CAPÍTULO XIII

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Al día siguiente fui a clases normal, no había visto a Lisa en la primera clase, ésa chica falta demasiado, no entiendo cómo le hace para aprobar siempre.

– Minho va a comprar un nuevo auto – dijo Irene. Mientras guardábamos libros en nuestro casillero.

– ¿De verdad? ¿Otro? ¿Para qué, si ya tiene uno? – preguntaba Jisoo.

– Para hacer crecer su ego – murmuró Rosé, y ambas rieron, haciendo que Irene pusiera los ojos en blanco.

– El otro ya es anticuado, éste es nuevo – explicó

No presté tanta atención cuando vi que Lisa pasaba junto a Seulgi, nadie lo notó pero justo cuando pasó cerca ambas nos miramos y nos sonrojamos ¿qué fue eso? Luego Lisa se alejó con su amiga, dejándome a mi con una sonrisa boba.

Cuando vimos pasar a Mina y su ejército, que empujó a Irene apropósito.

– ¡Esa estúpida – gruñó Irene – algún día le daré una lección!

– De hecho – giré mirando a mis amigas – Creo que deberíamos darles una lección – todas me miraron fijamente.

– Interesante ¿qué has pensado? – preguntó Jisoo.

– Irene ¿a qué hora termina el entrenamiento de las animadoras?

– A las seis – dijo.

– ¿Qué harás? – preguntó Rosé.

Fue entonces cuando les conté mi plan.

Esperamos a que dieran a las cinco, corrí con el carrito de limpieza y coloqué los letreros amarillos para que nadie entrara, excepto Irene, Rosé, Jisoo y yo.

– ¿De dónde has sacado ése carrito? – me preguntó Rosé.

– De la bodega de intendencia – dije sacando los productos.

– Me siento muy criminal haciendo esto, como si estuviéramos en una misión secreta – sonrió Jisoo tomando el producto en sus manos – que emoción.

– ¡Aquí está su ropa! – avisó Irene desde los vestidores, todas nos acercamos y vimos sus maletas con cosas dentro.

– Jennie, no somos igual a ellas, piensa en las consecuencias, Mina es mala, nosotras no somos Mina – decía Rosé nerviosa.

– Rosé suenas como mi abuela Chichu – dijo Jisoo.

– Esas perras se lo merecen, además nadie sabrá que fuimos nosotras.

Asentí y destapé la botella con el líquido dentro – Jennie, piensa las cosas por un momento – me advirtió Rosé.

Y de pronto todas me estaban mirando, tomé aire y la miré – Tienes razón – Jisoo hizo un "ah" triste – no somos como Mina, chicas – las miré, Rosé tenía una sonrisa en su rostro. – ¡Somos peores! – grité en son de guerra y entré para tomar la ropa.

– ¡Jennie! ¡No! – gritó Rosé. Pero Irene, Jisoo y yo vaciamos el líquido sobre la ropa de las animadoras haciendo que toda ésta se decolorara.

Terminamos de manchar la ropa y luego nos quedamos quietas mirando lo que hicimos y como su ropa estaba completamente arruinada – ¿Qué acabamos de hacer? – preguntó Jisoo lentamente.

– Acabamos de arruinar su ropa – dijo Irene.

– Acabamos de vengarnos – dije perpleja.

Rosé tenía sus manos cubriendo su rostro – No sé ustedes, pero... – interrumpió Jisoo mirándonos –... eso se sintió tan bien – sonrió.

AMOR EN ROSA - JENLISADonde viven las historias. Descúbrelo ahora