Sirviente (Yaoi/BL)

Cap. 27

Bueno, ya podía decir que había recibido una muy buena herida, pero él se llevaba más igual de graves y yo ganaba a puntos de sobra.

La bruja que me atendió consiguió arreglarlo con facilidad aunque tuve que callar el dolor que provocó si no quería espantar más a Daku.

Sacha lo tenía agarrado evitando que mirara, desde aquí podría verlo temblar entre la gente.

Bueno, ya estaba, el oro era mio y la adrenalina ya empezaba a bajar.

Me sentía hasta vivo, joder...

–Te duele? –Preguntó la mujer quitando su mano de mi abdomen–. Creo que te va a quedar una pequeña marca.

Si, en mi piel se veía una fina cicatriz que atravesaba todo mi abdomen en horizontal por debajo de mi ombligo.

–Ya no, todo dentro de mi está bien? –Respondí sentándome mejor.

–Si, lo que primero he curado son tus órganos, debería estar todo en orden –Suspiró poniéndose en pie.

Y me ofreció su mano para ponerme yo también en pie.

Caminé directamente a abrazar a mi madre y a Sacha quedando Daku en medio.

–Estas bien? –Dudó Sacha soltando a Daku.

Pero yo cubrí las vistas al insufrible de Rio para que no viera como había quedado su cuerpo aunque no paraba de quejarse insultándome tratando de llamar mi atención.

–Perfecto, me va a quedar una cicatriz, pero ya está –Expliqué levantando la camiseta toda rota teniendo el fajín en la mano.

–Pues yo no me voy a hacer una para ir a juego –Bromeó Sacha tranquilo mientras mamá me despeinaba.

–Seguro que no? –Me reí viendo a Daku negándose a mirar hacia mi al tener la camiseta levantada.

No pude decirle mucho al respecto, en poco tiempo mucha gente me había rodeado felicitándome y queriendo hablar de mis decisiones en ciertas pelas.

Hasta que Rio estuviera bien no se haría la entrega de premios, así que tuve tiempo de sobra de responder a todos y comentar bien mis decisiones viendo de reojo que Daku me miraba, ya no temblaba, pero seguía teniendo una expresión tan preocupada.

Me daban ganas de largarme solo con él todo lo lejos que pudiera y hacerle muchas cosas.
.
.
.
Al llegar al fin al hotel tras estar todas la noche fuera no me creí el poder tumbarme en cama.

La verdad es que estaba cansado, en cuanto se me bajó todo lo note de sobra.

–Quiere una taza de sangre antes de ducharse o después? –Preguntó Daku mientras Sacha se tiraba también en mi cama a mi lado.

–Vas a manchar las sabanas de sangre –Comentó cogiendo mi medalla y quitándola de mi cuello.

–Quiero la sangre antes, y si tu vas a ir a la ducha vete ahora –Respondí mirando a Sacha para que entendiera que se lo decía a él lo de la ducha.

–Me dejas ducharme con Daku? –Dudó para picarme mirándome de reojo.

Pero estaba lo suficientemente cansado para que no me hiciera gracia.

–No, me he ganado su exclusividad por un tiempo –Contesté viendo como levantaba su ceja.

Parecía querer preguntar algo, pero se lo calló y aceptó irse a la ducha mientras Daku me daba un vaso de sangre.

–Tendremos nuestra cita la semana que viene, el viernes, conseguiré que tengas libre el sábado –Comenté sentándome bien en la cama.

–Por que vais a tener una cita? –Preguntó Sacha abriendo la puerta de baño.