─ ¡Jennie! ─ gritó Lisa en cuanto me vio parada justo frente a ellos ─ ¡oh, mierda! ─ musitó cuando me di la vuelta e intenté huir ─ Jennie, por favor, déjame explicarte. ─ decía tras de mí.
─ Por favor, no quiero que lo mal intérpretes, no significa nada...─ balbuceaba.
─ ¡Oye, oye! ─ gritó─ ¡espera! ─ yo seguí a paso firme ─ ¡no creí que pasaría, entiéndeme! ─ ¿Entender? ¿Qué quería que entendiera ─ ¡por favor... te amo! ─ gritó.
Lo que me hizo detenerme, puse mis manos en un puño y me erguí, estaba furiosa, mis dientes rechinaban, la odié por decirme que me amaba cuando la vi besándose con otro.
─¿Me amas? ─ pregunté, giré y la vi parada frente a mi con sus cejas fruncidas su respiración agitada y su postura lamentable y afligida ─ ¿Es tu manera de remediarlo todo? ¿Diciendo que me amas? ─ reproché. ─Dime lisa, ¿Cómo has demostrado que me amas? ¿Qué has hecho por mí? ¿Qué has dejado por mí? ¿Qué has sacrificado tu por mí? ─ me acerqué de manera amenazante y me señalé con furia─ Yo lo dejé todo por ti, ¡arruiné mi vida por ti!
Se hizo un rotundo silencio, uno muy incómodo, entonces nuestras miradas se encontraron y por un momento sentí que no me veía de la misma manera, que en sus ojos no había esa dulzura que siempre encontraba, que estaban dilatados e indiferentes.
─ ¿Crees que tu vida está arruinada por elegirme? ─ preguntó ─ Yo no te pedí que dejaras a tu familia y la escuela, esa fue tu decisión, yo tampoco le dije a tu padre que te diera la espalda o a tus amigos... si fuera por mi, yo nunca hubiera querido que todo eso pasara. ─ reprochó.
No pude evitar sentirme indignada con sus palabras, era un enojo insoluto que me llenó, al punto que no podía entender su postura ─ ¡Es lo que es Lisa! ─ le grité ─ tenía que pasar, y tu y yo lo sabíamos─ me quebré, ya no controlaba el timbre de mi voz, simplemente las palabras fluyeron por la ira ─ desde el momento en el que nos besamos conocíamos las consecuencias.
Ella se enderezó, levantó su rostro al cielo oscuro, y pude jurar que casi la vi reír, luego posó su mirada en mi ─ ¿Pero es que tu no has entendido?... ─ preguntó, como si fuera algo lógico que me hizo sentir como una idiota ─ ...que yo soy libre? ─ dijo con orgullo ─ ¿Acaso no te has dado cuenta, que lo demás no me importa? ¿Las consecuencias?
Me dolía, era obvio que no entendía a qué se refería ─ ¿Por eso lo besabas? ¿Por qué no te importó lo que yo sintiera? ¿Es eso? ─ le dije con un dolor en el alma, una decepción ardiente y tortuosa.
-No. ─ respondió.
Solté un suspiro y tomé valor para decirle: ─ Esto que haces, esto en lo que crees ser, no te hace una persona libre, Lisa. ─ hablé con autoridad ─ Te hace una persona egoísta. Tu mientes, no te importan los sentimientos de los demás, haces lo que quieres sin medir riesgos, ─ luego apunté a mi pecho ─ y yo, caí en eso, yo cometí el mismo error contigo. ─ concluí, con lágrimas en el rostro.
Ella negó, y cambió su manera de mirarme, ahora sabía lo que significaba ─ No, Jennie, por favor, deja que te explique, fue solo un beso, no significa nada. ─ intentó tomar mi mano, pero la aparté con brusquedad.
─ Dijiste que me amabas, pero tu no sabes lo que es sentir amor. ─ chillé ─ Está bien, yo no te pedí que me amaras, ¿cómo puede una persona como tu saber lo que es amar a alguien si nunca ha recibido amor, ni siquiera de su propia madre?
Ella volvió a verme fríamente pero ahora con enojo ─ Te prohíbo que hables sobre mi madre, no tienes ese derecho.
