono para tirarlo en cualquier lado antes de abalanzarse sobre mi.

–Tienes que darme un buen premio por aprobar todo –Comenté levantando con sugerencia la falda.

–Te doy todo lo que tu quieras –Respondió antes de comerme la boca pegando nuestros cuerpos de una vez.

Cody era el único con el que tendría una conexión así jamás, tanto física como mental, así que ojalá esto fuera eterno, y supiera follar así de bien también eternamente.

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La hora de la comida llegó y yo casi salí corriendo de clase.

Quería comer con Daku, estas noches con los exámenes casi ni nos habíamos tocado, estábamos demasiado preocupados por sacar más de un 8, así que hoy que se acababa todo eso quería correr y verlo cuanto antes.

Llegué a su clase antes de que salieran todos, y él a demás fue de los últimos.

–Que pasó? Por que corriste? –Dudó al verme algo apurado saliendo con Jean agarrándolo del brazo.

–Vamos a comer juntos, mi clase empieza a las 4 y tu hoy ya no tienes más clases –Expliqué ignorando lo de Jean.

Jean era una híbrida de bruja y humano que casi no tenía ningún poder mágico, era rubia y siempre llevaba el pelo recogido en una coleta alta que marcaba sus bucles naturales y dejaba ver bien sus pecas aunque su flequillo fuera largo.

Era la primera amiga de verdad de Daku.

–Tengo que acompañar a Jean a la óptica –Respondió consiguiendo que me diera cuenta que no llevaba sus características gafas puestas–. Se resbaló en las escaleras, no se cayó, pero si sus gafas, se le rompió el cristal de una y el de la otra salí disparado.

–No pasa nada, creo que puedo encontrar la óptica sola –Comentó con algo de vergüenza soltando a Daku.

–Jean sin las gafas estas ciega perdida –Contestamos Daku y yo al unísono provocando nuestra risa.

Bueno, no pasa nada, podríamos cenar solos, me conformaba.

Jean al final tuvo que ceder a que la acompañáramos a la óptica agarrando por un lado el brazo de Daku y por el otro el mio al tener que bajar las escaleras.

–Hola enamorados –Nos saludó Sugi pillándonos de sorpresa.

Nos había esperado en la puerta de la facultad.

–Y tu? Que haces aquí? –Pregunté aceptando su abrazo.

Hacía tiempo que solo hablábamos por teléfono.

–Me dijiste que hoy acababas el cuatrimestre oficialmente, así que tenía que aprovechar para veros –Explicó antes de mirar a Jean que trataba de entrecerrar los ojos a ver si así conseguía ver a Sugi–. Hola, soy Sugi.

–Yo Jean, encantada –Se presentó agitando la mano con ilusión.

Aunque estaba claro que no tenía ni idea a de a quién saludaba.

–Jean es tan patosa como Daku, así que tenemos que acompañarla a la óptica, se rompió las gafas –Comenté comenzando a caminar los cuatro juntos.

A Sugi le hizo gracia, así que no se quejó en acompañarnos.

La verdad es que la vida universitaria era difícil, y mucho, más si quería mantener tan buena nota para mi madre y Daku tenía que hacerlo por la beca, pero saber que cada noche me despertaba con él a mi lado me daba fuerzas.

No podía quejarme, era muy afortunado.

Sirviente (Yaoi/BL) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora