Sirviente (Yaoi/BL)

Cap. 4

Oliver llegó más que puntual y perfecto.

Era un híbrido de arpía y druida de pelo gris que medio se mezclaba con plumas... y su cuello también tenían plumas, pero la ropa no dejaba ver hasta donde llegaban, y desde luego alas no tenía.

Él abrió la puerta a Sacha y yo se la abrí a Shura.

-Me alegra tener hoy un copiloto, podremos hablar mientras esperamos -Comentó una vez cerramos las puertas al mismo tiempo.

Si, aunque no fuera a servir de mucho tenía que ir con ellos y quedarme en el coche con Oliver.

Por fuera a el coche ya parecía lujoso y espacioso, pero por dentro lo era mucho más, los asientos eran de cuero negro con las costuras en blanco, había espacio de sobra y olía a fresa.

Las luces, los botones... jamás me había subido a un coche que me pusiera tan incómodo de no manchar absolutamente nada.

Desde el espejo retrovisor podía ver a Shura... iba mirando su teléfono.

Realmente ambos eran guapos... pero la maldad de Sacha tapaba por completo eso, Shura sin embargo era mucho más tranquilo que su hermano.

Trabajar con ellos desde luego iba a ser complicado, al menos con Sacha.

Cuando llegaron no tardaron nada en irse dejándonos solos.

-Que te apetece comer? -Preguntó Oliver cogiendo su teléfono-. El presupuesto para comer fuera es siempre de 100€, así que podríamos ir a donde te apetezca.

-Presupuesto para comer fuera? -Dudé algo extrañado.

Arán no me había hablado de eso.

-Si, cuando se acompaña a los señoritos o a la señora a comer fuera, como es nuestro caso, tenemos un presupuesto de 100€ para comer donde queramos, no nos va a dejar muriéndonos de hambre a saber por cuantas horas en el coche.

Así que la señora Yudina también cubría cosas como estas.

Ella realmente era muy legal, o al menos con lo que respecta a sus empleados.

-Mientras sea algo calentito me da igual -Respondí viendo en su teléfono algunos restaurantes que quedaban cerca.

Oliver fue el que decidió a cual ir al final saliendo del coche juntos.

Él llevaba un uniforme algo diferente al mio, pero ambos llamábamos la atención por nuestra ropa.

-Ya tuviste problemas con Sacha, verdad? -Preguntó señalando las vendas de mi cuello.

-Es habitual tener problemas con él? -Dudé sentándome frente a Oliver.

-La única que nunca tuvo problema con ellos fue la señora que los cuidó desde su nacimiento, el resto bueno... seguro Arán ya te lo habrá contado -Suspiró cogiendo la carta-. Sacha no lleva bien lo del amor no correspondido, ese es el principal problema.

Amor no correspondido... Y ese era motivo suficiente para hacer lo que les hizo a los otros dos sirvientes?

Aun así Oliver no me quiso contar más, tampoco creo que pudiera, a saber que cosas había escuchado en el coche que debía callarse por contrato.
.
.
.
Al comer juntos Oliver me hablo de que tenía la suerte de ser padre y estaba casado, por eso también no vivía en la casa, solo respondía a las llamadas fuera la hora que fuera teniendo también un día a la semana de descanso como todos.

Aun trabajando desde siempre para ellos había conseguido formar una familia.

Tal vez el resto también la tuvieran... o tal vez la tuvieron en el pasado y por culpa del ritmo de trabajo no pudieron mantenerla.