Extra 3: Daen (1)

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—¿Qué pasa? ¿Están bien?— les preguntó Baphomet en cuanto los vio entrar al ala médica del palacio

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—¿Qué pasa? ¿Están bien?— les preguntó Baphomet en cuanto los vio entrar al ala médica del palacio. Iba en su forma de chico -lo cuál aún era aún poco difícil de asimilar-, llevaba puesta una bata y unas gafas redondas que ocupaban la mitad de su rostro. Lo más seguro es que ni siquiera las necesitara, pero de todos modos le quedaban bien.

Aunque no es que Brogan pudiera preocuparse demasiado por ello cuando tenía a su novio en brazos luciendo un poco verde, como si estuviera a dos segundos de vomitar. Estaba por responder a Baphomet pero Kia se le adelantó.

—Tuvimos una accidente durante la misión de esta noche y creo que Daen se llevó la peor parte.

—¿Qué fue exactamente lo que sucedió?— Baphomet los guió hasta una habitación de observación, en dónde había una camilla y un montón de aparatos—. Coloquen al pollito en la camilla.

—Fuimos a inspeccionar el territorio de una mananda de hombres lobo. Había motivos para creer que era una manada violenta con un alfa al que no le importa intimidar y lastimar humanos— explicó Brogan a toda prisa—. No sabíamos que había una bruja con ellos.

Baphomet se detuvo de dónde estaba colocando algunos sensores en la frente y el pecho de un Daen que se quejaba sobre estar mareado.

—¿La tenían como prisionera o era parte de ellos?

—Era parte de ellos—  respondió Elyon, quién fue el que los transportó de vuelta al palacio. De hecho era una suerte que hubieran ido con ellos aquella noche.

Luego de todo lo que había pasado, con Nash volviéndose rey del infierno, aquel equipo de cazadores de élite que Riuk Fletwood había  intentado armar, quedó suspendido. Cuando fue posible retomar el proyecto, solo Kia, Brogan, Savannah y Daen seguían formando parte de él a tiempo completo. Nash quedó fuera por obvias razones, en cuanto a sus guardianes, solían acompañar al equipo en algunas misiones, aunque solo como apoyo, por si surgía una emergencia como la de aquella noche.

—Nos separamos para cubrir más terreno, Daen estaba conmigo y la bruja nos tomó por sorpresa mientras yo me enfrentaba a una chica lobo. Cuando se dio cuenta de que Daen es un demonio, corrió al interior del bosque que rodea el territorio de la manada. Así que la perseguimos— continuó Kia—. Llegamos hasta una cueva. Estábamos pensando en llamar a los demás por refuerzos, cuando la mujer salió y arrojó una especie de polvo flourescente hacia Daen. Un instante después cayó de rodillas luciendo desorientado.

—Ya veo. ¿El polvo tenía algún olor en específico? ¿La escuchaste recitar algunas palabras antes o después de  lanzar el polvo?

—No, lo siento. Fue tan rápido que probablemente me perdí muchas cosas.

—Oh, está bien pastelito— Baphomet se acercó a Kia dejando un cariñoso beso en su frente antes de volver a poner toda su atención sobre Daen—. Es curioso que una bruja estuviera con una manada de lobos. Hace mucho que no trabajan juntos.

La Oscuridad Seduce ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora