Cap. 41

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Había vuelto de casa de Sugi con muchas preguntas que responderme, pero ninguna respuesta a ellas.

No sabía que era lo que me gustaba de Shura, ni lo que no, no sabía que era lo que me gustaba de alguien si no me sentía solo primero, y no sabía cómo me hacía sentir todo lo que había vivido con Shura y lo que provocaba en mi.

Cuando supiera dar respuesta a todo eso podría darle una respuesta a Shura, por qué claramente algo había ahí quisiera admitirlo en alto o no.

Tonto ya fui por no darme cuenta antes.

A la noche siguiente tuve que volver a ponerme el uniforme y cumplir con mi trabajo despertándolos y sirviendo, como siempre.

–Buenas noches señorito –Lo desperté con todo el cuidado que pude nervioso por fingir que nada había pasado.

Shura me miró abrir las persianas y las cortinas y obedeció a ponerse en pie pidiéndome que preparara su ducha.

Vale, creo que una de las cosas que me gustaba de Shura era precisamente el respeto con el que me trataba desde el principio, era su sirviente, pero no su esclavo, aunque decía las cosas con firmeza siempre era consecuente con lo que me pedía, pero eso también me llevaba a que era caprichoso.

Si, muchas veces dejó ver ese capricho muy rápido, no me disgustaba, en parte me hacía gracia aunque al inicio me ponía tenso, pero tampoco me gustaba, cuando se ponía caprichoso solía ignorar más como se sentía la otra persona.

Una vez le dejé la ducha lista aparté todo eso de mi mente y lo avisé para que se duchara tranquilo y yo pudiera ordenar un poco su habitación.

Shura era limpio, nunca tenía que limpiar demasiado en comparación a Sacha, bueno, y también era guapo, que no era lo más importante pero había que tenerlo en cuenta.

También era muy consciente de que me gustaba mucho sentir la protección que me daba estar cerca de él, como me cuidó tras la caída y me mimaba con sus gestos... recordarlo me hizo poner algo colorado terminando ya de hacer su cama.

Eché un vistazo por si acaso me olvidaba de algo, pero al ver que no salí de la habitación y desperté a Sacha suspirando muy rápido al ver el estropicio de su habitación.

Solo una noche sin limpiar y ya estaba así.

Eso quitó por un buen rato los pensamientos de Shura de mi cabeza mientras ponía todo en orden antes de ir a servirles el desayuno a los dos.

Creo que lo que menos iba a echar de menos era ordenar la habitación de Sacha.

Al ser verano desayunaban juntos en el porche trasero, así que les llevé en una bandeja lo que había preparado Zaid dejando yogur y varias piezas de fruta fresca para que yo preparara la que más les apeteciera con el yogur.

–Me puedes traer frutos secos? No me apetece fruta –Bostezó Sacha con una educación que nunca me había dedicado.

Si, la situación era difícil para todos aunque nadie me la reprochaba.

Lógicamente acepté y le pedí a Shura que esperara para ir a por lo de Sacha.

–Te has cortado? –Escuché a Sacha al volver al porche.

–No es nada –Suspiró Shura con pesadez dejándome ver que se había cortado el dedo gordo al tratar de trocear la manzana.

Ni siquiera pensé en su posible reacción, solo agarré una servilleta preocupado y presioné su herida levantando el brazo por encima de su cabeza preocupado.

–Le duele mucho? –Pregunté presionando la herida preocupado–. Se puede poner en pie?

Por un momento dejó ver claramente que casi tira para que soltara su mano, pero al escucharme tomó aire mirándome fijamente.

Sirviente (Yaoi/BL) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora