Capítulo 17

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Pasado

Jessi Falohu:

Para nuestra llegada a Utah, solo quedamos siete.

Mi hermano había sido contagiado y asesinado antes de salir tan si quiera de La Falec, y con el dolor de su muerte en nuestros corazones continuamos.

Al principio fué demasiado despertar y ver que conmigo ya no estaba mi único compañero. Saber que la única persona con mi sangre había muerto, solo consolidaba la idea de que el Venasump-8 era capaz de llevarse todo lo que tú amabas.

Al viajar a Nebraska solo pensé en mi padre. Imaginé como me daba la bendición y me pedía que me protegiera por primera vez, ya que ni él, ni mi hermano me acompañarían. Solo estaría yo sola en la oscuridad por un tiempo, y su voz se hizo presente al recordar aquello que me decía:
“Y cuando pienses que estás sola, llegaré para salvarte”.

Una promesa que creí toda mi vida por más que sabía que era una afirmación para que una niña no tuviese miedo. Eso me mantuvo sana durante todo este tiempo, ya que cada vez que lo necesité, se cumplió.

Cuando inició el Venasump-8, Harry se mantuvo conmigo y me protegió. No me dejó caer ni desmoronarme. Fué el único que decidió tomar mi mano y prometerme que saldríamos de eso, aunque no tenía la más mínima seguridad de que saldríamos de allí.

Luego fué Mason. Mientras que Jules y Harry procuraban mantenernos con vida, al mismo tiempo que luchaban por tomar el puesto de macho alfa, ese niño y yo nos mantuvimos unidos dándonos estabilidad. Él se volvió mi mejor amigo, y yo su hermana mayor. Construimos una familia.

Antes de morir, varios días antes, hablé con el niño que me prometió siempre cuidarme. No sé que tenía Mason en sus brillantes ojos que me daba esperanza. Juré que el día de hoy lo protegería, y que a mi lado quedaría para cuando se encontrará la cura a la bacteria.

Sin embargo, murió en mis manos mientras me dí cuenta que yo no servía para cuidar nada. Soy patética y débil. No serví para cuidarlo, y mucho menos para cubrirme las espaldas. Lo perdí y me perdí a mi misma el día que me contagié.

Duré más de media hora pensando en la vida que tendría Harry sin mí, y en todo lo que sufriría. No pensé ni un momento en como el contagio me afectaría, y para cuando me dí cuenta, era un hecho increíble que sobreviviera al Venasump-8. Me dieron otra oportunidad para vivir.
Luego fué Jules.

Cuando Harry se consiguió a Cloe, yo quedé de nuevo sola, ya que había dejado de ser la única chica del grupo, y tenía que compartir la atención. Al principio fué demasiado extraño, no era normal ver cómo otra chica mucho más segura se ganaba a mi hermano, y me llegué a preguntar: ¿Entre las dos, por cuál se sacrificaría?

Si no hubiese sido por Jules, el cuál tomó la postura de mi padre, yo no sé cómo hubiese existido hasta ahora. Me daba lo que podía, ya que tampoco él tuvo la mejor experiencia con adultos, pero me llegó a brindar todo aquello que se necesitaba para sentirme segura.

Gané mucho cariño, estabilidad, sensatez, y elocuencia de su parte, y comencé a ver al asiático como una figura que admirar. Era todo lo que tenía, y me contentaba que a pesar de todo lo que habíamos pasado, luchado, y aprendido, se mantenía conmigo a pesar de todo.

Sin embargo, existe algo en mí que me sujeta a la desgracia y la tristeza. Cuando supongo que todo va de maravilla y que cuento con las mejores potestades para ser feliz, esa persona desaparece de mi vida de forma inmediata, dejándome irremediablemente sola.

Primero Mason me dejó con el sueño de marcar su nombre como un héroe ante la sociedad, volverlo el protagonista que jamás consiguió ser. Luego fué Harry, dejándome el bastó dolor de perder a un familiar, dejándome con una marca tan profunda que sería tan imposible de sanar, ya que por más que todo se pusiera en nuestra contra, logramos saltarlas hasta que uno cayó.

TRILOGY: VENASUMPWhere stories live. Discover now