Cap. 2

2.5K 228 6
                                    

Piel tirando a blanca por no darle el sol, pelo color arena pálida, como las dunas de un desierto, ojos grises con brillos verdosos...

Daku era alguien hermoso a los ojos de mi hermano y mios, por eso lo elegimos. Lo que no esperaba es que se desmayara en cuanto mi hermano terminó.

Su cuerpo era débil.

-No deberías haberle mordido así, una cosa son los colmillos y otra cosa es lo que has hecho, casi le arrancas un cacho de brazo -Le echaba la bronca mamá a Sacha.

Y tenía razón, si no le hubiera hecho eso seguramente no se habría desmayado aunque tomara algo de sangre.

-Esta volviendo en si -Anunció Arán presionando con un paño viejo empapada en el líquido que le di.

Medicina especial para que curarán las heridas con rapidez y sin dejar cicatriz, así no tendría riesgo de coger una infección al tener las heridas abiertas.

Arán había tenido que poner bien en el suelo a Daku para levantar sus piernas y ponerlas sobre una silla, al recuperar poco a poco la consciencia pudo quitar el paño de su antebrazo mostrando que ya no había heridas, solo sangre seca.

Ahora por su culpa estaba obligado a contenerme o sino dejaría asustado a Daku el resto de la semana.

-Déjate estar sentado, no estas aún bien para ponerte en pie -Ordenó mamá resoplando dándole una colleja sin fuerza a Sacha-. Muérdelo ya y quitémonos esto de encima.

Daku aún se llevaba una mano a la cabeza dolido por el golpe.

Mi hermano adoraba hacer sentir a la gente como una presa sin escapatoria... yo disfrutaba más de verlos vulnerables como justo ahora. Y por su culpa debía contenerme.

Capullo.

Suspirando me agaché a su lado viendo lo rápido que se tensaba queriendo encogerse pero sin poder rechazarme si de verdad quería el trabajo.

-Dame tu mano -Pedí con toda la calma que pude para no sonar borde ni enfadado.

No lo estaba, y no quería que el tuviera más miedo todavía.

Algo dudoso por mi tono alargó la mano del brazo que no había sido mordido dejando que la cogiera. Llevé su dedo índice a mis labios y con cuidado pinché su yema solo con un colmillo consiguiendo que solo le doliera un poco dejando su dedo en mi boca mientras la pedía a Arán que me diera el paño.

Hasta que no me lo dio habiéndole echado más líquido no saque el dedo de mi boca apretando el paño empapado contra su dedo.

Su sangre... era de las más deliciosas que había probado nunca.

Sus ojos miraban a mis manos sujetando la suya para que se curara su dedo mientras que él aún estaba aturdido. Como podía tener unos ojos tan llenos de vida aún estando tan débil?

-Venga, en pie, tiene que descansar para mañana hacer bien su trabajo -Exigió mamá al ver que su dedo ya no sangraba.

A partir de ahora lo tendría cerca, muy cerca. Podría ver sus ojos y oler su sangre casa noche todo lo que deseara.

Arán y yo ayudamos a que Daku pudiera volver a ponerse en pie y ahí ya Arán se encargó de ayudarlo a caminar para llevarlo a su habitación.

-Te encanta el chico -Comentó Sacha pasando su brazo por encima de mis hombros.

-Por tu culpa no pude morder su cuello -Me quejé resoplando.

-Podrías haberlo hecho igual, pero verlo tan vulnerable te puso cachondo y blandito, verdad? -Me intentó picar despeinándome antes de tirar de mi para que caminaremos a nuestras habitaciones.

Sirviente (Yaoi/BL) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora