Presente
Ethan Carowey:
Siempre odié la música clásica. Siento que es la música más triste de toda la fama de ritmos. Toda persona cercana a mí, lo sabe.
Sin embargo, apenas abro mis ojos, escuchó una melodía de piano que me hace sentirme en una de esas extrañas películas históricas. Imagino como si estoy terminando de despertar en uno de los patios británicos luego de una noche de bombardeos.
Solo que ahora, todo es muy distinto.
Desperté gracias a un rayo de luz que se coló por la ventana, y parpadeé un par de veces antes de adaptar mi vista hasta el lugar. Lo conocía, más de lo que me gustaría admitirlo. Estaba en La Falec.
Las paredes están forradas por varios postes y marcos con fotografías. Al los lados de mi cama, había una cama, y una litera.
Esta era mi habitación.
Me levanté lentamente encontrando que no tenía colocadas mis botas y mi camisa térmica, siendo esta última reemplazada por una camisa simple de algodón de color blanco.
Encontré que bajó la litera que pertenece a Katherin, se encuentra Owen durmiendo plácidamente mientras su pie se encuentra vendado. Era el mismo pie que recordaba había sido disparado. Hasta ahora podría decir que no había imaginado nada.
La música seguía resonando desde fuera de la habitación y me giré hasta la puerta para seguir a la misma. Me moví suavemente hasta llegar a la puerta y me abrí paso encontrando el mismo largo pasillo al que acostumbraba a recorrer siempre.
Esta vez había una extraña figura esperando sentada el suelo, mientras pegaba su espalda y cabeza a la pared. Afilé un poco la vista antes de persuadirme de quién se trataba.
Su cabello castaño cayendo en largas ondas hasta cubrir sus brazos, su uniforme de La Falec el cual le quedaba demasiado grande, y la pálida piel de sus brazos. Mis ojos entornaron en un detalle que llamó mi atención a la distancia, y son esas finas líneas negras que se deslizan a lo largo. Esa era Jessi, y parecía estar contagiada ya que tenía la misma extensión de líneas que tenía Owen.
Sin embargo, fuí interrumpido por una voz que capturó mi atención y me hizo girar hasta el otro extremo del pasillo.
—¿Desde cuándo te volviste tan fisgón? —la voz risueña de Jules me hizo sonreír, y no tarde mucho en salir hasta él para tomarlo en un abrazo.
Una vez utilizado los productos de higiene personal, Jules asemejaba al mismo chico que recordaba de hace tantos años, pero con un poco más de edad.
Su piel está ligeramente más bronceada, su cabello está más largo, su cuerpo está más ancho. Fuera de eso, había eliminado esa naciente barba, y había limpiado su rostro.
Enseguida el chico me abrazo con fuerza una vez me tuvo cerca. El abrazo es fuerte, cómodo, y sentimental. No es como cualquier reencuentro que cualquiera pudiese tener, sino que ahora estaba a mi lado una persona que desde hace mucho tiempo di por muerto.
—¿Cómo sobreviviente? —pregunté en su oído y el rió.
—Te recuerdo que había entrenado para cuidarte de todo —se separó un poco de mí para sonreír—. ¿Cómo no me iba a saber cuidar yo?
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TRILOGY: VENASUMP
Science Fiction(Los tres libros están incluidos) "Hasta que nuestra última respiración salga, y nuestros corazones dejen de latir; hasta ese preciso instante, tendremos la oportunidad de sobrevivir..." Desconocido. Archivo 992: Ethan Carowey. Venasump-8. ...