TRILOGY: VENASUMP

CAPÍTULO 8

dedicado a Sheila_liz

Presente

Ethan Carowey:

La mañana siguiente fuí el último en levantarme. A mi lado no estaba Joseph, y no había más que un lugar vacío.

Me vestí y salí rápidamente hasta la cocina en dónde encontré a Owen luciendo una sudadera de La Falec. Fruncí mi entrecejo en el instante en que lo ví terminar de preparar un desayuno de huevos estrellados y vegetales hervidos.

El rubio apenas sintió mi mirada se giró para sonreírme de manera de bienvenida.

—Me queda bien verdad —más que en pregunta afirmó señalando la prenda—. Me la regaló Joseph esta mañana. Me dijo que ya era hora de cambiar de outfit.

—Si te queda bien —confesé antes de tomar asiento en la pequeña isla y tomar el plato que me extendió y comer un poco de las papas hervidas.

—¿Cómo dormiste anoche? —preguntó Owen mientras que tomó de una taza algún líquido que a fácil vista desprende humo. Tal vez sea té.

—Increible —confesé—. ¿Y tú?
—La mejor noche de mi vida. Te juro que Katherin está fuera de esta galaxia.

—De eso estoy de acuerdo —afirmé luego de tragar a comida que mastique—. Y... ¿Dónde están los muchachos?

—Salieron temprano para la cascada, me ofrecí para acompañarlos pero me dijeron que sería raro que despertarás y no supieras el paradero de ellos —explicó el rubio antes de volver a tomar un sorbo de su té.

Seguí comiendo por un rato, y luego de un rato lo oí aclarar su voz para que yo pudiese volver mi vista hasta él. Lo encontré soltando su taza antes de acercarse a mí.

—Ethan, ¿Ustedes partirán hoy?

—El plan es hacerlo —mencioné pensativo—. Y ahora que compusimos nuestros cuerpos creo que ya es hora de...

El sonido de la puerta me interrumpió y rápidamente llevamos nuestras vistas hasta el lugar donde Katherin y Joseph entraban. Este último estaba con todo su rostro rojo mientras parecía haber terminado de llorar.

Mi ceño se frunció, pero antes de poderle preguntar se fué hasta la habitación. Cuando me iba a levantar, Katherin me hizo una señal para que por favor me detuviera y la dejara a ella.

Tomé asiento para el momento en que la encontré seguir al pelirrojo y meterse junto a él a la habitación.

—Difícil conversación —opinó Owen capturando de nuevo mi atención.

—¿Sabes de lo que hablaron?

—Katherin mencionó algo de su viaje de hoy, pero no mucho como para inmiscuirme —asentí aceptando su respuesta y el chico pareció morder sus labios para soportar algo, pero finalmente se rindió—. Ethan, sabes que pueden quedarse aquí el tiempo que necesiten.

—Lo tengo en cuenta —respondí con una sonrisa—. Pero tengo una misión que cumplir, y necesito completarla. No solo se trata de mí, sino de muchos.

—De acuerdo —aceptó Owen—. Solo quiero que nunca lo olvides...

—¡Ethan! —la voz de Katherin capturó mi atención apenas volví a comer, y me giré hasta ella—. ¿Podemos hablar?

***

—¿Te piensas quedar? —repetí mi pregunta de manera incrédula por tercera vez.