─ Lo sé, pero no puedo seguir engañándome, creí que tu y yo teníamos algo, algo de verdad, pero fui una estúpida, y no es tu culpa, yo ya sabía que eras así, yo malinterpreté todo, me dejé llevar por ti, con tu onda hippie, tu estilo americano, tus palabras existencialistas, yo me ilusioné y confundí todo, confundí mis sentimientos por ti, y es mi culpa.
─ No digas eso Jennie, por favor, dijiste que me amabas, no creo que...
─ ¡No! Te lo advertí, yo no puedo seguir a tu ritmo, lo intenté, en verdad lo intenté y lo arruinaste. ¡Arruinaste todo lo que habíamos construido! ─ dije con mucho esfuerzo.
Entonces, ella lo entendió, como si fuera algo que ambas no queríamos decir, pero lo preguntó ─ ¿Estas terminando conmigo?
No podía mirarla a los ojos, no quería terminar con ella, pero estaba tan enojada, tan dolida, que decidí quedarme callada, no quería decir que sí, pero tampoco quería decirle que no, porque estaba perdiéndome a mi misma al quererla, estaba enojada, pero estaba más enojada conmigo porque todavía la amaba, porque yo de verdad sí la amaba.
─ Jennie, responde. ─ habló con una voz temblorosa ─ ¿Estas terminando conmigo? ¿Vas terminarme antes de dejar que te explique lo que pasó? ¿Vas a darme esa oportunidad?
─ No hay nada qué explicar, para mi fue bastante obvio – respondí rotundamente – .. y no, no estoy terminando contigo, - aclaré – tu fuiste quien terminó conmigo, tu lo arruinaste.
Y me fui, que realmente no sabía a donde ir, pero me fui, caminé tan rápido porque no quería verla, no quería mirarle a los ojos porque si lo hacía, entonces lo dejaría pasar, porque era débil con ella, porque no tenía determinación, porque sería capaz de dejarlo pasar, y decirle que la amaba demasiado, que no importaba Jungkook, que volviéramos a casa, pero algo en mi me decía que estaba bien huir, que necesitaba alejarme para tomar una decisión más fácil, quería huir.
─ ¡Jennie! ─ pero insistió, caminé entonces hacia la parada de un autobús, sabía que quizá alcanzaría el último, aún no era tan tarde, pero ella seguía mis pasos ─ ¡Jennie!.
Caminé hacia la parada alumbrada por unas farolas y al estar del otro lado escuché.
─ ¡Jennie! ─ la voz de Lisa, suspiré cansada para decirle que parara, que no quería hablar con ella, giré mi cuerpo y entonces nuestras miradas se encontraron en un "lo siento".
Pero entonces, una luz nos cegó tan rápido que mi cuerpo no pudo reaccionar, ella volteó su rostro y se quedó petrificada, sólo recuerdo ver como una furgoneta militar, de esas que patrullaban las calles para asegurarse de que todos los negocios estuvieran cerrados antes de las diez, no alcanzó a frenar, provocando que el cuerpo de Lisa volara a unos tres metros de distancia, como si fuera una muñeca de trapo, tan frágil que su vulnerabilidad humana me hizo sentir temor, recuerdo como su cabeza se golpeó contra el asfalto, el sonido de algo quebrarse, creo haber gritado su nombre, pero mi cuerpo no podía moverse, tenía los ojos cerrados, tenía miedo de mirar, tenía miedo de darme cuenta que la había perdido.
Podía escuchar los latidos de mi corazón, luego tomé valor y abrí mis parpados, dos soldados se habían bajado a toda prisa hacia el cuerpo de Lisa que yacía sobre la carretera, algunos curiosos se acercaron corriendo, formando un círculo alrededor, entonces, recapacité que era yo quien debería estar en su lugar, entonces caminé como si estuviera hipnotizada, y entre más se hacía clara la visión, entonces recuperé mis sentidos.
Lisa estaba en el suelo, su cuerpo estaba inerte y un poco torcido, había mucha sangre, no entendía de donde salía tanta, como si fueran litros y litros, sólo al verla de esa manera, concluí que había pasado lo peor, sólo así de mi pecho oprimido pude soltarlo, pude gritar: ─ ¡Lisa!
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AMOR EN ROSA - JENLISA
Fiksi PenggemarLa vida de Jennie Kim era color en rosa, en un país recién recuperado de la guerra de Corea, donde las apariencias y el honor son cruciales para tener una vida ejemplar. Sin embargo, el auge de los años setentas, la moda, el rock and roll y las secu...