Cap. 40

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Dejamos a Daku en casa sin decir ni una palabra en el coche, pero con Shura tuvimos que ir a casa de Sugi aunque yo ni sabía quien era.

Sugi era un vampiro de pelo negro y cientos de lunares por todo el cuerpo, y él ni siquiera necesitó decir algo o preguntar que hacíamos aquí sin avisar antes y siendo tan cerca de la hora de la cena, solo abrió sus brazos y aceptó a Shura dándole todo el apoyo que podía.

Realmente no sabíamos si le había rechazado o que, pero la cosa desde luego no salió bien, y Sacha no sabía que hacer.

–Vamos dentro –Fue lo único que pronunció Sugi tirando de Shura al interior de su casa.

Era una casa no muy grande, solo lo suficiente para dos personas y un inmenso jardín con 3 tortugas considerablemente grandes que caminaban libremente por todo el jardín.

No había estado nunca aquí, pero Sugi no vivía con nadie más, quien quiera que compartiera los recovecos de esta casa con él había muerto o lo había dejado atrás.

–Que pasó? –Preguntó Sugi sentándose en el sofá con Shura pasando su brazo por su espalda.

–No se, nos separamos para que él pudiera confesarse pero... cuando nos encontramos otra vez en el coche ninguno de los dos decía nada –Explicó Sacha con miedo al posible rechazo que podría haber recibido Shura.

Pero no creo que lo rechazara.

–No te rechazó, verdad? Es mucho más complicado que eso –Comentó Sugi con una voz y una calma envidiables.

Él también lo noto, como yo.

–No se siente listo para darme una respuesta, para él soy "el señorito", así que no me puede decir que se supone que siente por mi más allá de eso, por qué no lo sabe –Cedió al fin a abrir la boca Shura.

–Bueno, ha querido ser responsable con la sus sentimientos y los tuyos, pensará las cosas y cuando se sienta listo te dará una respuesta –Intentó animarlo para que no se quedara solo pensando en lo recién ocurrido.

Esto iba a ser jodido.

Yo si creo que Daku sentía algo por él, no sabría decir la medida, pero la forma en la que reacciona y se comporta al rededor de Shura era especial, le gustaba ser sonriente y cercano con él, como sirviente no tanto, pero hoy parecía perseguir la oportunidad de agarrar la mano de Shura sonriendo aliviado cuando lo conseguía. Igual que la ilusión que le hizo escuchar que Shura reconocía su esfuerzo y hablaba de él con orgullo cuando comentó lo de la beca, ahí definitivamente había algo, el problema era saber cómo de grande era.

Sacha agarró mi mano con miedo e inseguridad al ver que Shura finalmente se desmoronaba no pudiendo más con todos los pensamientos que debían estar rondando su cabeza. Él era siempre el fuerte y más serio, el que tomaba las cosas con calma y no apresuraba nada que no estuviera planificado de antemano, verlo que sus sentimientos eran superiores a él y no era capaz de controlarlos fue algo nuevo para Sacha, era normal su sorpresa.

–No puedo hacer nada por él... –Murmuró pegándose a mi apoyando la cabeza en mi pecho.

Ver así a su hermano debía ser duro aunque yo no pudiera sentir mucho en esta situación.

–Esto se escapa del control de todo el mundo, no te martirices tampoco –Lo intenté calmar abrazándolo para darle seguridad.

Ojalá yo pudiera hacer algo para no ver a Sacha sufrir, pero la única persona que podía mover ficha ahora mismo era Daku, y estaba claro que iban a tardar mucho tiempo en hacerlo.

     *.     *.     *.     *.

En cuanto entré en mi habitación me vine abajo.

No me quitaba de la cabeza el dolor de Shura al escucharme aunque en todo momento trató de mantenerse tranquilo.

Sirviente (Yaoi/BL) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora