Sirviente (Yaoi/BL)

Cap. 16

El sonido tan alto de la música me permitía dejar salir mi voz sin vergüenza junto a varias personas diferentes también aprovechando las paredes para manosearse.

Sus labios estaban catando y jugando con mi piel medio amenazando con sus dientes mientras que yo lo abrazaba deseoso sin dejar de tener una de mis manos jugando con su pecho.

De verdad que me gustaba mucho sostener su pecho, era suave y sus pezones me dejaban torturarlos un poco notando el bulto de sus pantalones restregarse contra el mío.

Hacía mucho tiempo que mi cuerpo no era tan afín con alguien, me había acostado con muchos, pero esto era muy diferente.

Empezaba a querer de una vez pasar de nivel.

Sus labios dejaron mi cuello para volver a mi boca metiendo la primera mano por debajo de mi camiseta repitiendo lo que yo le había estado haciendo ahora con mis pezones, y yo si que era sensible.

–Sacha! Cody! –Saltó uno de mis amigos interrumpiendo el juego de nuestras lenguas.

Nuestros labios tuvieron que separarme dejando un obsceno hilo de saliva para mirar a mi amigo, llevaba agarrada a la amiga que nos presentó, estaba perjudicada.

–Queda menos de una hora para que amanezca, han avisado –Advirtió cogiendo mejor a mi amiga para que no se cayera–. Me la llevo a casa, vosotros también iros antes de que os pille el amanecer.

Y tiró de ella para irse entre la multitud dejando que nosotros dos nos miráramos por unos instantes.

–En tu casa o en la mia? –Terminó preguntando sonriendo al mismo tiempo que levantaba una ceja.

Joder que guapo, así me daban más ganas de que lo hiciera aquí y punto.

–Vivo bastante lejos, creo que será mejor tu casa –Contesté mordiendo mi labio inferior con ganas.

Ya podía ser ese bulto duro un buen pene, por que estaba deseando que llegara muy profundo.

–Vale, yo vivo en esta zona nocturna –Aceptó tirando de mi para comenzar a caminar.

Bien.

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Vivía en un loft que si no fuera por que somos vampiros sería muy luminoso por el día, pero, sinceramente, ahora sólo me importaba una cosa.

–Quieres probar como de grande es? –Preguntó al ver que iba directo a sus pantalones.

Habíamos tenido que venir a su piso ambos igual de duros, si no me corría ya me iba a volver loco.

–Claro, después ya probaremos como de bien se te da follar –Respondí empujándolo haciéndolo caer sobre su cama.

Y me arrodillé directamente tirando de sus pantalones.

Vale, era grande.

–Menuda cosa tenias guardada –Comenté más que encantado con su tamaño.

Iba a llegar hasta el fondo de mi garganta, y de mi estómago.

–No era que tenías hambre? Come y calla –Respondió deshaciendo mi coleta.

Y joder si tenía hambre, dudé poco en que su polla entrara hasta el fondo provocando que gimiera en alto.

Si, era justo como me gustaban.

Nuestro olor rápidamente impregnaba la habitación de lo excitados que estábamos igual que nuestros sonidos obscenos. Estaba disfrutando mucho de mi mamada, y yo estaba disfrutando hacerla.