Haber ido hasta el hospital de Seúl nos llevó casi media hora de viaje en el auto de Lisa, el clima seguía lluvioso, por lo que se generó mucho tráfico, más aún con las calles en construcción que apenas estaban siendo pavimentadas.
Al llegar, nos pudimos dar cuenta de una cosa, nuestras amigas no eran las únicas que habían recibido las consecuencias de las secuelas de dicho huracán.
── Disculpé, señorita estamos buscando a... ── decía Lisa a la recepcionista, pero entonces yo vi en el pasillo a Jisoo con un café en sus manos junto a Rosé.
── ¡Chu! ¡Chu! ── grité agitando mi mano, ella me miró con lo ojos muy abiertos y agitó su mano hacia mí. ── Lisa, vamos. ── le dije jalándola hacia mí.
Llegamos hasta un piso en el que se encontraban los pacientes en recuperación, Rosé nos indicó en dónde estaba la habitación y antes de entrar, pude notar que en las sillas de espera estaba la chaqueta de Kai.
Al entrar, enseguida percibí el sonido de la máquina que medía el pulso, luego vi a Irene tumbada en la esquina de una cama, tan mal como nunca antes, la había visto, traía la misma ropa de ayer, su cabello estaba desalineado, y su rostro demasiado demacrado.
── Irene ── dije para que supiera que estábamos ahí.
Ella pareció despertar y en cuanto me vio se echó a mis brazos abrazándome con mucha fuerza. ── No despierta ── sollozó. ── Los doctores no nos dicen nada.
── ¿Qué pasó? ── preguntó Lisa.
Irene se separó de mí, con lágrimas en los ojos le habló a Lisa.
Dios mío, si pudiese describir la expresión de mi novia, diría que se veía asustada, pálida y molesta.
Ella sostenía la mano de Seulgi, que estaba sobre la cama del hospital, tenía un vendaje en la cabeza, los labios partidos, una pierna rota, y varios moretones y cortadas en el rostro y brazos.
── Minho dijo que Seulgi resbaló sobre uno de los acantilados, le advirtió sobre la lluvia y que el suelo era muy engañoso, dijo que cayó y no pudo sostenerse de él. Kai nos llamó y cuando corrimos a buscarla entre todos la levantamos, pero no reaccionaba, le salía mucha sangre de la cabeza y su pierna estaba casi doblada... ── narraba Rosé ── Minho subió a su auto para buscar ayuda, mientras nosotras nos quedamos con Seulgi intentando que la sangre parara, hasta que llegó una ambulancia.
── ¿Y por qué no nos dijeron con tiempo? ── pregunté un poco enfadada.
── Te llamamos, pero Wang nos dijo que no estabas, que estabas de campamento, así que pensamos que quizá no estabas en casa, no teníamos idea de donde estabas. ── refutó Irene.
── ¿Sus papás ya lo saben? ¿Ya le avisaron? ── preguntó Lisa.
Pero todas negaron.
── Genial, eso es lo primero que debieron haber hecho ── dijo Lisa en un tono severo ── ¡Era obvio que el clima no era apropiado! ¡En cuanto vieron que estaba lloviendo debieron volver! ── vi enojo en sus ojos, tanto que incluso yo me sentí intimidada, Lisa se comportaba como una madre regañona, y por la expresión que tenían mis amigas, definitivamente logró hacerlas sentir peor, y ni hablar de Irene que se echó a llorar al borde de la cama.
── Lisa...── interrumpí para que parara de regañarlas, me acerqué a ella y tomé su mano ── ... Creo que están muy perturbadas, debemos dejarlas descansar ── sugerí.
── Llamaré a sus padres, tienen que saber lo que pasó. ── me dijo, luego las miró a todas ── Deberían irse a casa, deben descansar ── pidió.
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AMOR EN ROSA - JENLISA
Fiksi PenggemarLa vida de Jennie Kim era color en rosa, en un país recién recuperado de la guerra de Corea, donde las apariencias y el honor son cruciales para tener una vida ejemplar. Sin embargo, el auge de los años setentas, la moda, el rock and roll y las secu...