CAPÍTULO XLI

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─ Estaba entretenida con una hermosa lencería de Chanel, cuando de la nada la vi ─ contaba Irene con esmero, ella había venido a visitarnos, como también solían hacerlo Jisoo y Rosé, tomaban el té junto a mi, Seo y Lisa ─ y la vi, se veía tan mal con ese vestido tan horrendo que llevaba puesto, y la muy descarada me saludó como si fuéramos amigas. Obviamente, no le saludé, pero es que la pobre, ahora que su esposito Kai trabaja como operario en la fabrica de papá, piensa que tratándome bien puede tener un ascenso, y pues claro, que yo no abogaría por ella en lo absoluto.

─ ¿Les pagan mal, en la empresa de tu padre? ─ preguntó Lisa.

─ Claro que no, pero es que ellos estaban acostumbrados a ciertos lujos que ahora no pueden darse.

Irene nunca cambió del todo, seguía siendo la típica hija consentida de padre rico, llena de arrogancia y soberbia, y aunque tenía un ego muy alto, y lo tenía prácticamente todo, porque era la única heredera, no se le veía del todo feliz, quizá por que nunca logró ser madre, o quizá porque nunca más volvió a enamorarse.

─ Iré a dar un paseo ─ me susurró Lisa.

Era algo que solía hacer, le encantaba salir de la casa y pasearse por donde estaba el cauce del río, se sentaba a ver el agua cristalina y en algunas ocasiones cantar a solas.

─ A propósito, en donde está esa lindura, hermosa y regordeta... ─ decía Irene, buscando a Lili en su cuarto.

Me levanté para lavar los platos, pero Seo se ofreció a ayudarme. ─ Deja que yo lo haga, te ves cansada.

─ Estoy bien, no es nada.

─ Insisto ─ luego tomó el plato que tenía y comenzó a lavarlo ─ Sé que estoy vieja pero aun tengo muchas fuerzas, deberías tratar de dormir más querida, las desveladas afectan demasiado.

─ Claro que duermo, en verdad.

─ Mentira, sé que siempre despiertas en las noches cuando Lisa está en baño vomitando o cuando Lili no concilia el sueño, sé que me pediste que no te ayudara, pero puedo hacerme cargo de ellas también, puedes mandar a Lili a mi cuarto y yo me encargo de ella, o si quieres yo duermo con Lisa y la vigilo o le doy su medicamento, estas tomando una carga muy pesada.

Me quedé mirándole, en cierto modo tenía razón, no quería desatender a Lili, porque era mi hija, pero tampoco quería descuidar a Lisa.

De pronto alguien llamó a la puerta interrumpiendo nuestra conversación. Cuando Seo abrió, y me asomé, casi me caigo de la impresión al ver a Taehyung parado justo frente a mi, no paré de gritar al verlo.

─ ¿Por qué tanto escandalo? ─ salió Irene con el ceño fruncido, pero al ver a mi hermano quedó petrificada, como si fuera un fantasma.

─ ¿Taehyung? ─ preguntó con sorpresa, se acercó a él y le miró de arriba abajo ─ ¡Vaya! Has crecido bastante.

─ ¡Ven aquí, mi sobrina consentida! ─ gritó extendiendo las manos hacia Lili que estaba en brazos de Irene.

Me senté con él, estuvo con Lili mucho tiempo, teníamos mucho de que hablar, de los lugares a los que había ido, de lo que hacía, de las vacaciones que tomaría en casa de papá, también me dijo que a papá lo trasladaron a otra prisión una de alta seguridad, que no le permitían visitas más que una vez al año y solo por familia directa. ─ Vi a mamá ─ dijo de pronto. ─ Cuando me vio, dijo que me parecía a papá, me dio gusto que me reconociera.

─ Sí, ella obviamente se alegra de verte.

─ Quiero darme de baja por un tiempo, quiero retirarme.

AMOR EN ROSA - JENLISADonde viven las historias. Descúbrelo ahora