Unos meses después…Harper se tiró al suelo justo para evitar que una de esas criaturas de consistencia aceitosa lograra alcanzarlo con una de sus manos llenas de garras. No lo pensó demasiado, rodó sobre su espalda y alzó una mano enviando una oleada de magia, un conjuro de contención. La criatura retrocedió como si hubiera chocado contra un muro invisible.
El brujito aprovechó eso para ponerse de pie en un salto y alejarse, desenfundando dos dagas a las que impregnó con magia; era nada más y nada menos que magia del caos, con la que el chico era bastante bueno en realidad. Cuando la criatura avanzó hacia él de nuevo, Harper corrió directamente hacia ella con una expresión llena de determinación.
La criatura volvió a abalanzarse sobre él, Harper cayó de rodillas, inclinando el cuerpo hacia atrás para evitar las garras y casi en el mismo movimiento alzó una de sus manos, dibujando un arco con su daga, la cuál cortó el vientre de la criatura, arrancándole un gruñido molesto; Harper que derrapó entre las largas piernas de la criatura, se giró en un movimiento fluido y estrelló una de sus manos contra el suelo, en cuestión de segundos las raíces de los árboles cercanos brotaron de la tierra, afilándose en las puntas y luego se lanzaron hacia la criatura como dardos cargados de energía mágica.
La criatura volvió a rugir, completamente neutralizadas. Entonces el brujito hizo su movimiento final, corrió soltando un grito de batalla, se replegó un poco y luego saltó tan alto como podía, usando una de las piernas de la criatura como palanca para llegar más lejos. Clavó una daga en su hombro y con la otra le cortó de lado a lado la cabeza. La criatura emitió un gorgoteo y luego se desintegró en el aire.
—¡Lo hice! — gritó el chico girando sobre sus talones, sonando sin aliento.
—Lección número uno, no bajes la guardia— Daen se materializó detrás de él con una sonrisa maliciosa, para luego envolver sus brazos alrededor del brujito.
Harper parpadeó sorprendido por un segundo antes de de reírse y agitar su cabeza hacia un lado. Las raíces que aún permanecían visibles sobre la tierra serpentearon hasta envolverse en los tobillos del demonio, luego enviaron pulsos de magia, casi como choques eléctricos, eso lo obligó a retroceder. Entonces Harper giró, presionando una daga contra su pecho y la otra contra su cuello.
—Lección número dos; no subestimes a tu oponente solo porque parece inofensivo.
Lucifer soltó una carcajada desde el lugar en el que había estado sentado, recostado contra el pecho de Nash.
Ellos aún seguían trabajando en sanar su relación desde la pelea, pero iban por buen camino. Pasaban más tiempo juntos y estaban mejorando en eso de decir en voz alta cuando algo les molestaba. Lucifer se sentía optimista.
—Eso no estuvo nada mal— elogió Nash atrayendo la atención del chico—. Has mejorado mucho desde la última demostración.
—Fue impresionante — dijo Sam que también estaba ahí, observando la demostración de Harper sobre sus avances. Lo hacían cada semana desde hacía cosa de dos meses.
ESTÁS LEYENDO
La Oscuridad Seduce ©
General FictionPortada cortesía de @UmbraBlack 🖤 ¿Te rendirías ante el señor de la oscuridad? ¿Lo harías incluso si va en contra de todo en lo que crees? ¿Protegerías y soportarías su mimado y exasperante trasero por el bien de la humanidad? NO copias NO adaptac...