TRILOGY: VENASUMP

CAPÍTULO 7

dedicado a Sharon-pg

Presente

Katherin Moon:

Owen y yo entramos en la habitación colocando seguro a la puerta. Nos seguimos besando mientras damos pasos torpes por la habitación hasta llegar a la cama, y poco a poco nos vamos tumbando hasta caer suavemente en las sábanas de la misma.

Él besa tan bien que cada vez que siento sus labios moviéndose de tal forma, chupando con tan buen gusto y deseo, y su lengua introduciéndose en mi boca, me impaciento mucho más por seguir subiendo de nivel.

Me coloca de espaldas contra el colchón mientras se halla encima de mí. Me sigue besando mientras que parece levantarse levemente para colarse entre mis piernas, haciéndose lugar para yo sentir el calor de su entrepierna contra la húmeda de la mía.

Una de sus manos viaja hasta mi espalda y desabrocha mi brasier con facilidad. Parece tener práctica por más que me confesó que su último encuentro sexual fué con su vieja novia antes de dirigirse a Montana.

Sin embargo no prestó atención a eso cuando se separa de mis labios y comienza a retirar el sostén con facilidad. Owen se acomoda y va echándose para atrás mientras baja y comienza a dejar besos húmedos por mi cuello y clavículas hasta detenerse en el punto medio de mis senos.

—Mírame —su voz jadeante capturó mi atención pero no lo hice ya que mi cabeza estaba arqueada y pronto volví a escuchar su voz en un tono más fuerte—. Mírame.

Luego de su ordenanza lo miré estar detenido justo en ese lugar y sentí como de repente sus manos se pasearon por mis costillas de manera delicada, y se detuvieron luego de agarrar mis senos y apretarlos.

Gemí complacida siguiendo las órdenes del chico al no dejar de mirarlo, y lo observé comenzar a bajar hasta mí ombligo y luego mi pelvis. Sentí como dejaba de besar y comenzaba con su lengua a trazar mi piel hasta bajar a mi intimidad...

***

Ethan Carowey:

Arqueé mi espalda al sentir como la lengua de Joseph pasó por mi erección, y cerré mis ojos en el instante en que llevé mis manos hasta su cabello y lo sujeté con fuerza enmarañado mis dedos en sus largos mechones de cabello vinotinto.

Sentí como su saliva se desliza por mi polla, al mismo tiempo en que sus labios causan un placentero gusto al chocar con la piel de mi entrepierna.

Gemí sin control en el instante en que sentí sus labios chupar mi glande y arqueé mi cuello hasta atrás al mismo instante en que sentí como mis ojos lograron virar hasta atrás de tal excitación.

Mi respiración falló y mi corazón late descontrolado mientras lo observó estar arrodillado ante mí, mientras yo me encuentro sentado en una silla de la habitación entregada a Joseph.

No supe explicar la increíble sensación que provoca el sentir como el pelirrojo escupe y lame mi caliente polla mientras palpita con deseo de seguir experimentando dicha emoción. Volví mi vista hasta Joseph una vez que lo noté sacar mi polla de su boca.

—Me encanta que vires esos extraños ojos por mí —sonrió complacido—. Me hace saber que estoy haciendo un buen trabajo.