Sirviente (Yaoi/BL)

Cap. 30

Una comida tranquila en el centro comercial que por momentos me hacía sentir en una nube, que rápidamente se hizo más grande al volver al coche y no decirme a donde íbamos.

El acuario... ahí fue donde aparcó. No sabía ni que había uno tan cerca.

–Tenía pensado ir también a un jardín botánico, pero al llover difícil –Comentó asegurándose de haber aparcado bien primero–. Lo dejaremos para otra noche

Otra noche... otra cita con él... si era como esta creo que no me importaría decir que si de nuevo.

Ambos salimos del coche corriendo a la entrada al estar aún lloviendo ligeramente, lo que nos hizo reír a los dos al llegar agarrando la mano del otro.

–Nunca he estado en un acuario –Comenté caminando de la mano con él a la taquilla.

–Yo en este tampoco, pero seguro te encanta –Contestó besando mi mano haciéndome sonreír.

En pocos minutos ya habíamos entrado teniendo un folleto con el mapa del sitio y un recorrido para buscar unos animales en específico, como una búsqueda del tesoro.

–Vamos a intentarlo –Sugirió mirando ambos por donde empezar.

Y eso hicimos comenzando a caminar empezando por los primeros tanques de la entrada.

Aunque rápidamente los dos nos olvidamos al comenzar a leer los carteles y distraernos con peces que nos hicieran gracia.

–Las medusas son hipnóticas, no crees? –Comenté al habernos parado en su tanque.

Eran de las pocas especies que tenían un tanque exclusivo y este era circular, las medusas subían y bajaban muy lentamente en círculos.

–Si –Afirmó después de un buen silencio.

Y beso mi sien con cuidado haciéndome sonreír.

Ni siquiera era capaz de controlar cuando sonreír, los gestos de Shura me hacían imposible eso.

Nunca creí que diría esto, menos al inicio de la noche, pero no quería que terminara.

Era como si mi sueño se hubiera hecho realidad, podía ver la sonrisa tranquila de Shura, no me sentía solo ni era capaz de pensar en todo el esfuerzo que me quedaba por hacer para muchas cosas, solo era capaz de estar tranquilo y disfrutar de su cercanía.

Disfrutar de ver los tiburones con él aunque me intimidaran agarrando su brazo, ver las nutrias jugar entrando y saliendo del agua y los pingüinos adorables caminar con su paso tan gracioso.

Incluso besarnos... al final me gustaba mucho besarnos, la intimidad que me hacía sentir con él, la protección de su cercanía y su delicadeza al tocar mi piel.

No quería ni plantearme que se suponía que me estaba pasando, solo... solo quería disfrutar y que esto fuera eterno, ya está... vivir este cuento de hadas y no cerrar sus páginas aunque se acabara.

Pedía mucho, lo se.

–Daku? –Dudó una voz demasiado conocida interrumpiendo la risa de Shura y mia al ver a un pez medio seguir mi dedo.

Lindsey estaba justo ahí con sus amigos... todos me conocían.

Mis viejos compañeros de clase... pero sólo Lindsey se acercó provocando que soltara la mano de Shura con miedo y retrocediera para que ella no se me acercara demasiado.

–Así es como tratas a tu ex? Ni que te fuera a pegar –Comentó dejando ver fácil su cabreo poniendo sus manos sobre su cadera ladeando la cabeza haciendo sonar el cascabel de su gorro de bruja–. Que ha sido de ti? No hablamos desde que lo dejamos.