23. Ese algo

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Capitulo dedicado a: Kenini_18
¡¡Feliz cumpleaños!! 🎊🎊🎊💚
Que te la pases bien y que cumplas muchos más ;).

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—¿En dónde está Nashville exactamente?— preguntó sin dejar de caminar. Kia y Daen iban al frente, Brogan se quedó a su lado sosteniendo un rifle que había robado de la sala contigua a la habitación en dónde lo habían mantenido cautivo.

—No lo sé— el ex soldado echó un vistazo sobre su hombro, sus ojos entornados—, pero creo que él si lo sabe.

Lucifer se detuvo en seco y se giró. El hombre que iba tras ellos también se detuvo manteniendo una distancia prudente. Rondaba los cuarenta y tantos años, pero estaba en forma, un digno miembro del gremio. Era el hombre con rasgos asiáticos que había viajado junto a Stone en la camioneta que los transportó a él y a Nash hasta el gremio. Fleetwood, si no recordaba mal. Lo observó en silencio, más que nada para intimidarlo; podía ver la tensión en sus hombros y la manera en que se aferraba al arma que sostenía en la mano derecha. Apostaba a qué dispararía a la más mínima provocación.

—Esto es inesperado— dijo colcándose las manos en las caderas—, jamás esperé que un cazador se pusiera de mi lado.

—No estoy de tu lado— dijo el hombre alzando la barbilla de manera desafiante—, vamos a dejar eso en claro. Cada una de las cosas en las que creo está directamente en contra de ti. La única razón por la que estuve dispuesto a liberarte es por Nash. Estoy de su lado, no del tuyo.

Eso lo hizo sonreír. Cada vez que creía saberlo todo sobre Bambi, se daba cuenta de que no sabía una maldita cosa. Seguía siendo una pequeña caja de sorpresas.

—¿No es fascinante?— le preguntó a Brogan sin apartar sus ojos del asiático—. De alguna manera Nash logra que todos se pongan de su lado. Tú, Daen, Samael, los arcángeles...creo que es por los ojos de ciervo. Cuando pone esa expresión de mártir se vuelve una pesadilla. Tiene un algo capaz de ganarse la lealtad de las personas más inesperadas.

—¿Oh, te refieres a ese algo que incluso hizo que tú te pusieras de rodillas para él?— preguntó de vuelta el ex soldado con un tono socarrón.

Lucifer soltó una carcajada. Una vez había querido destripar a Brogan Keller y esparcir sus órganos en el suelo, pero ya no. Debía aceptar que el tipo o estaba irremediablemente jodido o tenía bolas de acero. O una combinación de ambas cosas. Cómo fuera, era entretenido tenerlo de su lado.

—Estamos perdiendo el tiempo— dijo Daen con tono impaciente—. Lucifer, se darán cuenta de que te has liberado ¿Y entonces qué? No podremos con todos ellos, así que vamos por Nashville y luego larguémonos.

Bien, en eso el pequeño engendro tenía razón. Debían moverse. Cada molécula de su cuerpo pedía gritos encontrar a Nash y más aún ahora que sabía que el chico seguía con vida. La necesidad de ponerlo a  salvo lo hacía sentir casi enfermo. Empujó esa sensación al fondo para poder centrarse en lo importante, ya era tiempo de dejar de jugar.

—Entonces, si estás de su lado, guíanos— le dijo a Fletwood.

El hombre apretó la mandíbula, era obvia su lucha, entre acceder a ayudarlos o mandarlos a la mierda. Al final asintió una sola vez, pasó por su lado yendo por el pasillo hasta la entrada de las escaleras.

—Está tres pisos más arriba, en el ala médica y de observación. Lo tienen restringido en un camilla, conectado a monitores porque Stone quiere respuestas sobre el  brazalete que el arcángel le colocó— explicó subiendo las escaleras de dos en dos.

La Oscuridad Seduce ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora