La Oscuridad Seduce ©

10. La verdad

Que tengan un buen día! 😘

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Sioux Falls, Dakota del Sur

Había una ardilla dando saltos alrededor del árbol de avellanas que estaba al fondo del jardín. Bueno "el fondo del jardín" no era demasiado lejos en realidad. Solo un par de metros más allá de dónde estaba sentada en una vieja butaca de madera. La ardilla dió un par de vueltas alrededor del tronco y luego escaló hacia las cima del árbol con agilidad. Sus ojos castaños siguieron al pequeño animal hasta que el espesor de las hojas le impidió seguir viéndolo.

Suspiró antes de poner sus ojos sobre la manta que cubría sus piernas. El cálido sol de la mañana caí sobre su rostro dejándole una agradable sensación. O se supone que debería hacerlo, pero hacía mucho que no se sentía demasiado bien por dentro.

Poco más de seis meses atrás, Kia Madow era una chica común y corriente de veintiun años. Estudiaba Literatura Norteaméricana en una universidad comunitaria . Tenía un trabajo a medio tiempo en una tienda de ropa en el centro. Probablemente no era la vida más esplendorosa que podía tener, pero estaba bien. Kia era feliz, con su familia, con los pocos amigos con los que contaba. Estaba satisfecha con todo en general.

Y entonces todo había cambiado de golpe. Fue un día mientras dejaba la universidad para ir directo a su trabajo. Le molestaba perder tiempo  esperando el autobús, por lo que prefería ir en bicicleta a todos lados. Era divertido. Además era ejercicio ¿no? El único para el que tenía tiempo. Sin embargo aquel día mientras desenganchaba su bicicleta del soporte, todo cambió en su vida. La verdad era difícil de explicar lo que sintió, fue como si de pronto todas las luces se hubieran encendido en su cabeza. Su mente se llenó de imágenes a toda velocidad y voces...fue una sobrecarga sensorial que la hizo desmayarse.

Despertó dos días después en el hospital. Junto a la cama, sus padres esperaban preocupados. Los doctores decían que fue algún tipo de ataque, o quizá un tumor que empezaba a presentar síntomas . De hecho los doctores estaban confundidos y lo estuvieron aún más cuando luego de muchos exámenes descubrieron que la salud de Kia Madow era perfecta. No había nada malo en ella, nada que la medicina pudiera explicar en todo caso. Nadie sabía lo que pasó.

Así como nadie podía siquiera sospechar que justo el día que Kia Madow sufrió aquel ataque, en una elegante cafetería de Chicago, Lucifer, el rey del infierno, fue empujado a vivir como un ser humano.

Cuando Kia recibió el alta, parecía que todo volvería a la normalidad. Que aquel desafortunado suceso solo sería un mal recuerdo. Después de todo a diario sucedían cosas inexplicables, incluso más inexplicables que su incidente. Y por unos meses se convenció de eso. Hasta que las cosas volvieron a torcerse.

Fue un mes y medio  atrás que los sueños empezaron. Al menos al principio fueron solo sueños que la despertaban en medio de la noche temblando y sudando. Soñaba con demonios, con ángeles y señores de la oscuridad y una batalla. Había sangre, había gritos y una total desesperación. Lo más extraño era que de alguna manera Kia sabía que aquellos no eran simples sueños. Eran como visiones. Era un "tal vez".

Pero fue una semana exacta atrás que los sueños dejaron de presentarse solo por las noches. También veía cosas cuando estaba despierta. Su vida se descontroló tanto que tuvo que dejar las clases porque cuando veía cosas, terminaba en un estado semi catatónico que podía durar varios minutos. Sus padres creían que hasta no saber qué estaba pasando, lo mejor era que se quedará en casa para evitar que sufriera un accidente.

Las cosas que veía tenían más forma que antes. Tenían contexto. Ahora sabía que podía ver a Lucifer, el diablo mismo. Estaba segura de ello, tanto como lo estaba de su propia existencia. Pero no era Lucifer al único que veía, también había otro, un joven cazador de demonios. Nash Phoenix.