TRILOGY: VENASUMP

4

Presente

Ethan Carowey.

A orillas de su cama puedo notar lo pacífico que él se vé.

No parece sufrir por la bacteria por más que el Venasump-8 parece haberlo consumido en su totalidad; parece estar en plenitud por más que los síntomas lo convierten en una bestia sedienta de sangre y carne humana; parece dormir por más que este muriendo.

Sujeto su mano por más que sus fuerzas ya son pocas, no hace ni el más mínimo esfuerzo por demostrarme que sigue ahí. Sé que Owen ya está listo por darse por vencido y alzar la bandera blanca. No lo culpo.

Desde que lo conocí el viaje ha sido largo. Hemos pasado tantas cosas que podrían calificarse como traumáticas para cualquier ser humano, y eso sin contar todo lo que vivió antes de que Katherin, Joseph y yo lo encontramos solo en el bosque.

Llevo mi mano libre hasta su cabello y lo peino hasta atrás. Ha crecido bastante desde que cayó en coma, y me recuerda a su peinado de la primera vez, solo que ahora ya Owen no es un niño. Ya no es ni la sombra de ese chico de hace dos años.

<<¿Porqué no te levantas?>>

Me pregunto cada vez que lo veo como si tuviésemos una conexión telepatía. Aunque a veces me gusta imaginar que en lo más profundo de su cabeza me escucha...

Quisiera dejarlo en paz y no atarlo a que venga para seguir teniendo que luchar por sobrevivir. Sería muy egoísta de mi parte pedirle que venga a ver como nosotros nos adentraremos a otra larga expedición en la que no sabremos si terminaremos todos juntos, mientras que él está tan tranquilo y en paz.

Lo he llegado a envidiar.

Todo hubiese sido más fácil si al comienzo hubiese muerto y no me hubiese tenido que adentrar en todas estas historias de sumo dolor. Si no cargara tantas muertes encima, o tantas soluciones que desconozco tan solo por portar mi sangre.

Me hubiese contaminado desde un principio y estuviese merodeando por ahí en busca de alimento. Quitando vidas de algún padre, hermano, hijo, o de una madre, abuela, hija, o hermana. No sufriría por matar ni tampoco por amar. Solo existiría.

O, si tuviese mala suerte, me contaminará de manera pasiva para ver cómo mi cuerpo va de mal en peor. Despertar cada día viendo como me consume más rápido el Venasump-8, y suspirar mientras espero la muerte más rápida para mí.

—Mañana partiremos de aquí, y los chicos esperan que al salir de aquí tenga una respuesta de que haremos contigo —confieso en dirección al cuerpo estático del rubio—. No sé que hacer —solté en una risa incómoda y tragué grueso antes de exhalar—. ¿Quisieras por fin morir?

Veo su pecho subir y bajar con más fuerza y sin darme cuenta una gruesa lágrima sale de mi ojo mientras sonrío triste.

—¿Me escuchas? ¿Estás consciente de lo que tengo que hacer? ¿Te gustaría? —acaricié su brazo mientras hice una pausa, e intenté componerme para continuar—. ¿Sigues con nosotros? ¿Quieres que alguien en específico te dispare? ¿Estás seguro de que no quieres seguir?

Veo de nuevo a Owen y me viene a la cabeza ese preciso momento en que lo ví en el bosque luego de haber cruzado las rocas y árboles. Reviví ese instante en que lo ví golpeando al infectado con el tubo de hierro ensangrentado, y como quité el seguro de la pistola.