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Lentamente saco su espada, empuñándola en la mano derecha y corriendo en dirección contraria al camino que siguieron para ir al pueblo.
Esquivo árbol tras árbol, las pisadas entre ramas resonaron, el intenso olor a sangre se filtró por sus fosas nasales.
Frenó con ambos pies en tierra, giró y con la espada enfrente se colocó en posición de ataque.
Ambas piernas separadas, una delante de la otra formando una diagonal.
La espada ligeramente inclinada con la punta a la derecha, sus caderas bajas y una posición recta de su espalda.
Sus ojos se movieron alrededor del basto espacio cubierto por árboles, solo los susurros del viento y los movimientos de las hojas. Un brillo salió de su izquierda, con un solo movimiento de su espada lo frenO y esquivó al inclinar su cuerpo al lado contrario.
El metal resonando al caer, devalo una pequeña daga brillante.
Dos hombres con capuchas negras salieron por la izquierda y derecha, dagas en sus manos, espadas en las caderas.
Carsein sonrió complacido, un pequeño grupo, un número reducido de armas.
—"Escape Jieun. Solo escapa." —Pensó, cerrando sus manos alrededor del mango de la espada e impulsándose desde la planta de los pies se lanzó hacia adelante, atacando al asesino del lado izquierdo, cortando una de sus muñecas.
El grito distrajo al otro asesino, Carsein lo pateo en el estómago, intento golpearlo usando el lado sin filo de la espada para noquearlo pero el hombre con el poco aliento de sus pulmones lo esquivo, lanzando una daga que dio contra la pierna de Carsein.
Ignorando la punzante carne que chorreaba sangre, giró sobre su eje cortando por lo largo desde la cadera hasta el hombro del asesino.
Más dagas se clavaron en su espalda. Salió de la zona de tiro del primer asesino encapuchado.
Apretando sus labios, con los dientes chocando en el interior de su boca, Carsein arrancó las dagas a su espalda gritando y las que no pudo alcanzar las dejo.
La sangre de su boca fue escupida, sus diente blancos ahora carmines sonreían a los dos asesinos de frente, que retrocedieron por el miedo.
Cabello carmesí, ojos azul cielo y la sangre que pinto sus dientes, parecían un demonio recién salido del infierno.
—Peleemos enserio. —Dijo Carsein, levantando la espada de frente, sus cejas fruncidas y la sonrisa intacta.
Sin una palabra de parte de los asesinos, los dos hombres encapuchados se vieron, asintieron y tomaron más dagas del interior de sus capas.
Los sonidos del metal chocando unos contra otros, resonó por todo el bosque.
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Jieun sabía que no valía la pena derramar lágrimas y su preocupación no era bien recibida. Aun así, tuvo la ridícula esperanza de poder proteger al hombre que casi muere a causa de su ingenuidad para vengarse del maldito Duque Jena.
Por supuesto, la muerte de Carsein era un asunto que venía e iba, pero, la gran deuda que contrajo con él fue pagada cuando impidió el ataque de los asesinos contra Aristia en la búsqueda del Marqués Mir, obligando al mismo Marqués a declararse culpable y de confabular junto a Jena delante del tribunal. Con aquel punto resuelto y borrado de su vida, evito la muerte de Aristia, las heridas de Carsein y ella misma ser encarcelada por conocer los planes del Duque Jena. Entonces, ¿Por qué llego a este punto de nuevo?
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Sin amor - Ruta alterna Carsein
FanfictionMientras la Capital de Castina experimenta una revolución histórica. Jieun y Carsein son enviados a una finca en lo que se soluciona el conflicto, sin embargo, antes de llegar a su destino son atacados por un grupo de asesinos contratados por los úl...